Cada año, durante el mes de agosto, UNICEF y sus aliados celebran la Semana Mundial de la Lactancia Materna, cuyo objetivo es la protección, promoción y apoyo de la lactancia materna en los diferentes ámbitos de la sociedad.
El lema de este año, cuya iniciativa se ha celebrado del 1 al 7 de agosto, se ha centrado en la iniciación temprana de la lactancia materna, una estrategia clave para la supervivencia del niño y para la consecución de uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM 4): reducir la mortalidad infantil.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y las organizaciones internacionales de pediatría recomiendan alimentar a los bebés exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses de vida.
Es importante recordar que la lactancia materna tiene múltiples ventajas tanto para el bebé como para la madre. En los niños, los anticuerpos de la leche materna disminuyen hasta en un 70% las infecciones respiratorias y de oído, protege frente a la diabetes infantil y la obesidad, y reduce en un 50% las posibilidades de muerte súbita. Y, en la madre, reduce el riesgo de hipertensión arterial, la diabetes tipo II, el cáncer de mama y de ovario, y ayuda a la recuperación tras el parto.
Además, tal y como nos recuerda el Consejo General de Dentistas, este tipo de lactancia interviene en el desarrollo de la musculatura oral, la respiración y la fonación del bebé, favoreciendo una óptima salud bucodental en el futuro del recién nacido. Estos son los principales beneficios para el bebé:
Fortalecimiento de la musculatura oral
El ejercicio que supone para el lactante obtener su alimento fortalece la musculatura oral y el desarrollo armónico de la mandíbula. Además, promueve una correcta forma del paladar y aumenta el flujo salival.
Respiración
El crecimiento inadecuado de la mandíbula afecta a la respiración del bebé y, como consecuencia, influye en el sueño, en la memoria y en la concentración.
Habla
La posición de los labios en el pezón favorece el desarrollo perioral y la posterior pronunciación de fonemas.
La higiene oral en recién nacidos y bebés
Asimismo, el Consejo General de Dentistas ofrece una serie de recomendaciones para que los padres realicen una correcta higiene oral en recién nacidos y bebés:
- Limpiar las encías del bebé masajeándolas con una gasa húmeda.
- No meterse el chupete en la boca, ni compartir cubiertos o vasos. De esta manera se evita el intercambio de bacterias que causan enfermedades orales.
- Comenzar con el cepillado, usando pasta dentífrica fluorada (tamaño de un grano de arroz) cuando le salgan los primeros dientes.
- Pedir cita con el dentista cuando el bebé cumpla el primer año.
