Tecnología: mejores tratamientos, mejor experiencia del paciente
Unos desafíos que también abre el uso de la tecnología, cuyas herramientas e innovaciones han pasado a ser elementos clave y necesarios en las clínicas excelentes. A la pregunta de qué ha supuesto la digitalización para la práctica clínica, el Dr. José Ferreras lo tiene claro: «Para mí, precisión y capacidad de poder mostrar al paciente lo que se puede llegar a conseguir. Nos permite diagnosticar y ejecutar mejor, y poder trabajar de una forma customizada, sin ningún tipo de dificultad».
«Con la tecnología podemos hablar de precisión, seguridad, rapidez y comunicación. Al final, es la implementación de una cantidad de mejoras orientadas al paciente. Aparecen nuevas indicaciones, nuevos materiales… Si a eso, además, le metes la integración en la gestión de equipo y en la gestión de procesos, es un cambio paradigmático», detalló el Dr. Alberto Cuevas.
«La integración de los datos médicos clínicos de los pacientes ayudaría a hacer diagnósticos más adecuados. Hay que trabajar más este aspecto»,
Dr. José Ferreras
Una opinión que compartió Agathe Boulanger, quien subrayó que «la tecnología es una aliada para el doctor y la clínica dental. No solo nos aporta más precisión, sino que asegura mejores procesos y
protocolos, y nos permite ahorrar tiempo en tareas que son de muy poco valor añadido para los doctores
y para el equipo dental, como los calendarios de visitas y citas». «Al final, lo que nos permite es tener más tiempo de comunicación con el paciente o más tiempo para el paciente, que realmente es de lo que se trata», destacó el Dr. Alberto Cuevas.
A pesar de las bondades del uso de la tecnología en la clínica, la figura del profesional es la esencia de la ecuación. «El que tiene que diagnosticar es el profesional, apoyado en todas las herramientas e información que nos da cada una de ellas, pero no tienen que ser las herramientas las que nos diagnostiquen. No se puede sustituir el conocimiento del profesional», reivindicó el Dr. José Ferreras. Para Agathe Boulanger, «la tecnología nos ayuda a hacernos mejores, pero no impide, obviamente, que el doctor tenga que meterse en boca y averiguar. Lo que sí es cierto es que, con análisis, hechos y estudios clínicos, un doctor con un software de inteligencia artificial es mucho mejor que un doctor sin inteligencia artificial, porque hay un factor humano que puede dar lugar a errores: el cansancio, la experiencia o cualquier cosa que pueda influir en el día a día de un doctor».
Por su parte, la Dra. Clara Esteban resaltó el papel de las nuevas generaciones, que se apoyan al 100% en la tecnología y también volvió a insistir en la importancia de la formación. De poco sirve contar con las últimas innovaciones si uno no está cualificado para usarlas. «Por ejemplo, un odontólogo que quiere hacer ortodoncia, se compra un escáner, escanea y tiene una marca de ortodoncia invisible que le hace la planificación. Está apoyándose en una tecnología que cree que va a hacer que sea un buen ortodoncista, pero, como no tiene los conocimientos ni la base, va a hacer un desastre. Creo que es muy importante que estos odontólogos sepan que la tecnología les va a ayudar, pero nunca deben olvidarse que necesitan los conocimientos técnicos para determinadas especialidades, porque si no, no van a poder avanzar ni van a poder hacer un tratamiento exitoso ni ser buenos especialistas».
«Además de asistir a congresos o realizar cursos, una formación excelente pasa por estar al lado de profesionales con experiencia para ver cómo trabajan»,
Dra. Clara Esteban
«No basta con comprar aparatología. El acompañamiento de la industria, que se encargue de la formación de todo el equipo, es fundamental. Y, por supuesto, el diálogo con las empresas. Nosotros probamos los lanzamientos, orientamos futuras mejoras, damos indicaciones o pedimos cosas que no tienen y que se van incorporando», destacó el Dr. Cuevas.
«En definitiva, la tecnología ha venido para quedarse y para transformar nuestra forma de trabajar, ya que, ahora, parte de nuestro horario laboral como dentistas está delante del ordenador, planificando. También va a suponer una gran inversión si quieres estar al día, porque la tecnología se queda obsoleta muy rápidamente, ya no solo el aparato en sí, sino los softwares que utilizan, que cambian radicalmente», resaltó el Dr. Juan Carlos Pérez Varela.
Ante esta obsolescencia, el Dr. Juan Carlos Pérez Varela detalló que sería interesante que las empresas contaran con un servicio de renting, como el de los coches, en el que se permitiera comprar una aparatología, pagar por ella una mensualidad y, a los tres o cuatros años, comprarla de forma definitiva o cambiar a otra.
«Con análisis, hechos y estudios clínicos, un doctor con un software de inteligencia artificial es mucho mejor que un doctor sin inteligencia artificial»,
Agathe Boulanger
Para conseguir que el camino de la digitalización no sea tortuoso para los profesionales de la consulta, Agathe Boulanger aportó tres claves: «La primera es la actitud, es decir, que haya un compromiso de todo el equipo de la clínica dental. Que todos estén embarcados en el proyecto para que se pueda implementar, porque nunca es una herramienta de una persona sola. En segundo lugar, creo que hay un papel y una responsabilidad de las tecnologías, de los proveedores. En nuestro caso, no queremos que la herramienta solo aporte una solución o un servicio, sino que queremos que sea intuitiva y que pueda considerar perfiles muy distintos entre los equipos. Y la última clave es que la tecnología sea interoperable, es decir, que no sean como herramientas que se operen independientemente».
A esto añadió el Dr. Alberto Cuevas: «El profesional se tiene que centrar en el paciente y tenemos que estar bien acompañados de un socio tecnológico fiable que garantice también un buen mantenimiento. En este sentido, hay que integrar todo el servicio que ofrecemos al paciente desde la recepción hasta el laboratorio, desde la infraestructura tecnológica hasta el análisis de datos para la toma de decisiones».