El hecho, denunciado por el Colegio de Dentistas de Sevilla, – quien se ha personado en el caso como acusación particular – ha sido resuelto por parte del Juzgado de lo Penal de Sevilla con la condena a un protésico y a una higienista dental.
Por un lado, deberán realizar el pago de una multa de 2160 euros cada uno por un delito de intrusismo profesional tras realizar, en una paciente, funciones correspondientes a la profesión de dentista sin tener la titulación. Y además, deberán indemnizar a dicha paciente con la cantidad de 4875 euros.
Según dicta el juez en su sentencia, queda expresamente probado que los acusados intervinieron en boca de la paciente de la siguiente manera:
El protésico dental “careciendo de la titulación de dentista, retiró la prótesis de la paciente, la reparó y se la volvió a colocar”.
Y la higienista, continúa la sentencia, “careciendo de la titulación de dentista, le colocó a la paciente chimeneas caídas de los implantes”.
El juez destaca que los hechos considerados probados constituyen un delito de intrusismo profesional del art. 403 párrafo primero, inciso primero CP (redacción original, anterior a LO 1/2015), que establece: «El que ejerciere actos propios de una profesión sin poseer el correspondiente título académico expedido o reconocido en España de acuerdo con la legislación vigente, incurrirá en una pena de multa de seis a doce meses».
El presidente del Colegio de Dentistas de Sevilla, Luis Cáceres, quiere recordar a la población la importancia de asegurarse de que el profesional que les está tratando la boca sea un dentista, ya que es el único profesional capacitado para diagnosticar, tratar o prescribir cualquier tratamiento relativo a la cavidad oral.
Según el doctor Cáceres, solo un dentista puede colocar la prótesis dental en la boca del paciente y adaptarla a las peculiaridades de la cavidad oral de cada persona a fin de prevenir que sean dañinas.
Desde la asesoría jurídica de la institución colegial se sigue persiguiendo este delito, que es el intrusismo profesional, debido al grave peligro que supone dejar la salud bucodental en manos de personas sin la titulación adecuada.