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Dr. Juan Manuel Seoane Lestón, Premio Santa Apolonia 2021: «Representa un gran honor para mí»

Por su contribución al prestigio y desarrollo de la Odontología a lo largo de toda su trayectoria profesional, el Consejo General de Dentistas de España ha otorgado al Dr. Juan Manuel Seoane Lestón este significativo premio. Un reconocimiento que, en palabras de su protagonista, «representa un gran honor para mí y conlleva una gran responsabilidad y compromiso con la profesión».

—El Consejo General de Dentistas de España le ha otorgado el Premio Santa Apolonia 2021. ¿Qué supone para usted recibir este reconocimiento en este momento? ¿Es una responsabilidad añadida?

—La magnitud de este importante premio representa un gran honor para mí y, por supuesto, conlleva una gran responsabilidad y compromiso con la profesión, con los colegios profesionales y con la Odontología española en general.

—También es consejero de Honor con condecoración de oro del Consejo General de Dentistas. ¿Qué se siente al ser tan querido dentro del sector y en qué le ayuda a su labor formar parte de la Organización Colegial?

—Durante un largo periodo de mi vida profesional he podido colaborar en el ámbito de la formación continuada (FC); primero dando cursos con el profesor Antonio Aguado y, también, formando parte de las comisiones de FC del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de A Coruña y del Consejo General.

Además, venimos colaborando activamente en las campañas de detección precoz de cáncer oral desde hace muchos años. Estas circunstancias han podido favorecer este reconocimiento, y el hecho de que mi candidatura haya sido apoyada por todos los colegios, es algo que agradezco de forma especial.

—El Premio Santa Apolonia reconoce toda su trayectoria profesional dentro del sector y consolida su prestigio. ¿Cómo diría que su dedicación profesional ha podido contribuir al desarrollo de la Odontología? ¿Qué balance hace de todos estos años de trabajo?

—Mi trayectoria profesional se ha basado en el esfuerzo continuado, el trabajar en equipo y las ansias de aprender y de enseñar vinculadas a mi actividad académica. Sin embargo, no estoy muy seguro de que mi dedicación profesional haya podido contribuir al desarrollo de la Odontología y, si lo ha hecho, es de forma muy modesta. A pesar de ello, cuando echo la vista atrás, me encuentro razonablemente
satisfecho.

«Sin duda alguna, las clínicas dentales en nuestro país proporcionan una Odontología de calidad y con los estándares éticos adecuados»

—En su opinión, ¿cuáles diría que han sido los cambios más significativos que ha experimentado la profesión con el paso del tiempo? ¿Y qué le gustaría ver dentro de la Odontología que no se haya logrado hasta ahora?

—La profesión de dentista en España ha experimentado cambios en los requerimientos de la titulación, donde médicos y odontólogos comparten armónicamente su actividad profesional. También se han producido cambios demográficos, que han permitido el ejercicio multidisciplinar; la profesión se ha rejuvenecido; la mujer ha accedido mayoritariamente al ejercicio profesional; y se ha producido una plétora que potencialmente podría condicionar el adecuado ejercicio profesional.

De otra parte, el desarrollo de nuevas técnicas en todos los ámbitos de la Odontología, modernas tecnologías, nuevos materiales y la digitalización de los distintos procedimientos, son algunos de los principales cambios que hemos vivido en estos últimos años. Respecto a los retos que me gustaría ver logrados en un futuro, principalmente sería el reconocimiento de las especialidades odontológicas, que es una asignatura pendiente de la Odontología española; y el ver una mayor conexión y reconocimiento de la Odontología y sus profesionales dentro del contexto de las Ciencias de la Salud.

«Es cierto que todo es mejorable, pero desde mi punto de vista las facultades de Odontología españolas están en un muy buen  nivel», detalla el Dr. Juan Manuel Seoane Lestón.
«Es cierto que todo es mejorable, pero desde mi punto de vista las facultades de Odontología españolas están en un muy buen nivel», detalla el Dr. Juan Manuel Seoane Lestón.

—¿Desde siempre tuvo claro que quería dedicarse a la Odontología?

—Realmente no. Primeramente aprobé dos convocatorias MIR y las oposiciones de Sanidad Militar, por lo que fui médico de Urgencias. Posteriormente, estuve tres años en el Servicio de Respiratorio del Hospital de Coruña, antes de hacer la especialidad de Estomatología y ser adjunto del Hospital Gómez-Ulla. Después inicié mi andadura como profesor universitario a principios de los años 90 en la Universidad de Santiago de Compostela.

—Respecto a esta faceta suya como docente, Catedrático en la Universidad de Santiago de Compostela, ¿qué valoración hace de la enseñanza de la Odontología en nuestro país? ¿Cómo ve la cantera de dentistas que se forman en las universidades?

—Es cierto que todo es mejorable, pero, desde mi punto de vista, las facultades de Odontología españolas están en un muy buen nivel. Prueba de ello es que varias de ellas -entre estas la de Santiago de Compostela- se encuentran entre las 150 primeras en el ranking de Sanghai. El clima educativo es muy aceptable y la calidad de la «cantera» de alumnos permite asegurar el recambio generacional. Hay que tener en cuenta que nuestros alumnos proceden de un proceso selectivo muy exigente y también es responsabilidad de los docentes obtener lo mejor de cada uno de ellos.

«A pesar de los importantes avances terapéuticos de los últimos 40 años, la mortalidad por cáncer oral no ha disminuido significativamente»

—¿Qué le aporta o ha aportado su faceta investigadora en el ámbito nacional y europeo? ¿Cómo se consigue compaginar dicho aspecto con la docencia y la labor asistencial?

—Las labores de investigación exigen la formación de equipos y nos permiten conocer a otros colegas con las mismas inquietudes, lo que resulta muy gratificante y enriquecedor. En general, todos los profesores universitarios de Odontología reparten su tiempo entre la docencia, la investigación y las tareas asistenciales, predominando alguna de ellas dependiendo de las querencias personales. En mi caso, he de reconocer que es la enseñanza, en las clases, en el contacto con los alumnos, con lo que más disfruto.

«Considero muy recomendable una formación postgraduada  formal o informal, tanto a nivel nacional como internacional»,  cuenta el Dr. Juan Manuel Seoane Lestón
«Considero muy recomendable una formación postgraduada formal o informal, tanto a nivel nacional como internacional», cuenta el Dr. Juan Manuel Seoane Lestón.

—Uno de los motores de su carrera ha sido la prevención del cáncer oral, ¿qué avances ha podido ver en este campo? ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan los especialistas en este sentido?

—A pesar de los importantes avances terapéuticos de los últimos 40 años, la mortalidad por cáncer oral no ha disminuido significativamente y esto ocurre
mayoritariamente por los diagnósticos en estadios avanzados de la enfermedad (retrasos diagnósticos). Además, los esfuerzos por promover actitudes preventivas frente al cáncer oral han sido muy limitados.

No obstante, la comunidad científica ha desarrollado múltiples procedimientos auxiliares al diagnóstico precoz, como algunas tinciones vitales y métodos diagnósticos basados en la luz (quimioluminiscencia, autofluorescencia). También se han desarrollado y evaluado múltiples biomarcadores tumorales, indicadores de la
presencia tumoral, en sangre, saliva y orina; lo que se ha dado en llamar «biopsia líquida».

A pesar de estos avances queda mucho que hacer en la validación de estos procedimientos, la reducción de sus costes y su utilización en la práctica general.

«La profesión de dentista en España ha experimentado cambios en los requerimientos de la titulación, donde médicos y odontólogos comparten armónicamente su actividad profesional»

—¿Puede contarnos en qué consiste el proyecto financiado por el Ministerio de Sanidad para el diagnóstico precoz del cáncer oral que han desarrollado recientemente?

—Uno de los abordajes de este problema es el intento de conseguir una disminución de los tiempos desde que el paciente identifica algún síntoma o signo potencialmente atribuible a un cáncer oral (cáncer oral sintomático), hasta que se establece el diagnóstico de seguridad y se inicia el tratamiento. Nuestro proyecto está encaminado a, mediante Inteligencia Artificial, identificar las barreras que pudiese interponer el sistema sanitario al paciente, y a evaluar las rutas de los pacientes hasta su tratamiento, para minimizar los cuellos de botella o las rutas ineficientes y conseguir tratamientos más precoces, en estadios iniciales de la enfermedad y con mejor pronóstico.

—En nuestro país, ¿cómo definiría la situación de la Odontología en la actualidad? ¿Cuáles son los aspectos que más le preocupan sobre el momento actual que vive la profesión?

—En términos generales, tengo una visión positiva sobre el futuro de nuestra profesión, pero también creo que tenemos que incrementar esfuerzos para mostrar a la sociedad nuestra aportación en el ámbito de la salud y nuestro compromiso con los pacientes y con nuestra comunidad.

—¿Cree usted que nuestra Odontología está al mismo nivel que la de países de nuestro entorno?

—Sin duda alguna, las clínicas dentales en nuestro país proporcionan una Odontología de calidad y con los estándares éticos adecuados. En el ámbito científico-técnico, los procedimientos dentales se basan muy mayoritariamente en la evidencia científica y nuestros sistemas formativos tanto en formación continuada como en formación pre y postgraduada, han mostrado una calidad contrastada. Todo ello me hace pensar que la Odontología española está bien posicionada en el contexto europeo.

FORMACIÓN Y MÁS FORMACIÓN

El Dr. Seoane amplió su formación en el ámbito de la Implantología y la Medicina oral en EE UU y Dinamarca. Pero, ¿qué significó esta experiencia dentro de su trayectoria? «Tengo que agradecer al profesor Antonio Bascones mi motivación hacia la patología médico-quirúrgica, lo que me llevó a intentar formarme en estos ámbitos, tanto a nivel nacional como fuera de España.

Esta experiencia fue tremendamente gratificante y útil. Considero muy recomendable una formación postgraduada formal o informal, tanto a nivel nacional como internacional»

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