Clifford Ruddle. Estados Unidos / John West. Estados Unidos / Pierre Machtou. Francia. Endodoncistas
Revisión y adaptación: Rafael Miñana Laliga. Endodoncista. Profesor Asociado de la Facultad de medicina y Odontología Universidad de Valencia. Madrid
Diseñadas por los doctores Clifford Ruddle, John West y Pierre Machtou, fueron presentadas este año 2001 en el Congreso de la Asociación Americana de Endodoncistas, celebrado el pasado marzo en Nueva Orleans. Pueden incorporarse en la clínica diaria para usarlas en la limpieza y conformación de los conductos radiculares.
Dice el doctor Ruddle que son recomendables en conductos muy curvos, finos y calcificados que puedan presentar concavidades y otras dificultades anatómicas.
Sin embargo, también añade que están diseñadas para profesionales habituados a emplear instrumentos rotatorios de NiTi.
Están fabricadas con Niquel Titanio, el cual les da flexibilidad y resilencia. En su diseño se ha intentado un balance entre los ángulos de las estrías “helicales” y el eje central, para conseguir una mayor eficacia y facilitar la eliminación de restos. Presentan una sección triangular, lo que hace que corten más que las limas en forma de U, reduciéndose así la zona de contacto entre la dentina y la lima. La punta la define el doctor Ruddle como parcialmente activa. Además, presentan una conicidad progresiva, consiguiendo por ello una preparación del conducto con una conicidad o “taper” continuo y suave que facilita que se llegue fácilmente al ápice empleando menos limas.
Se componen de seis limas (Figuras 1 A y B):
— Tres de Conformación, las SX, S1 y S2, que presentan un diámetro en la punta de 19, 17 y 20 décimas de milímetro respectivamente. Diseñadas para preparar las partes coronaria y media del conducto.
— Y tres limas de Acabado y Terminación, las F1, F2 y F3, con diámetros en la punta de 0,20, 0,25 y 0,30 respectivamente.
Por su gran flexibilidad y capacidad de corte, el autor las recomienda en conductos finos y curvos. Por ser de sección triangular, la zona de contacto entre los ángulos de las estrías y la dentina es mínima, por lo que se reduce la fuerza de torsión y fatiga de la lima y, por tanto, se reduce el potencial de fractura. Gracias a su diseño, parecido a un ensanchador, saca restos fuera del conducto y como dice el doctor Ruddle, con solo seis instrumentos podemos conseguir la necesaria conicidad del conducto para obtener una obturación correcta.
Al igual que con otras limas rotatorias, es recomendable usar las ProTaper con un motor eléctrico, con reducción y control del torque y a una velocidad constante de 300 rpm.
El doctor Ruddle recomienda la siguiente pauta:
En conductos radiculares medianos y largos
La cavidad de acceso deberá ser correcta, sin obstrucciones, que facilite la entrada en línea recta a los conductos. A continuación, localizaremos y permeabilizamos los conductos con limas manuales K n.º 10 y n.º 15, ayudados de una abundante irrigación y sustancias quelantes. Confirmamos la permeabilidad del foramen y luego:
1. Comenzar con la S1, de 0,17 m en la punta, a 300 rpm, aplicando una ligera presión en dirección apical y hasta encontrar resistencia o hasta los 3/4 del largo estimado del conducto.
2. Cambiar a la SX, de 0,19 m en la punta, usándola como “cepillando” las paredes hasta conseguir la conicidad deseada y con movimientos anticurvatura.
Confirmamos la permeabilidad del conducto y se determina la longitud de trabajo.
Es posible que necesitemos hacer varios intentos con la SX y con la S1 para llegar al largo estimado de trabajo y que podamos pasar a la lima S2.
Después, pasamos a la lima F1 para comenzar la fase de terminación o acabado y calibramos el diámetro apical con limas manuales.
A continuación, empleamos las limas de terminación F2 y F3, si “sentimos” que el foramen es mayor que la lima K del n.º 20. Y volvemos a calibrar.
La irrigación es fundamental, y también que las estrías de las limas estén libres de restos antes de volver a introducirlas. Y, sobre todo, observarlas para determinar posibles estiramientos o enrollamientos de las estrías.
En conductos cortos
Después de permeabilizar el conducto y el foramen apical con limas manuales e irrigar abundantemente, comenzamos la conformación con la lima SX (19) y la llevamos hasta sentir resistencia o hasta los 3/4 del largo de trabajo del conducto.
Recapitulamos con limas K manuales y confirmamos la permeabilidad del foramen.
Después de tomar la conductometría, conformamos el conducto con la lima SX (19), llegando hasta el largo de trabajo.
A partir de aquí, modelamos el conducto con la lima de acabado F1 hasta el largo de trabajo y calibramos el foramen que puede ser del n.º 20. Y si el tamaño del foramen es mayor del n.º 20, podemos terminar con la F 2 o con la F 3.
Clínicamente, las limas ProTaper son para emplearse por profesionales que conozcan las limas rotatorias de NiTi. Por su diámetro apical, llegan fácilmente al ápice. Sin embargo, hay que ser delicados con su manejo, sobre todo en el tercio apical. v