Recientemente ha saltado a la actualidad la existencia de una niña robot cuyo objetivo es, entre otros, ayudar a los estudiantes de odontología a formarse en la práctica de las emergencias con niños.
Así lo declara la empresa japonesa Tmusk, que lo ha elaborado en colaboración con el Departamento de Ortodoncia de la Universidad de Showa.
Gracias a esta colaboración, se ha logrado diseñar un robot tan parecido a un niño humano morfológica y comportamentalmente hablando, que es capaz de imitar vómitos, convulsiones y llanto.
Estas respuestas se controlan de manera inalámbrica desde un ordenador de mesa o una tablet, desde donde se envían señales a cilindros de aire dentro de las articulaciones del robot de silicona, lo cual provoca movimiento y otras expresiones.
En concreto, es capaz de moverse e imitar a un niño tanto con la boca y el habla (puede llorar, expresas dolor), el cuerpo (agita brazos y piernas), la cara (se puede poner pálida o roja) y la cabeza, los ojos (los mueve de un lado al otro), el pecho (incluso se pueden auscultar sonidos cardíacos) y los brazos (se le puede medir la presión arterial).
La niña robot pesa 23 kg, mide 110 cm de alto y refleja una edad de entre cinco a seis años.
Fuente: Tmsuk co., ltd