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Tratamiento combinado periodontal–implantológico: soluciones razonables a problemas complejos

En la actualidad el uso de implantes para la rehabilitación de sectores total o parcialmente desdentados se ha convertido en una terapia común y con resultados muy predecibles a largo plazo (1, 2). Un grupo de pacientes especialmente favorecidos por este tipo de tratamientos son los enfermos periodontales, en los que los dientes perdidos o con muy mal pronóstico se pueden sustituir con implantes cuando es necesario.

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A todas las ventajas de esta técnica se añade, en este grupo en concreto, la posibilidad de no utilizar como dientes pilares a los afectados por la pérdida de inserción que conlleva la enfermedad periodontal.

Con el protocolo clásico de Brånemark, tras la realización de las extracciones era necesario esperar tres meses a la cicatrización de los tejidos para comenzar con el proceso quirúrgico de colocación de los implantes. Una vez realizada esta fase se esperaba entre tres y seis meses, dependiendo del caso, para iniciar el procedimiento de colocación de los pilares transepiteliales y continuar con la fase protésica una vez expuestos los implantes (3, 4). Estos plazos obligaban a los pacientes a utilizar prótesis removibles durante estos periodos, a veces hasta de un año, con las desventajas que esto conllevaba. En los últimos años la literatura ha demostrado que biológicamente es posible acortar estos periodos, que se puede realizar la colocación quirúrgica postextracción de los implantes, y que no existe contraindicación en muchos casos a utilizar procedimientos de carga inmediata. La asociación de todas estas ventajas permite ofrecer una calidad de vida oral mucho mejor para los pacientes (5, 6, 7 y 8).

En el caso concreto de los enfermos periodontales sucede algo parecido. Se ha pasado del tratamiento clásico de raspado y alisado radicular por cuadrantes, al concepto actual de desinfección de boca completa, con lo que las sesiones se reducen a una o dos como máximo (9, 10). Además, el tratamiento periodontal quirúrgico puede realizarse en muchas menos sesiones que antaño, incluso quedando reducido a una si se emplean métodos adecuados de sedación parenteral. Y todo esto sin disminuir un ápice la calidad de tratamiento ni los resultados finales, que es lo que realmente importa.

El caso clínico que se presenta viene a resumir todos los conceptos expresados previamente: ofrecer calidad basada en la ciencia, acortar los periodos de tratamiento y, por qué no, disminuir el coste de los mismos al paciente, aspecto tan necesario en los tiempos actuales.

Por:
Dr. Antonio Lorente Pérez-Sierra

Doctor en Medicina y Cirugía. UCM.

Licenciado en Odontología
Máster en Periodoncia. UEM.

Dr. Miguel Carasol Campillo
Médico Estomatólogo
Máster en Periodoncia. UCM.

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