Desde la aparición de los primeros implantes dentales han sido numerosos los cambios en los mismos, ya sea en morfología macroscópica, microscópica a nivel de superficies, tipos de titanio, conexiones protéticas, longitudes, anchuras, etc. Sin embargo, si hay algo importante, más allá del implante que se coloque, es la posición ideal de dicho implante que, en todo momento, deberá ir guiado por la prótesis que va a soportar. De hecho, nuestros pacientes, en la mayoría de los casos, tan solo piensan en recuperar sus dientes perdidos, y no tanto en los implantes que soportan esos dientes.
Es por ello que en los últimos años, y mediante la utilización de métodos digitales, es posible alcanzar una precisión en la planificación y posterior realización de los tratamientos con implantes que, hasta la fecha, no era posible desde el punto de vista analógico tradicional. De este modo, somos capaces de tener una prótesis provisional o, incluso, definitiva antes de la colocación de los implantes y poder realizar tanto una carga como una «estética» inmediata, o ir generando unos perfiles de emergencia adecuados previos a la colocación de la misma durante el periodo de oseointegración.
«La mejor forma de realizar un tratamiento implantológico, a día de hoy, es mediante la planificación exhaustiva del caso utilizando los métodos digitales de los que disponemos»
Sin embargo, para su realización es necesario llevar a cabo un flujo de trabajo digital que requiere de aparatología específica, como es el caso de una prueba radiológica CBCT y un escáner intraoral debidamente realizado. De la exactitud de los mismos dependerá la correcta correlación de imágenes en el posterior estudio de software de planificación. Del acúmulo de errores en estos pasos previos a la planificación de los casos dependerá el éxito del tratamiento mediante la utilización del software y posterior realización de la prótesis, en este caso, corona implantosoportada atornillada.
Es importante la suficiente estabilidad primaria del implante, tanto para su correcta oseointegración como para la carga protética, y para ello existen dispositivos en el mercado como los indicadores de índice de frecuencia de resonancia que nos aportan información crucial sobre dicha estabilidad.
«Es importante la suficiente estabilidad primaria del implante, tanto para su correcta oseointegración como para la carga
protética»
Concluimos que la mejor forma de realizar un tratamiento implantológico, a día de hoy, es mediante la planificación exhaustiva del caso utilizando los métodos digitales de los que disponemos. Los diferentes softwares de planificación digital son herramientas imprescindibles en la Implantología actual, aunque requieren de una curva de aprendizaje y la utilización de guías quirúrgicas que permiten la colocación de implantes en una posición 3D óptima para lograr la realización protética acorde a las necesidades del paciente.