La rehabilitación del maxilar posterior atrófico con baja densidad ósea con implantes cortos y extra-cortos es muy complicada, debido a la dificultad para la estabilización del implante principalmente. Cada vez más se utilizan implantes extracortos y ultracortos para rehabilitar estas áreas anatómicas sin empleo de técnicas accesorias.
En el siguiente estudio retrospectivo, analizamos implantes de 4,5 mm longitud insertados en zonas posteriores del maxilar superior con un volumen óseo residual de entre 1,5 y 5 mm con una densidad entre 100 y 250 Unidades Hounsfield, insertados mediante un protocolo minucioso de fresado y planificación basado en el análisis del cone-beam, el anclaje tridimensional y la densitometría.
En cuanto al material y métodos, fueron reclutados pacientes en los que se hubiesen insertado implantes en sectores posteriores maxilares de 4,5 mm de longitud, en un volumen óseo residual en altura de entre 1,5 y 5 mm y con una densidad ósea de entre 100-250 Hu medida en el cone-beam de planificación en el período comprendido entre diciembre de 2020 y diciembre de 2021.
El implante fue la unidad de análisis para la estadística descriptiva en cuanto a la localización, dimensiones del implante y mediciones radiográficas.
La variable principal fue la supervivencia del implante y como variables secundarias se registraron la pérdida ósea mesial y distal.
Fueron reclutados 14 pacientes en los que se colocaron 14 implantes que cumplieron con los criterios de inclusión establecidos. La media de la altura ósea de la cresta residual fue de 4,40 mm (+/- 0,78). La densitometría media para todos los implantes estudiados fue de 157,14 Hu (+/-54,97), siendo las Hu más frecuentes 100 y 200 en el 42,9% de los casos, respectivamente. Todos los implantes fueron cargados en dos tiempos quirúrgicos con prótesis atornillada con transepitelial y ferulizados a otros implantes. La media de la pérdida ósea mesial medida en la última radiografía fue de 0,021 mm (+/- 0,25) y la media de la pérdida ósea distal medida en este punto fue de 0,066 mm (+/- 0,34).
Se concluye que el implante de 4,5 mm en sectores posteriores maxilares puede ser utilizado como técnica de rehabilitación mínimamente invasiva, incluso cuando la densidad ósea sea baja, siempre que se realice una correcta planificación y ejecución quirúrgica basándonos en el lecho receptor y las características del mismo.