Los trastornos temporomandibulares (TMD) son un conjunto de síntomas que afectan la articulación temporomandibular (ATM) y los tejidos circundantes. En España, unos 3 millones de personas padecen de TMD.
Según una publicación de la revista Cureus, los tratamientos no invasivos (fisioterapia, férulas oclusales, etc) así como los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos se prescriben comúnmente para el dolor agudo en TMD. Incluso la toxina botulínica se ha investigado para el tratamiento de TTM, siendo la cirugía la última opción en los casos en los que las técnicas rehabilitadoras no son efectivas.
Ahora, los autores presentan en su artículo la terapia quiropráctica como un enfoque no invasivo que ha demostrado controlar los síntomas de TMD de manera efectiva.
En concreto, el estudio publicado hace alusión a un caso que proporciona información valiosa sobre la eficacia de las mejoras estructurales en los tratamientos quiroprácticos para TMD y sirve como base para futuras investigaciones en esta área.
El caso de una paciente
Se trata de una paciente de 39 años con TTM que se sometió a terapia quiropráctica, incluidos ajustes de la columna, terapia de tejidos blandos y rehabilitación con ejercicios.
Al comienzo, la mujer presentaba dolor y disfunción en ambas articulaciones temporomandibulares desde hacía seis meses. El dolor se localizaba en la zona preauricular y en la sien, y se agravaba al masticar, bostezar y hablar. También tenía bloqueos mandibulares frecuentes y dolor calificado en 6/10 en una escala de dolor.
Se observó crepitación y chasquidos durante el movimiento de la mandíbula y una reducción de 30 mm en la máxima apertura de la boca. No se encontró patología dental en el examen dental y radiografía panorámica. El protector nocturno no alivió los síntomas y no tenía antecedentes médicos o dentales notables.
Después de cuatro semanas de tratamiento del Trastorno temporomandibular con terapia quiropráctica, la paciente notificó una resolución completa de los síntomas y una mejora en la puntuación de la calidad de vida. A partir de entonces, la paciente continuó el tratamiento quiropráctico mensualmente durante seis meses, durante los cuales no informó síntomas y demostró mejoras en su rango de movimiento de la columna, anatomía de boca abierta, y lordosis cervical.
Ensayos controlados aleatorios
Los autores también hacen referencia a un metanálisis reciente de 20 ensayos controlados aleatorios, en el cual igualmente se demostró que la terapia quiropráctica mejora significativamente las medidas de dolor, máxima apertura de la boca (MMO) y discapacidad en pacientes con TTM.
Informan además que, dentro de las terapias quiroprácticas para tratar el TMD, la manipulación espinal y la terapia mandibular manual son las técnicas más efectivas.
Conclusiones
“Nuestro estudio de caso”, concluyen los autores, “proporciona evidencia sustancial de que la terapia quiropráctica es una opción de tratamiento eficaz para TMD y destaca la importancia de las imágenes (fotografías y radiografías cervicales) para documentar los cambios en la biomecánica para el alivio de los síntomas”.
También señalan que se necesita más investigación para evaluar completamente la eficacia de diferentes terapias para TMD, pero que, “no obstante, nuestro estudio de caso contribuye enormemente al creciente cuerpo de evidencia que respalda un enfoque de tratamiento multimodal”.
Fuente: Chu E, Lee W, Chau C, et al. (March 19, 2023) Temporomandibular Disorder Treated With Chiropractic Therapy. Cureus 15(3): e36377. doi:10.7759/cureus.36377
