Con el fin del uso de las mascarillas, primero en exteriores y recientemente en interiores, ha surgido lo que ha dado en llamarse el “Síndrome de la cara vacía”. O lo que es lo mismo, cómo muchos adolescentes no quieren quitarse la mascarilla que durante casi dos años les ha ocultado la mitad de la cara, porque al despojarse de ella, tienen miedo a burlas o ser rechazados por su aspecto. En el cual, por supuesto, está incluido su estética dental.
Lo que a priori puede parecer un tema pasajero y que ‘ya se irá resolviendo’, pone sin embargo al descubierto un problema mucho más importante y del que han hablado recientemente en la Revista Americana de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial (AJO-DO).
Se trata de un estudio sobre la prevalencia de autolesiones entre 699 escolares (339 niñas y 360 niños) Concretamente estudiantes de octavo grado (de 13 a 14 años de edad) que completaron cuestionarios anónimos.
El resultado fue que más de la cuarta parte de los alumnos (26,9%) se provocaban autolesiones. Y dentro de este porcentaje, la autolesión como resultado de las características dentofaciales era una de las causas en casi la mitad (47,9%) de los adolescentes consultados. Siendo las más comunes el color y la forma de los dientes, el espacio entre los dientes o la falta de dientes y que los dientes anteriores maxilares sean prominentes.
Entre los resultados no se encontró diferencias significativas de la incidencia de autolesiones entre géneros.
Hay que saber, por tanto, cómo prestar ayuda a quien presente este nuevo “síndrome de la cara vacía”. Y en caso de no poder resolver la situación con los adolescentes dentro de la familia o entorno, buscar asesoramiento o ayuda. Además, si los problemas bucodentales que le están causando inseguridad se pueden solucionar con un dentista, es aconsejable acudir a una consulta para ver los pasos a seguir.
Si bien muchos de ellos pueden ser reticentes, ya sea por miedo al dentista o por otros motivos, es importante hacerles entender la necesidad de tener visitas regulares con un profesional, precisamente para evitar o corregir cualquier tipo de problema que se pueda presentar en sus bocas. No en vano, este año, el Consejo General de Dentistas de España ha puesto en marcha la I Campaña de Salud Oral y Adolescentes, en la que uno de los objetivos era precisamente la revisión de jóvenes entre 11 y 21 años. Ya que, tal como dice el propio texto, la cuestión estética es una de sus principales preocupaciones.