Los dentistas pueden advertir a los pacientes de la posible existencia de esta patología a través de signos como la hipoplasia del esmalte, úlceras recurrentes o sequedad de boca, entre otros síntomas.
El Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife, con motivo de la celebración del Día Nacional de la Enfermedad Celiaca, el 27 de mayo, recuerda que esta patología puede presentar síntomas de la misma en el estado de la salud bucodental.
Por otro lado, el Dr. Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas explica que «en muchas ocasiones, los síntomas orales pueden ser las primeras o las únicas manifestaciones de la celiaquía en personas no diagnosticadas, por eso el papel del dentista es fundamental en la detección y tratamiento de esta enfermedad”.
La manifestación dental de la celiaquía más frecuente es la hipoplasia del esmalte, ya que la falta de absorción de determinados nutrientes provoca defectos en el esmalte, como rugosidades en la superficie de las piezas dentales, que pueden presentar también un color entre amarillo y marrón. Esta patología no la sufren todas las personas con celiaquía y, además, puede también deberse a otras causas, pero sí es un síntoma que puede alertar al dentista de la existencia de una enfermedad celiaca.
Los síntomas más frecuentes de la celiaquía en la cavidad oral son:
- Xerostomía o boca seca: las personas celiacas sufren sequedad bucal, ya que esta enfermedad provoca que el organismo produzca menos saliva. La disminución de la saliva genera, en primer lugar, una alteración importante en las mucosas las cuales se vuelven irritadas y enrojecidas. Hay que tener en cuenta que la saliva cumple con muchas funciones, siendo una de ellas (y no menor) la lubricación de la cavidad oral. Esta alteración de la mucosa hace que sean más fáciles determinadas infecciones bacterianas o víricas debido a la disminución de las proteínas defensivas.
- Hipoplasia del esmalte: es una afección que aparece en el esmalte dental antes de que erupcionen los dientes y se debe a determinados factores inmunitarios y nutricionales, como falta de calcio, ácido fólico y vitamina B. En estos casos, el esmalte dental es defectuoso y presenta rugosidades o surcos, manchas marrones, amarillentas o blanquecinas. Normalmente, estos signos aparecen en los incisivos superiores y en los primeros molares superiores.
- Caries: como consecuencia de la sequedad bucal, se produce un desequilibrio en la microbiota oral, provocando un gran aumento en el riesgo de caries y de enfermedades periodontales en el paciente. Asimismo, la debilidad del esmalte dental hace que estos pacientes sean más propensos a desarrollar caries.
- Aparición frecuente de aftas bucales: la malabsorción de nutrientes como el hierro sérico, el ácido fólico y las vitaminas B5 y B12 origina que aparezcan llagas de diferentes tamaños, normalmente muy dolorosas, en la lengua, el paladar blando y la mucosa de los carrillos.
Otras manifestaciones menos frecuentes son:
- Glositis atrófica: inflamación de la lengua, que produce ardor y escozor.
- Lengua geográfica: denominada también glositis migratoria benigna, es una alteración de carácter inflamatorio. Suele empezar por una placa blanquecina que se va extendiendo hacia los bordes de la lengua, formando círculos y dibujos con el aspecto de un mapa geográfico.
- Queilitis angular: lesiones o fisuras en la comisura de los labios (boqueras).
Otros síntomas para detectar la celiaquía en la consulta del dentista
Algunos estudios apuntan a una relación entre la enfermedad celiaca y un retraso en la erupción de los dientes de niñas y niños, mientras que otros síntomas que pueden alertar al dentista son la aparición recurrente de aftas, úlceras de tamaño variado, debido también a la deficiencia de determinados nutrientes. Otro de los efectos es la sequedad de boca, debido a los procesos inflamatorios característicos de la celiaquía.
La enfermedad celiaca es una afección del sistema inmunitario, una reacción a la ingesta de gluten, que puede causar manifestaciones clínicas diferentes, no sólo intestinales. Según la Federación de Asociaciones de Celíacos de España, la prevalencia estimada en los europeos y sus descendientes, es del 1%, siendo más frecuente en las mujeres (en una proporción 2:1), aunque un 75% de los pacientes está sin diagnosticar.
Cómo deben cuidar su salud bucodental las personas celiacas
Los pacientes celiacos deben seguir una dieta adecuada. Además de evitar alimentos con gluten, se debe reducir el consumo de productos ácidos o azucarados, ya que fomentan la erosión dental y la aparición de caries. Generalmente, los pacientes con celiaquía pueden tomar productos frescos sin problema (carne, pescado, verduras, frutas…).
El Dr. Óscar Castro Reino insiste en la importancia de que las personas celiacas tengan una rutina estricta de higiene bucodental, cepillándose los dientes con pasta dentífrica fluorada durante dos minutos después de cada comida o, como mínimo, por la mañana y por la noche. “Asimismo, -añade- hay que incidir en la higiene interdental, utilizando seda dental o cepillo interdental para acceder a donde no llega el cepillo. Si el dentista lo considera oportuno, prescribirá un colutorio adecuado para cada paciente, pero en ningún caso sustituirá al cepillado”.
Por último, el presidente de la Organización Colegial hace hincapié en que “las visitas al dentista deben ser periódicas pues, como podemos ver, la enfermedad celiaca y la salud bucodental están estrechamente relacionadas. En este sentido, el dentista es clave por dos motivos: porque puede detectar los signos de esta enfermedad cuando todavía no ha sido diagnosticada y derivar al paciente al especialista para que lo confirme; y porque, una vez diagnosticada la celiaquía, el dentista podrá tratar de forma precoz cualquier afección relacionada con la enfermedad y mejorar así la calidad de vida del paciente”.