La Dra. Lea Modena conoció Kenia por primera vez cuando apenas era una adolescente. Desde entonces, siempre tuvo claro que quería formar parte de este país. En la actualidad, aquella niña que soñaba con poder ayudar a los habitantes de las olvidadas zonas rurales se ha convertido en odontopediatra y ha fundado la ONGD Mayana Project, una organización cuyo objetivo es atender las emergencias dentales en las poblaciones más vulnerables de Kenia.
— Mayana Project es una ONGD (Organización No Gubernamental para el Desarrollo) fundada en el año 2019, ¿cuál es el objetivo y qué necesidades se quieren cubrir con su creación?
— Desde su nacimiento hace tres años, y legalmente asociación desde hace uno, se han llevado a cabo diversas misiones con el objetivo de poder atender las emergencias dentales en las poblaciones de Kenia más vulnerables.
— Desde su nacimiento hace tres años se han llevado a cabo diversas misiones en Kenia, ¿en qué han consistido y cómo han mejorado la vida de los habitantes de esas comunidades?
— Las misiones dentales consisten en 7 días de trabajo donde realizamos extracciones e higienes dentales. Mucha gente me pregunta por qué no ofrecemos otros servicios más conservadores y mi respuesta es siempre la misma: si no puedo hacer un seguimiento de mis pacientes, no voy a jugármela.
Hacer otro tipo de tratamientos como reconstrucciones, endodoncias, o incluso implantes, implica hacer controles para ver que todo va bien. Nuestros pacientes vienen de los poblados más pobres y rurales y lo más seguro es que nunca más vuelva a ver a un paciente que he tratado.
— La pandemia ha marcado sin duda, un antes y un después, ¿en qué grado se han visto afectados vuestros proyectos por la pandemia?
— Al principio trabajábamos en el poblado de Loiyangalani (condado de Marsabit). La Covid19 generó una situación todavía más acentuada de las desigualdades sociales en las zonas rurales del Lago Turkana, además de crear una situación política inestable por decirlo de alguna manera. Por esa razón, decidimos trasladar el proyecto a una zona más segura: el condado Turkana y, en concreto, el “Lodwar County referral Hospital”.
El objetivo de la misión es hacer participar a los locales para que sientan como propio el proyecto
— ¿Qué acogida ha tenido Mayana Project entre la comunidad y qué papel juega el personal local en cada misión que lleváis a cabo?
— Como directora del Proyecto Mayana me considero solamente una intermediaria entre los voluntarios y la población local. El objetivo de la misión es hacer participar a los locales para que sientan como propio el proyecto.
Para los doctores locales es un intercambio de conocimientos; y, para los demás participantes, un trabajo muy concreto de organización. De hecho, si no fuera por los locales no podríamos hacer nada.
Me gusta que Mayana Project sea la fuerza de integración: ellos y nosotros, para conseguir la continuidad en nuestras misiones.
— ¿Cuál es la situación bucodental de los habitantes de las comunidades en las que ha trabajado Mayana Project?, ¿en qué estado os habéis encontrado su salud bucal y cuáles han sido los tratamientos más urgentes que habéis realizado?
— Hemos visto que la situación bucodental es diferente según la zona. En las ciudades, los habitantes son grandes consumidores de azucares refinados sin saberlo porque hay supermercados. Y muchos productos son procesados.
Sin embargo, en las zonas rurales puede ocurrir que los pacientes tengan dolor por alguna caries aislada, normalmente por culpa de los terceros molares.
Nos ha llamado mucho la atención las inmensas raíces que presentan sus dientes.
— Kenia se había convertido en su lugar recurrente de vacaciones desde que era muy joven. Y el catalizador de Mayana Project fue conocer a la comunidad indígena del Lago Turkan, ¿qué nos puede contar de ella y su situación en aquel momento?
— A mis 14 años mi padre me llevó a Kenia de viaje en la costa y a un safari. Estar allí me suscitó mucho interés en conocer a la población local y ver dónde y cómo vivían. Desde ese momento, siempre fue mi deseo formar parte de ese país.
Realicé algunas clases de swahili porque conocí a Linda, una chica que había sido adoptada por un español. Un día, cuando estaba en Kenia, me explicó que su padre keniata se estaba muriendo; y me preguntó si podía visitarlo y decirle que la esperara para verla por última vez.
En ese momento me encontraba de vacaciones en la costa, cogí un vuelo a Nairobi y estuve viajando tres días en autobús. Finalmente, llegué a su cabaña y pude transmitirle el mensaje.
Una vez allí, empecé a conocer las distintas comunidades de la zona (poco turística) y me encontré con algunas agencias médicas que realizaban cirugías menores a los habitantes.
Hablando con el Dr. Glenn (cirujano de «Mission to Heal») me hizo reflexionar sobre el sentido que tenía crear una ONG que se dedicara a las emergencias dentales, ya que en la zona había muchos casos de dolor por infección dental. Y así, misión tras misión, fuimos teniendo más experiencia y creando, conjuntamente con los habitantes del Lago Turkana, el proyecto Mayana.
Por cierto, el padre de mi amiga Linda la esperó antes de morir.
Me gusta que Mayana Project sea la fuerza de integración: ellos y nosotros, para conseguir LA CONTINUIDAD en nuestras misiones
— ¿Qué necesidades tiene vuestra ONGD en la actualidad?, ¿cómo se puede colaborar con Mayana Project tanto a nivel profesional, económico o de material sanitario?
— A nivel profesional cualquier odontólogo y auxiliar son bienvenidos a prestar sus servicios a esta comunidad.
Las aportaciones económicas las utilizamos para la logística. La población Turkana vive en un área muy extensa y los Community Health Volunteers (CHV) se dedican a avisar y desplazar a los pacientes más comprometidos económicamente hasta la misión odontológica.
En cada misión necesitamos material desechable: anestesia (lidocaína/articaína), agujas, gasas, algodones, antibióticos y analgésicos.
— ¿Cómo animaría a colaborar con vuestra ONGD?, ¿qué experiencia van a vivir aquellos que formen parte de sus misiones?
— Van a vivir una experiencia muy, muy intensa. Es importante que los voluntarios tengan mucha capacidad de adaptación. En Kenia nunca se puede tener absolutamente todo controlado, siempre pasan cosas.
Es importante que los voluntarios se integren totalmente con el resto del “team local”, que se esfuercen por entender que las costumbres no son las mismas que las de los españoles. Y, sobre todo, que eviten tener conversaciones que puedan incomodar.
Poder ver cómo vive la gente de otro mundo es toda una experiencia per se, y poder ayudar compartiendo nuestro tiempo y nuestro trabajo es algo precioso.
¿Quieres ser socio, realizar alguna aportación o convertirte en voluntario de Mayana Project? En los siguientes enlace encontrarás toda la información que necesitas:
– Socios, voluntarios y aportaciones: https://mayanaproject.org/sponsors-donaciones-y-voluntariado/
– Información general: https://mayanaproject.org/