El flúor, también conocido como «fluoruro», se encuentra de manera natural en diferentes minerales, en el agua de mar y en la atmósfera, en la vegetación, e incluso en diferentes alimentos y bebidas.
También, en algunos países se añade flúor al agua para consumo humano, pues ya ha sido plenamente demostrado que si se agrega flúor, el número de caries en la población disminuye.
Por este motivo, también se añade flúor a productos para el cuidado oral como la pasta de dientes Fluocaril Bi-Fluoré 250 mg, que con la combinación de flúor en forma de dos sales – fluoruro de sodio y monofluorurofosfato de sodio – ayuda a prevenir la caries dental; o en los enjuagues bucales.
Y si fuera necesario, el dentista puede aplicar barniz o gel de flúor en los dientes de aquellas personas que necesiten ese aporte extra, sobre todo, en personas con tendencia a la caries.
Características y componentes del flúor dental
Tal como indica el Colegio de Higienistas, el flúor es el primer elemento de la familia de los halógenos. Generalmente se encuentra en la naturaleza en la forma de su ión, el fluoruro.
Al tener una gran afinidad por el calcio, se asocia a los tejidos calcificados (huesos y dientes), lo que le hace un elemento muy valioso en odontología.
¿Qué función tiene el flúor en el cuerpo humano?
La ingesta de alimentos que contengan flúor ayuda a fortalecer los huesos, debido a su afinidad con el calcio.
En el caso concreto de las propiedades del flúor para la salud dental, estas son varias. Al ingerirlo, como por ejemplo a través de una dieta que incluya alimentos ricos en flúor, adquiere una propiedad o efecto tópico al convertirse en parte de la saliva en pequeñas cantidades. Y al estar la saliva en contacto continuo con los dientes, les ayuda a reconstruir su superficie externa (el esmalte) en caso de que estuviera debilitada.
¿Qué hace el flúor para proteger los dientes?
Gracias a fortalecer el esmalte y hacerlo más resistente, los dientes pueden repeler mejor los ataques de los ácidos que causan la caries, por lo que el flúor dental ayuda a prevenir las caries.
Concretamente, lo hace de dos formas:
Acción sistémica antes de la erupción dental
Esto sucede cuando el flúor que se ingiere a través de los alimentos y bebidas que se proporcionan a los infantes, se concentra en los huesos y en los dientes en desarrollo, y fortalece así su esmalte antes de que erupcionen. Esto facilita la resistencia a la caries.
Acción tópica tras la erupción dental
En el caso de los adultos, el flúor también mejora la dureza del esmalte de los dientes definitivos, pues ayuda a remineralizar dicho esmalte y así prevenir las caries. los. No solo con la ingesta de alimentos y bebidas o incluso suplementos, sino también con el cepillado de dientes diario al usar pasta dental con flúor, que actúa de manera tópica sobre la superficie dental.
¿Cómo sé si la cantidad de flúor es suficiente?
Depende de varios factores.
- Si la predisposición a la caries es baja y los dientes están saludables, el cepillarse los dientes cada día con pastas con flúor sería suficiente.
- Si existe una predisposición a la caries, ya sea en niños o en adultos, aun cuando hay establecida una rutina de higiene bucal diaria, habrá que valorar si es necesario aportar suplementos de flúor, en función de otros posibles aportes de flúor y la edad (especialmente si estamos hablando de niños).
Qué hacer si el aporte regular de flúor no es suficiente
En adultos
Si el aporte de flúor a través de una rutina de higiene bucal adecuada cepillando los dientes al menos dos veces al día o la dieta se piensa que no es suficiente, lo recomendable es acudir al dentista para una valoración, y en función de eso, las formas de aplicar el flúor dental pueden ser varias:
- Enjuagarse la boca con un colutorio con flúor una vez al día.
- Utilizar hilo dental después de cepillado.
- Llevar a cabo un tratamiento profesional con flúor.
¿Y en niños?
Para los niños, lo más importante es establecer una rutina de higiene bucal adecuada cepillando los dientes al menos dos veces al día con pastas de dientes fluoradas. Para elegir la pasta de dientes y la dosis, hay que tener en cuenta su edad.
Si tiene menos de 2 años, cuando empiecen a erupcionar los dientes, se puede usar una pasta dental con flúor pero en muy poca cantidad (similar a un grano de arroz). A partir de los 2 años, la cantidad de pasta será similar al tamaño de un guisante.
En caso de que este aporte de flúor no sea suficiente puede ser necesario aportar suplementos de flúor.
A tener en cuenta:
- Dependiendo de la edad, la cantidad de flúor en la pasta varía.
- El niño o niña siempre debe estar acompañado de un adulto para estar seguros que escupe el dentífrico y no se lo traga.
- Además, si tiene menos de 6 años, no es recomendable que use un enjuague bucal, porque se lo puede tragar.
Efectos secundarios
Aunque el fluoruro es un compuesto de origen natural, y su inclusión en las pastas de dientes y otros productos de higiene bucal es seguro siempre que se sigan las instrucciones escritas en la etiqueta, puede causar efectos secundarios cuando se consume en grandes dosis.
Es en estos casos que se puede producir la fluorosis dental. La fluorosis se produce sobre todo cuando los dientes aún se están formando y consiste en la formación de manchas blancas en la superficie de los dientes.
El exceso de flúor también puede conducir a una enfermedad ósea conocida como fluorosis esquelética; dañar la glándula paratiroidea (lo que puede resultar en hiperparatiroidismo) o incluso aparición de acné, por nombrar algunos.
Estos efectos secundarios, sin embargo, son menos frecuentes y requieren de un consumo prolongado de una cantidad elevada de flúor.