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¿Qué hacer tras graduarte en Odontología?

¿Investigador, docente, dentista en la Seguridad Social, odontólogo militar, dueño de tu propia clínica, «fichar» por alguna empresa del sector tras algunos años de experiencia…? Si estás estudiando el Grado en Odontología es posible que aún no tengas muy claro a qué vas a dedicarte cuando lo termines. Las salidas laborales en Odontología son múltiples y variadas, todas ellas alternativas relevantes para el sector. Por todo ello, merece la pena pararse a pensar detenidamente la meta a alcanzar y el camino que marcará el futuro de tu trayectoria profesional.

Según el «Informe Técnico sobre la Demografía de los dentistas en España 2021», realizado por el Consejo General de Dentistas de España, en nuestro país se gradúan, cada año, alrededor de 1.980 nuevos dentistas en las 23 facultades de Odontología públicas y privadas existentes. Esto supone que el número de odontólogos en España se incrementó un 43% entre 2010 y 2020.

Acabar la carrera de Odontología es solo el principio de tu aventura hacia un futuro profesional. Es el momento de la verdad, en el que debes valorar cuál es tu objetivo para diseñar el camino que más te acerque a alcanzarlo. Y es que una de las dudas más recurrentes de los recién graduados a la hora de terminar los estudios es saber qué hacer después.

Si bien la mayor parte de los egresados se decanta por cursar una titulación de postgrado relacionada con una de las ramas específicas de la profesión, con el objetivo de ejercer como especialistas en una clínica dental, existen varias salidas profesionales para odontólogos que, pese a ser algo minoritarias, resultan ser alternativas relevantes para el sector.

Con la intención de despejar, tanto las dudas como ese futuro en ocasiones incierto, a continuación, exponemos algunos de los caminos por los que apostar: desde montar tu propia clínica hasta seguir vinculado a la universidad a través de la docencia y la investigación o, incluso, plantearte formar parte del Cuerpo Militar de Sanidad. Detente a descubrir cuál te interesa.

Ser odontólogo en la Seguridad Social

Formar parte del equipo de odontólogos de la Sanidad pública es una de las opciones que te puedes plantear al terminar la carrera, aunque hay que tener en cuenta que la preparación es dura y el objetivo se suele conseguir a medio o largo plazo. Normalmente, los dentistas que desarrollan su profesión en esta parcela ejercen su labor en atención primaria o en centros de especialidades.

Para lograr una plaza en el sistema público de salud hay que aprobar una oposición, un reto a medio plazo que requiere de una gran preparación. Pero ¿por dónde debe empezar un recién graduado que opte por trabajar en la Seguridad Social?

El Dr. Manuel Enciso Ripoll es odontólogo en la  Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública  de la Generalitat Valenciana.
El Dr. Manuel Enciso Ripoll es odontólogo en la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública de la Generalitat Valenciana.

Para el Dr. Manuel Enciso Ripoll, odontólogo en la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública de la Generalitat Valenciana, «un recién graduado que quiera trabajar en la Seguridad Social debe diseñar su currículum para poder optar a una plaza en el futuro. Es una carrera de fondo. Y debe, por un lado, desarrollar su actividad privada y, por otro, formarse y conseguir ‘puntos’ de cara a un futuro proceso selectivo.

Aconsejo mirar convocatorias en varias Comunidades Autónomas, ya que siempre se podría aprobar oposiciones y, posteriormente, moverse entre comunidades. También es necesario mirar los baremos de cada oposición para entender qué es lo que se tiene más en cuenta. En algunas comunidades los idiomas de las mismas son absolutamente necesarios, pero tener el doctorado, publicaciones, másteres, cursos
de postgrado… gana puntos.

En la gran mayoría de los concursos oposición se valora mucho el tiempo trabajado. Y eso es algo que los recién graduados no tienen. Así que para conseguirlo, deberán apuntarse a las bolsas de empleo de Sanidad, para, poco a poco, ir haciendo sustituciones e ir puntuando. Y, por supuesto, estar pendientes de todos los procesos selectivos de todas las Comunidades Autónomas posibles para presentarse a ellos y mejorar su posición en las diversas bolsas.

En España, en 2020, había unos 40.000 odontólogos, y de esos (sin contar Ceuta, Melilla y Galicia) había 1.378 que trabajaban para el sistema público. Solo 795 tenían plaza fija, y 583 eran interinos. Por lo que, pensando en el largo plazo, habrá siempre necesidad de renovar a esos profesionales. Y precisaremos profesionales preparados».

En lo que se refiere a las principales ventajas, y también desventajas, de trabajar en la Seguridad Social, para el Dr. Enciso, «la estabilidad económica es algo importante y es un trabajo que suele hacerse en horarios más compatibles con la vida familiar. Existen incompatibilidades, pero son relativas, por lo que se pueden hacer horas de Odontología privada o docencia universitaria, previa solicitud y autorización de compatibilidad.

Otra ventaja es la carrera profesional, a medida que nos desarrollamos profesionalmente, iremos ganando más dinero, con topes salariales, por supuesto. Para mí, la mayor de las ventajas es que se desarrolla la profesión en un ambiente médico, multidisciplinar, por lo que tenemos la suerte de sentirnos parte del Sistema Público de Salud.

Como desventajas, la propia ley de incompatibilidades, que nos imposibilita excedernos en horas, pues nuestra actividad principal es la pública. Otra dificultad es la de crecer dentro del sistema, es difícil que veamos un director general odontólogo».

Ángel Alcaide, responsable de Relaciones  Científicas y Profesionales de Oral-B España
Ángel Alcaide, responsable de Relaciones Científicas y Profesionales de Oral-B España

Para Ángel Alcaide, responsable de Relaciones Científicas y Profesionales de Oral-B España, quien también ha ejercido su profesión durante un tiempo en este ámbito de la Salud pública, «la Seguridad Social es muy interesante. Qué duda cabe que trabajar como empleado público a nivel de organización personal y de estabilidad es un plus que hay que tener en cuenta. La esencia sigue siendo la misma, sigues atendiendo a gente y les tienes que sacar del problema que tienen. En la Seguridad Social estás más limitado en cuanto al espectro de tratamientos que vas a hacer, pero te llegan pacientes de patologías con mucha más variedad y también vas a aprender mucho de ello».

Odontología militar

Formar parte del equipo de Sanidad militar, si bien es una alternativa algo más desconocida, es otra de las salidas profesionales por la que puede decantarse un dentista.

La Dra. Elana Villalta es Teniente Coronel de la Guardia Real.
La Dra. Elana Villalta es Teniente Coronel de la Guardia Real.

El Cuerpo Militar de Sanidad está formado por diferentes especialidades de Medicina, Farmacia, Veterinaria, Psicología, Enfermería y Odontología. Su misión es prestar apoyo preventivo, asistencial y pericial a las Fuerzas Armadas. Por tanto, y si quieres desarrollar tu carrera en el Ejército, ésta puede ser una buena opción.

Éste fue el caso de la Dra. Elena Villalta, Teniente Coronel de la Guardia Real. «Para mí, el motivo principal por el que decidí formar parte de la Odontología Militar fue que siempre había practicado mucho deporte de competición y, en cuarto de carrera, me hablaron de la posibilidad de hacerme odontóloga militar, ya que en el Ejército se fomenta mucho el tema deportivo. Por ello, me informé bien, y decidí prepararme la oposición, sin plantearme otra salida profesional.

La oposición consta de un temario específico de Odontología, unas pruebas físicas y un psicotécnico. Al aprobar la oposición se hace una formación militar en las tres Academias Militares (Tierra, Aire y Armada), más una formación en la Escuela Militar de Sanidad de nueve meses, hasta que sales de Teniente. En mi caso, fui destinada a la Policlínica del Cuartel General del Aire, en Madrid, y en el año 2005 me destinaron a la Guardia Real, donde llevo trabajando desde entonces».

«Formar parte del equipo de Sanidad militar, si bien es una alternativa algo más desconocida, es otra de las salidas profesionales por la que puede decantarse un dentista»

En cuanto a las ventajas que la Dra. Villata considera que aporta esta opción, «la principal es que eres funcionaria con plaza fija, con la tranquilidad que eso supone. Además, hay actividades diarias propias del empleo militar que hacen el trabajo dinámico y diferente de lo que es la práctica privada, como son las maniobras, los actos militares o las misiones en el extranjero (yo he estado dos veces en Afganistán en un hospital de campaña)».

Su consejo, pues, a la hora de elegir una salida viable dentro de la Odontología, y por la parte que le toca, es aconsejar el Ejército.

«Se convocan dos plazas anuales y, aunque es complicado aprobar a la primera, seguiría insistiendo en ello. Es una salida profesional que proporciona muchas satisfacciones a nivel profesional y humano», concluye.

«AUNQUE NO ES UNA ELECCIÓN SENCILLA, HAY QUIEN TIENE MUY CLARO QUE DESEA MONTAR UNA CLÍNICA DENTAL, EMPRENDIENDO ASÍ SU PROPIO NEGOCIO»

Montar tu propia clínica dental

Aunque no es una elección sencilla, hay quien tiene muy claro que desea montar una clínica dental, emprendiendo así su propio negocio.

Para ello, es de vital importancia, también, contar con nociones básicas sobre gestión de centros dentales y ser conscientes del esfuerzo que conlleva.

El Dr. Jorge Ferrús codirige, junto a la Dra. Patricia Bratos,  la Clínica Ferrús & Bratos en Madrid.
El Dr. Jorge Ferrús codirige, junto a la Dra. Patricia Bratos, la Clínica Ferrús & Bratos en Madrid.

El Dr. Jorge Ferrús, codirector, junto a la Dra. Patricia Bratos, de la Clínica Ferrus & Bratos, nos cuenta su experiencia. «Como opción laboral, nosotros trabajamos primero unos años como especialistas y, más tarde, con el dinero que pudimos ahorrar, nos decidimos a abrir nuestra primera consulta de especialidades en Pinar de Chamartín (Madrid).

Desde ese momento, hemos ido creciendo hasta pasar por dos mudanzas, cuando las clínicas se iban quedando pequeñas para todo lo que queríamos ofrecer. Ahora, tenemos un centro en esa misma zona, y una segunda clínica que hemos abierto recientemente en la calle Velázquez».

No obstante, el Dr. Ferrús advierte de que «montar una clínica recién terminada la carrera lo consideramos una temeridad, ya que acabas de ‘aterrizar’ en el mundo real laboral y es necesario un periodo en el que conozcamos cómo funciona. Por eso, consideramos imprescindible trabajar por cuenta ajena unos años y, a ser posible, formarse en algún área para poder conocer el sector, el trato al paciente, las relaciones laborales, la tecnología…

Además, al especializarnos podemos conocer a fondo una rama de la Odontología.

Cuando echamos la vista atrás, de dónde hemos venido, no podemos estar más orgullosos de dónde hemos llegado. Sin embargo, también reconocemos que por aquel entonces, hace 14 años, no teníamos ni idea de todas las dificultades que
nos íbamos a encontrar en el camino. Pero eso es lo que forma parte de un emprendimiento: arriesgar y, tras mucho esfuerzo e incertidumbre, triunfar o fracasar».

Pero, por encima de todo, desde Ferrus & Bratos aconsejan «formarse en los mejores postgrados que se pueda y trabajar en sitios de referencia donde sepas que practican una Odontología de calidad, porque si uno se acostumbra a trabajar con vicios, luego es muy difícil quitárselos».

Para abrir tu clínica dental, una buena opción también puede ser asociarte con algún compañero para poder contar con un apoyo y compartir el peso que dicha actividad conlleva.

En este sentido, el Dr. Martínez Corría afirma que «puede ser una idea buena para el profesional, si considera que ya tiene una formación suficiente, el asociarse con varios para montar una clínica. Porque, cada vez más se tiende a una cierta especialización. Tener una buena formación en todo es complicado, por lo que una buena opción puede ser asociarse varios profesionales», concluye.

«Fichar» por alguna empresa del sector

Otra de las salidas profesionales del odontólogo, aunque más a largo plazo, es apostar por el lado empresarial de la Odontología, participando en la promoción de
empresas del sector proveedoras de clínicas y laboratorios dentales. Se trata de un perfil dotado también de aptitudes comerciales y comunicativas.

Ángel Alcaide, odontólogo y responsable de Relaciones Científicas y Profesionales de Oral-B España, comenta su experiencia en este ámbito, tras haber optado previamente por emigrar dos veces al Reino Unido, trabajar en la Seguridad Social, trabajar para clínicas privadas, impartir cursos de postgrado y montar su propia clínica dental.

«Después de todo ese periplo de perfiles profesionales, la parte empresarial me llamó la atención porque, en ese momento, en mi entorno más cercano había mucha
gente involucrada en empresas grandes y me despertó la curiosidad. También porque creía que, habiendo probado ya todo lo anterior dentro de la Odontología, aquí podía tener una mayor diversidad de desarrollo profesional. Además, en este tipo de rol tenía una capacidad de organización del trabajo más flexible, que a nivel familiar era lo que en ese momento más me convenía o necesitaba. Volvería a trabajar en todos los sitios que he trabajado porque todos ellos me han supuesto una satisfacción profesional y personal».

Para Alcaide existen dos beneficios irremplazabes a la hora de decantarse por un trabajo como el suyo. «Hay una ventaja muy edificante, y es que estoy en contacto con los líderes de opinión a nivel odontológico, a los cuales antes seguía como puro admirador, y ahora tengo la oportunidad de trabajar, codo con codo, con ellos. Estar cerca de gente del nivel al que están las personas con las que estoy en contacto es, desde mi punto de vista, casi más personal que profesional, muy satisfactorio. Como también lo es trabajar en una empresa multinacional, ya que todo lo que sea abrir las perspectivas, y recibir opiniones y experiencias de diversas culturas y entornos también es muy enriquecedor y es un plus de este tipo de trabajo».

No obstante, Alcaide advierte y aconseja a los recién graduados tener, como en su caso, experiencias previas antes de elegir esta opción de desarrollo profesional. «Si yo hubiera elegido esta experiencia como mi primer puesto de trabajo me habría
perdido tantísimo, que, directamente, no podría hacer este trabajo, o lo haría mal. Mi recomendación sería que al terminar la universidad la gente busque un trabajo en el cual pueda desarrollar los conocimientos y las habilidades específicas que han adquirido durante la carrera. También salir fuera, aprovechar… pero desarrollando el trabajo de dentista como tal, porque hay que poner en práctica todo lo aprendido.

Y a partir de ahí, sí, cuando se hayan acomodado en esa situación, tratar de ampliar un poco la perspectiva y no pensar que la Odontología es solo la consulta, sino que hay muchas más maneras de ayudar a la gente, de atender al paciente, de mejorar la salud de las personas más allá del gabinete. Entonces sí, si se les plantea esa opción, pero antes han tenido que vivir esa experiencia. Meterse en una empresa nada más terminar la carrera quizás no sería lo ideal desde el punto de vista del desarrollo profesional de ese dentista. Antes hay que haber estado en consulta, desde luego», concluye.

Completar tu formación y especializarte

Seguir formándote siempre es una buena opción. Incluso realizando otra carrera, ya que encontrar una rama afín a la titulación ya obtenida puede ser un buen complemento.

Ahora bien, si decides seguir estudiando porque buscas especializarte en un área concreta de la Odontología, la mejor forma es cursar un Máster, lo que contribuirá a mejorar tus conocimientos y encontrar la especialidad que más te guste dentro del sector. Además, es la mejor decisión para insertarse en el mercado laboral, ya que el plan de estudios es más práctico que el del grado y los postgrados están muy bien valorados.

En opinión del Dr. Manuel Enciso, «todos optamos por formarnos lo mejor que podamos en postgrados, y eso siempre nos ayuda a valorar a qué queremos dedicarnos. En mi caso, pasar por el postgrado de Odontología Médico-Quirúrgica Hospitalaria de la Universidad de Valencia con los Dres. Silvestre, Simó y Santolaya fue determinante en mi elección».

El Dr. Ramón Martínez-Corría, en su Clínica  Dental Brånemark Madrid, especializada en  tratamientos de implantes dentales, Cirugía Oral  y Periodoncia.
El Dr. Ramón Martínez-Corría, en su Clínica Dental Brånemark Madrid, especializada en tratamientos de implantes dentales, Cirugía Oral y Periodoncia.

Por su parte, para el Dr. Ramón Martínez Corría, experto en Implantología y Cirugía Oral, «para formarse bien hay que dedicarle mucho tiempo, con la formación de pregrado no es suficiente. La formación es la mejor inversión que puede haber para un profesional».

Desde la Clínica Ferrús & Bratos, el Dr. Jorge Ferrús asegura que «cuando terminamos de estudiar la carrera, nuestra prioridad, y lo que aconsejamos a todo el mundo, fue formarnos como especialistas en los que consideramos los mejores postgrados que había en ese momento de cada especialidad».

También es importante tener en cuenta, sobre todo en los estudiantes con vocación docente, que los másteres oficiales permiten el acceso a estudios de doctorado. Existen numerosos centros con formaciones especializadas en las distintas ramas de la Odontología y con excelentes bolsas de trabajo para la posterior incursión en el mercado laboral.

Trabajar en el extranjero

Decidirse a ampliar conocimientos en el extranjero es una más de las opciones por las que un recién graduado puede decantarse. De hecho, emigrar puede parecer la única alternativa para muchos profesionales que quieren trabajar en aquello a lo que han dedicado su formación.

Tal y como recuerda la Dra. Estefanía Moreno, coordinadora junto al Dr. Miguel Ángel Martín, del Departamento Internacional Profesional, DIP del COEM, «hay países sin paro en el el sector odontológico, tales como la República Checa, Lituania, Malta, Letonia, Noruega, Holanda, Suiza y Polonia y, en un segundo grupo, con tasas de paro de entre el 0,7% y el 4%, Alemania, Finlandia, Suecia, Dinamarca o Portugal».

Por su parte, el Dr. Martín asegura que «la estrella siempre ha sido Reino Unido, pero con el Brexit ya no es tan atractivo. Ahora el destino más atrayente es Francia, porque las condiciones laborales son muy favorables. También son buenos destinos los países de habla alemana: Alemania, Austria, Suiza…, son países con salarios altos, los horarios son incluso mejores que en Francia, tienen numerus clausus muy estrictos y una población de odontólogos muy envejecida, con lo cual se prevé una mayor jubilación y, por tanto, una mayor necesidad de dentistas a medio plazo», asegura.

Si te gusta la docencia y la investigación

Formar a futuros odontólogos, ¿por qué no?. Si te interesa el mundo de la docencia o de la investigación desarrollar tu carrera en el ámbito universitario puede ser otra de las opciones. Para ello, junto con la obligatoriedad de contar con una excelente formación, es necesario el estudio de un postgrado para acceder a un doctorado. Un profesor universitario está, además, vinculado con responsabilidades relacionadas con la investigación, ya que una parte de su actividad puede consistir en la participación en proyectos de I+D y en su posterior difusión en publicaciones especializadas.

La docencia y la investigación son otras dos salidas laborales tras acabar la carrera de odontología
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Y es que la investigación es una excelente vía para innovar y profundizar en distintas ramas de la Odontología. Por su dilatada experiencia profesional, Ángel Alcaide asegura que «participar en un equipo docente es muy enriquecedor, ya que te permite ver la Odontología desde muchos otros puntos de vista y tener contactos frecuentes con compañeros que te aportan su experiencia, su día a día. La docencia es enriquecedora cien por cien. Es muy exigente, porque no podemos pretender a enseñar si antes no hemos tenido nosotros la oportunidad de ejercerlo, pero no le veo ningún punto negativo. Totalmente recomendable», corrobora.

Además de la de profesor universitario o investigador, existen otras opciones profesionales relacionadas con la docencia y la investigación. Entre ellas, la de impartir docencia en ciclos formativos de grado medio y de grado superior o ser técnico de formación en salud, figura que se encuadra en el área de recursos humanos de una clínica o de un hospital y cuya función principal es detectar necesidades formativas en los profesionales sanitarios del centro con la finalidad de ofrecer a cada uno de ellos un plan de formación personalizado.

Accede a la Guía de Formación de Gaceta Dental.

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