Tras más de medio siglo del nacimiento de la terapéutica implantológica en Odontología, son numerosísimos los tratamientos realizados mediante esta disciplina como opción terapéutica esencial para la rehabilitación oral.
No obstante, también es cierto que, como consecuencia de la gran cantidad de tratamientos implantológicos ejecutados a lo largo de muchos años, los odontólogos nos encontramos ya obligatoriamente inmersos en el estudio y análisis de los problemas y/o complicaciones que esta terapéutica, como cualquier otra, puede generar a medio y largo plazo.
Entre las posibles complicaciones, la afectación inflamatoria/degenerativa en forma de mucositis y/o periimplantitis es de las más relevantes, con una prevalencia entre el 7% y el 12% según estudios (1-5).
El objetivo principal en todos los protocolos terapéuticos frente a esta patología consiste en detener la progresión de la pérdida ósea periimplantaria mediante la eliminación de sobrecargas biomecánicas, depósitos bacterianos y descontaminación de la superficie del implante utilizando simultáneamente procedimientos mecánicos, químicos y de corrección de las prótesis.