InicioTendenciasDental Unit Waterlines en Odontología

Dental Unit Waterlines en Odontología

Control de la infección

Los métodos de tratamiento, científicamente validados, disponibles actualmente permiten brindar agua de calidad microbiológica aceptable durante el tratamiento dental, con un riesgo mínimo a los pacientes, el personal y el equipo dental. Para asegurar la salud y seguridad de los pacientes y del personal, los fabricantes de equipos dentales deben incluir dispositivos y agentes químicos para mejorar y mantener la calidad microbiológica del agua empleada en el tratamiento dental fundamentando sus esfuerzos en las publicaciones científicas (15).

Las agencias reguladoras federales deben desarrollar procedimientos viables de registro y permisos para ayudar a garantizar la seguridad y eficacia de los productos para mejorar y mantener la calidad microbiológica del agua empleada en el tratamiento dental. La OSAP cree que estas metas pueden lograrse mejor mediante la colaboración entre las agencias gubernamentales, la industria, la academia, y los dentistas. La OSAP y otras organizaciones profesionales deben alentar una agenda de investigación agresiva sobre este tema y continuar con los esfuerzos para educar a la profesión odontológica (15).

Cuando las bacterias están en forma de biofilm son mucho más resistentes a los agentes desinfectantes. Lavar las unidades dentales no tiene mucho efecto, disminuye el número de microorganismos en suspensión, pero tiene poco efecto en el biofilm y no reduce el número de colonias hasta los límites establecidos; los agentes químicos, como germicidas, son los que ganan interés hoy en día, se usan agentes biostáticos o biocidas que deben ser seguros para el paciente y para el profesional ya que se van a utilizar de forma continua, además de no interferir con las propiedades de los materiales dentarios. Los más comunmente usados son hipoclorito sódico, gluconato de clorhexidina, peróxido de hidrógeno, y fluoruro sódico. Los filtros también son de mucha ayuda a la hora de inhibir el paso de bacterias, se deben poner lo más próximos posibles a la pieza de mano, la filtración hace que el consultorio dental pueda utilizar agua municipal, sin embargo, el uso del filtro no tiene ninguna influencia en el agua que llega pre filtrada, debemos seguir teniendo cuidado con la posibilidad de contaminación. Se pueden usar también luz ultravioleta o autoclaves (6,12-14,22-24).

Los sistemas de desinfección de las líneas de agua dentales deben ser económicos y no suponer mucho esfuerzo para el personal. El agua que emana de los equipos no debe ser tóxica ni carcinogénica ni influir con los materiales dentales (12).

La descontaminación con detergentes o con ácidos inorgánicos podría hacer que se liberen más microorganismos desde los biofilms y, en consecuencia, elevar el número de bacterias en las unidades de agua (16).

Otros estudios evalúan la acción de los biocidas en la pared celular bacteriana. El uso de concentraciones biocidas entre pacientes, además de mantener bajo el nivel de la carga bacteriana heterotrófica durante procedimientos dentales, podría ser también eficaz en la eliminación de patógenos aspirados de pacientes en tratamiento dental (6,21).

Actualmente hay cuatro categorías de productos que se utilizan para el tratamiento de las unidades de agua dentales: sistemas de agua independiente, sistemas de agua estéril, filtración y protocolos de tratamiento químico (7,24-29).

Conclusiones y recomendaciones

• Aun cuando resulta difícil determinar la fuente primaria de contaminación de las líneas de agua en las unidades odontológicas es muy posible que sea la red de suministro externa, la cual, sin demostrar una contaminación elevada, puede garantizar la llegada en pequeñas proporciones, pero de manera continua de estos microorganismos a las unidades dentales. Esto, aunado al tiempo de inactividad de las mismas, favorecería el depósito y multiplicación de las bacterias en estos sistemas, incrementando la contaminación y dificultando su control por los mecanismos de mantenimiento aplicados. En este sentido, como fuente secundaria se puede considerar el intercambio de aerosoles contaminados provenientes de la cavidad bucal de los pacientes, los cuales, junto con el personal odontológico, pueden ser portadores de especies bacterianas sin evidencia clínica. Por otra parte, el manejo inadecuado de los recipientes contenedores de agua y las maniobras de reparación y mantenimiento de las unidades odontológicas por personas portadoras de infección, pueden representar un riesgo añadido.

• Resulta recomendable seguir y evaluar permanentemente los parámetros propuestos por la Organización para los Procedimientos de Seguridad y Asepsia (OSAP), los cuales señalan el uso de microfiltros, la purga de las líneas de agua y aire por 30 segundos entre pacientes y, al finalizar el trabajo clínico, el empleo de agua destilada, hervida o filtrada y, el remplazo rutinario y descontaminación de las líneas y los contenedores adicionales.

Por consiguiente, se debe promover el desarrollo de programas educativos y de entrenamiento al personal odontológico, acerca de los riesgos y formas de contaminación existentes, las estrategias de prevención y las normas de bioseguridad.

• La mecánica real para obtener y mantener la calidad de la línea de la unidad dental se han dejado a la comunidad científica. Incluso se ha argumentado que los fabricantes de la unidad dental deben proporcionar los recursos para cumplir con los estándares de calidad en lugar de ser los odontólogos los encargados de ello, sin embargo, los costes al final son del profesional.

• Incluso si las unidades dentales se rediseñaran para evitar la contaminación microbiana del agua de tratamiento dental, la conversión de estos nuevos sistemas sería lenta y costosa. La investigación debe continuar para evaluar las técnicas y productos que pueden proporcionar la calidad del agua con el equipo existente dental que cumpla o supere la meta ADA. El logro de este objetivo de reducción no sólo beneficiará a la profesión dental, sino también tranquilizará a los pacientes en cuanto a la calidad y seguridad del tratamiento de agua dental.

• Ante la evidencia que relaciona la contaminación del agua en las unidades dentales con efectos adversos a la salud de los usuarios y el personal que desarrolla sus servicios en estas instalaciones, diferentes instituciones han establecido un conjunto de normativas dirigidas a monitorear y eliminar este hecho. Entidades gubernamentales americanas como la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y la Asociación Americana de Salud Pública (APHA) han elaborado normativas para regular la calidad del agua potable utilizada en las unidades dentales, estableciendo un límite máximo de 500 unidades formadoras de colonia por mililitro (UFC/ml) de bacterias heterótrofas mesófilas para este tipo de agua. Se ha asumido, entonces, que el agua empleada en tratamientos estomatológicos debería contener como máximo dicha concentración y en ese sentido, las guías de calidad de la American Dental Association (ADA), en lo que se refiere a los conductos de agua en las unidades dentales, proponen no superar concentraciones superiores a 200 UFC por mililitro. De manera similar, el Centro para el Control de las Enfermedades (CDC) recomienda que la calidad del agua en las unidades dentales debe cumplir con las regulaciones existentes para el agua potable, estableciendo un límite máximo de 500 UFC por mililitro de bacterias heterótrofas.

• Las legislaciones española y europea actuales no contemplan directamente un control microbiológico periódico en las estaciones dentales; si bien en las normas españolas, que establecen los criterios higiénico – sanitarios para la prevención y control de la legionelosis, se incluyen un grupo muy numeroso de instalaciones con riesgo y, en general, todas aquellas que utilizan agua para su funcionamiento, produzcan aerosoles y se encuentren ubicadas en el exterior o en el interior de edificaciones de uso colectivo.

• Se debe hacer más investigación en el futuro para ver como se puede minimizar el crecimiento bacteriano. En el futuro próximo los nuevos productos conseguirán un control del mismo, pero también se hace necesario el re-diseño de los equipos para evitar el estancamiento de agua.

[accordion]

[accordion_item title =»Bibliografía»]

1. Pankhurst C, Coulter WA. Do contaminated dental unit waterlines pose a risk of infection? JOD 35. 2007; 712–720.

2. Pankhurst C. Risk assessment of dental unit waterline contamination. Prim Dent Care. 2003; 10(1): 5-10

3. González C. La evaluación de la calidad microbiológica del agua en unidades dentales. Rev Cub Hig y Epi 2009; 47: 1-10.

4. Schel AJ, Marsh PD, Bradshaw DJ, Finney M, Fulford MR, Frandsen E et.al. Comparison of the efficacies of disinfectants to control microbial contamination in dental unit water systems in general dental practices across the European Union. Appl. Environ. Microbiol. 2006; 72(2): 1380.

5. Franco FFS, Spratt D, Leao JC, Porter SR. Biofilm formation and control in dental unit waterlines. Cambridge University Press. 2005; 2: 9–17

6. Rowland B. Bacterial contamination of dental unit waterlines: what is the dentist spraying into your mouth? Clin Microbiol Newslett. 2003; 25: IO

7. Walker JT, Bradshaw DJ, Fulford MR, Marsh PD. Microbiological evaluation of a range of disinfectant products to control mixed-species biofilm contamination in a laboratory model of a dental unit water system. Appl. Environ. Microbiol. 2003; 69(6):3327.

8. Chacón CH, Isvelia M, Yepez G, Castillo C et al. Aislamiento De Especies De Pseudomonas De Las Líneas De Agua De Las Unidades Odontológicas. Acta Odontol Venez 2010; 48 (1): 80-85.

9. Chate RA. An audit improves the quality of water within the dental unit water lines of three separate facilities of a United Kingdom NHS Trust. Brit Dent J. 2006; 201: 565-569

10. Watanabe E, Agostinho AM, Matsumoto W, Ito I. Dental unit water: bacterial decontamination of old and new dental units by flushing water. Int J Dent Hygiene. 2008; 6: 56–62.

11. Nihal Dogruöz N, Ilhan-Sungur E, Göksay D, TüretgenI. Evaluation of microbial contamination and distribution of sulphate-reducing bacteria in dental units. Environ Monit Assess. 2012; 184: 133–139.

12. Szymánska J. Biofilm and dental unit waterlines. Ann Agric Environ Med. 2003; 10: 151–157.

13. Monteiro MC, Della Torre C, Marques SN, Mian H, Yoko I. Microbial Contamination in Dental Unit Waterlines. Braz Dent J. 2003; 14(1): 55-57.

14. Smith AJ, McHugh S, McCormick L, Stansfield R, McMillan A, Hood J. A cross sectional study of water quality from dental unit water lines in dental practices in the West of Scotland. Brit Dent J. 2002; 192: 645–648.

15. Simposio Anual de OSAP. Cincinnati Ohio; 24-27 de Junio de 1999. Postura sobre las líneas de agua en la unidad dental.

16. Walker JT, Bradshaw DJ, Bennet AM, Fulford MR, Martin MV, Marsh PD. Microbial biofilm formation and contamination of dental-unit water systems in general dental practice. Appl. Environ. Microbiol. 2000; 66(8):3363.

17. Szymánska J. Bacterial contamination of water in dental unit reservoirs. Ann Agric Environ Med. 2007; 14:137-140.

18. Barbeau, Jean; Gauthier, Carl; Payment, Pierre. Biofilms, infectious agents, and dental unit waterlines: A review. Can J Microbiol. 1998; 44 (11): 1019-1038.

19. Singh R, Stine OC, Smith DL, Spitznagel JK, Labib ME, Williams JN. Microbial diversity of biofilms in dental unit water systems. Appl Environ Microbiol. 2003; 69(6): 3412.

20. Pankhurst C, Coulter W, Philpott-Howard J, Surman-Lee S, Warburton F, Challacombe S. Evaluation of the Potential Risk of Occupational Asthma in Dentists Exposed to Contaminated Dental Unit Waterlines. Prim Dent Care. 2005; 12(2):53-59.

21. Liaqat I, Sabri A N. Analysis of Cell Wall Constituents of Biocide-Resistant Isolatesfrom Dental-Unit Water Line Biofilms. Curr Microbiol. 2008; 57: 340–347.

22. James D. Kettering, PhD; Carlos A. Muñoz-Viveros, DDS, MSD; Joni A. Stephens, RDH, EdS; W. Patrick Naylor, DDS, MPH, MS; Wu Zhang, MD. Reducing Bacterial Counts in Dental Unit Waterlines: Distilled Water vs. Antimicrobial Agents. CDA Journal. 2002. Disponible en URL:http://www.cda.org/Library/cda_member/pubs/journal/jour1002/waterlines.html.

23. Szymánska J. Control methods of the microbial water quality in dental unit waterlines. Ann Agric Environ Med. 2003; 10: 1–4.

24. Montebugnoli L, Dolci G. A new chemical formulation for control of dental unit water line contamination: An ‘in vitro’ and clinical ‘study’. BMC Oral Health. 2002; 2:1.

25. Smith AJ, McHugh S, Aitken I, Hood J. Evaluation of the efficacy of Alpron disinfectant for dental unit water lines. Brit Dent J. 2002; 193: 593–596.

26. Martin MV, Gallagher MA. An investigation of the efficacy of super–oxidized (Optident/Sterilox) water for the disinfection of dental unit water lines. Brit Dent J. 2005; 198: 353–354.

27. Smith AJ, Bagg J, Hood J. Use of chlorine dioxide to disinfect dental unit waterlines. J Hosp Infect. 2001; 49: 285±288.

28. Liaqat I, Sabri A N. Effect of Biocides on Biofilm Bacteria from Dental Unit Water Lines. Curr Microbiol. 2008; 56: 619–624.

29. Liaqat I, Bachmann R, Sabri AN, Adyvean R, Biggs C. Investigating the effect of patullin, penicilic acid and EDTA on biofilm formation of isolates of dental unit waterlines. Appl Microbiol Biotechnol. 2008; 81: 349-358.

[/accordion_item]

[/accordion]

Autores

Licenciada en Odontología (UCM) Colaboradora del Observatorio Español para la Seguridad del Paciente Odontológico (OESPO)

Colaboradores

  • Dr. Bernardo Perea Pérez - Director del Observatorio Español para la Seguridad del Paciente Odontológico (OESPO) Director de la Escuela de Medicina Legal y Forense de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
  • Dra. Elena Labajo González - Doctora en Odontología (UCM) Secretaria del Observatorio Español para la Seguridad del Paciente Odontológico (OESPO)

artículos relacionados

2 COMENTARIOS