Según la Fundación CYD, los aspectos principales son: mayor inversión, atracción de talento, empleabilidad, transferencia de conocimiento, internacionalización, acceso y equidad y transformación digital.
La Fundación CYD ha presentado el Informe CYD 2023, un estudio de referencia de la universidad en España que analiza, diagnostica y propone líneas de mejora para la universidad española con el fin de favorecer la contribución de la universidad al desarrollo económico y social, y que cuenta con la colaboración de expertos nacionales e internacionales. A lo largo de cuatro capítulos y una monografía dedicada al impacto de la inteligencia artificial en la universidad, el Informe CYD analiza la situación y evolución de las siete prioridades estratégicas para la universidad.
La irrupción de la inteligencia artificial generativa es el mayor desafío que la universidad ha afrontado en 2023, un año en el que la institución ha integrado la enseñanza a distancia y la modalidad híbrida como prácticas habituales y en el que se ha reanudado la movilidad y se ha fomentado la investigación interdisciplinaria. Asimismo, la universidad ha tomado conciencia de su papel para abordar los retos en sostenibilidad social y ambiental: activando medidas para que sus campus sean más ecológicos y favorables a entornos más inclusivos y diversos. A todo ello se suma la aprobación de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU).
“es esencial fomentar un diálogo constructivo entre todos los actores involucrados para seguir modernizando el sistema educativo”
Francesc Solé, vicepresidente de la Fundación CYD, señala la importancia de la colaboración y el diálogo social para mejorar la competitividad de la universidad: “El sistema universitario español continúa avanzando en los diferentes indicadores de desempeño, aunque a un ritmo relativamente lento. Si aspira a competir globalmente en un mundo cada vez más cambiante e incierto, la universidad española debería avanzar al mismo ritmo, o a uno superior, al de los sistemas que van en cabeza. Para ello es esencial fomentar un diálogo constructivo entre todos los actores involucrados para seguir modernizando el sistema, y repensar y diseñar e implementar, una vez más, las reformas necesarias en la dirección de los sistemas universitarios europeos de referencia. Solo a través de una colaboración estrecha y un compromiso colectivo podremos superar los desafíos a los que se enfrenta nuestro sistema universitario y avanzar hacia una educación superior de mayor calidad y relevancia”.
Siete prioridades estratégicas de la universidad española
El Informe CYD cuenta con 43 colaboraciones de expertos del ámbito académico, institucional y empresarial, desgranando las prioridades estratégicas de la universidad española, y analizando la situación actual y los retos de futuro.
Aumentar la inversión en educación superior
El Informe CYD 2023 indica que esta es una de las demandas más recurrentes de las universidades españolas y una medida necesaria para reducir la brecha respecto al contexto internacional. Según el informe Education at a Glance 2023 de la OCDE, el gasto en las instituciones de educación superior españolas es de 14.361 $ por alumno, un 20,7% inferior al promedio de la OCDE.
También difiere la distribución entre fuentes públicas y privadas, con más participación del sector privado en el gasto en la educación superior: 32,5% en España, 29,9% en la OCDE y 20,2% en la UE.
En este sentido, tal y como señala el Informe CYD 2023, es necesario aumentar la inversión en educación superior en España, la cual debería ir acompañada de la máxima confianza que dicha asignación de recursos es meditada, basada en un sistema de justificación de impacto y ajustada a las necesidades estratégicas de cada institución.
Atraer talento y asegurar el relevo generacional del personal docente e investigador (PDI)
En la última década la universidad pública ha visto disminuir su personal funcionario: en el curso 2021-2022 hay 7.924 funcionarios menos respecto al 2010-2011, a la vez que ha aumentado el profesorado contratado en 12.506 personas, de las cuales, 6.080 son profesores asociados.
La universidad pública necesita abordar un relevo generacional: el 19,4% de la plantilla, alrededor de 21.400 profesores, se jubilará en los próximos 10 años, un porcentaje que aumenta si se tiene en cuenta únicamente al PDI funcionario (32,8%) y al cuerpo de catedráticos (49,7%).
Mejorar la empleabilidad
Los graduados españoles tienen tasas de empleo más bajas y tasas de desempleo más altas en comparación con la UE. Se debe reducir el desajuste entre la oferta formativa y las oportunidades de empleo, mejorando la orientación y la información sobre perspectivas laborales.
No obstante, en el caso de la empleabilidad en el sector odontológico al año de finalizar los estudios, un 62% de graduados estaban dados de alta en la Seguridad Social, cifra que asciende al 70% a los 4 años, según el Ranking CYD. Por otro lado, la tasa de empleo acorde es del 93% al año y del 97% a los 4 años. Según los datos de este ranking, el grado de Odontología es el que tiene la mayor tasa de autónomos: 40% al año y 55% a los 4 años.
Aumentar la relevancia del conocimiento generado para la sociedad
Las universidades españolas generan el 77,5% de las publicaciones científicas, pero hay poca interacción con otros actores del ecosistema de ciencia e innovación, lo que puede llevar a que el conocimiento generado no sea accesible y, consecuentemente, no se aproveche y valorice.
El Informe CYD 2023 destaca la importancia de aumentar la relevancia del conocimiento generado por las universidades, tendiendo puentes estables con el sistema productivo.
Fomentar la internacionalización
La generalidad de las universidades españolas ha integrado con más o menos intensidad la dimensión internacional en su funcionamiento y buscan expandir su alcance en el extranjero. España recibe más alumnos de los que envía fuera: en el curso 2021-2022 había 135.474 estudiantes internacionales en el sistema universitario presencial y 54.163 alumnos españoles estaban matriculados en programas de movilidad. Las universidades públicas acogen a más estudiantes extranjeros (91.985), pero en términos relativos, hay mayor proporción de estudiantes internacionales en las privadas (18, 82%) que en las públicas (7,85%).
La oferta de titulaciones en otro idioma es limitada, un 12%, un porcentaje bajo teniendo en cuenta que España se sitúa en la posición 25 de los 34 países europeos analizados por el EF English Proficiency Index 2022.
Mejorar el acceso y la equidad
Las mujeres son mayoría entre los titulados de grado y máster (60,5% y 57,2% respectivamente, curso 2021-2022), pero a medida que aumenta el nivel de estudios y la carrera académica su presencia mengua: solo el 26,3% son catedráticas y el 25% rectoras. Su presencia está ligada a ámbitos de estudio como educación (77,7% de los matriculados en grado son mujeres), salud y servicios sociales (72,2%) y su presencia es menor en ingeniería, industria y construcción (30,3%) e informática (14,9%).
Según destaca Ángela Mediavilla, responsable del gabinete técnico de la Fundación CYD, “La universidad debe protagonizar la transformación social: hay que persistir en las políticas de igualdad, mejorar el acceso equitativo y promover su rol como ascensor social”.
Acelerar la transformación digital
La universidad debe abrazar la transformación digital desde tres perspectivas: aprender con tecnología, aprender sobre tecnología y prepararse para sus repercusiones. Esto incluye la personalización de la enseñanza, la agilización de la investigación y la automatización de la gestión.
El uso de la inteligencia artificial es a la vez prometedor y complejo, pues introduce tanto desafíos éticos, como la necesidad de formar a los profesionales e invertir en tecnología, retos que deben abordarse con planificación, gestión y recursos.
La aplicación de la IA en la universidad debería centrarse, a futuro, prioritariamente en articular modelos viables de coexistencia, en los que la IA mejore la calidad y el alcance de la información y contribuya a la automatización de tareas administrativas y repetitivas.
No obstante, la digitalización supone un desafío para las titulaciones de la salud, como Odontología, Medicina y Enfermería. Esta transformación implica una formación híbrida que combina simulación virtual, tecnología y prácticas clínicas fundamentales con pacientes.