La carga inmediata de implantes cortos ha ganado un interés considerable como método para reducir el tiempo total de tratamiento y ofrecer resultados funcionales y estéticos de manera más rápida en pacientes con altura ósea limitada (1-4).
Tradicionalmente, los implantes cortos eran considerados menos favorables para la carga inmediata debido a preocupaciones sobre su estabilidad primaria y la limitada superficie disponible para la osteointegración. Sin embargo, los avances en el diseño de implantes, la tecnología de superficie y los protocolos quirúrgicos han mejorado los resultados, haciendo de la carga inmediata una opción viable para implantes cortos en casos seleccionados (1, 2).
La investigación actual indica que la carga inmediata de implantes cortos puede lograr tasas de supervivencia comparables a las de implantes de longitud convencional, siempre que se cumplan ciertos criterios (1-4). Estos criterios incluyen una estabilidad primaria adecuada al momento de la inserción, una calidad ósea favorable y un control cuidadoso de la carga oclusal (2-6). Algunos estudios sugieren que, en condiciones óptimas, la carga inmediata puede favorecer un mejor contacto entre hueso e implante e incluso reducir la pérdida ósea marginal, ya que la carga temprana podría estimular los procesos de remodelación ósea. Además, los protocolos de carga inmediata para implantes cortos han mostrado resultados similares en cuanto a la salud de los tejidos periimplantarios en comparación con los protocolos de carga diferida, siempre que se gestione adecuadamente la estabilidad del implante y las fuerzas biomecánicas durante la fase temprana de cicatrización (4-8).
Hoy en día, la carga inmediata es un protocolo cada día más extendido desde que se comenzó a utilizar en los años 90 (9) y que presenta tasas de éxito similares a los implantes insertados mediante el protocolo de carga «convencional» (98,2% para la carga inmediata frente a 99,6% para la carga convencional) (10-13). En este estudio, avanzamos en la exploración de técnicas de Implantología mínimamente invasiva al presentar una serie de casos en los que se ha aplicado carga inmediata en implantes ultracortos de 4,5 mm de longitud.
Estos implantes, ferulizados con otros de igual o mayor longitud, han permitido la rehabilitación de zonas con atrofia ósea en altura moderada-severa sin necesidad de técnicas previas de regeneración ósea que, en el pasado, hubieran sido imprescindibles para estos casos. La utilización de implantes de 4,5 mm de longitud en estas condiciones ofrece una alternativa eficaz y menos invasiva para tratar áreas con altura ósea limitada, ampliando las opciones de tratamiento implantológico con resultados clínicos prometedores.