¿Cómo gestionar mi propio estrés? ¿Cómo gestionar el estrés del equipo o de los pacientes en la clínica dental? Para dar respuesta a estas cuestiones, el Dr. Diego Stancampiano, odontólogo y director del Título de Experto y Especialista Universitario en Neurociencias Aplicadas a las Ciencias de la Salud por la PgO -Escuela de Postgrado en Odontología de la UCAM (Universidad Católica de Murcia), ha publicado esta obra que nos da herramientas para ser mejores gestores de nosotros mismos y, como consecuencia, de todo nuestro entorno para conseguir que el trabajo diario nos genere menos estrés y, por lo tanto, más productividad y más felicidad.
El ritmo de vida, la realización de multitareas, la digitalización de las clínicas y de la comunicación nos llevan a un desgaste que, para muchos profesionales, genera más cansancio y estrés que el trabajo en sí mismo. En las últimas décadas, la Odontología también ha evolucionado en cuanto a aparatología, técnicas, estética, materiales…, pero hay algo de lo que nadie se ha ocupado hasta ahora y es precisamente lo que causa más malestar en la consulta y en la profesión: el estrés.
— ¿Por qué ha decidido escribir una obra dedicada a la Neurociencia aplicándola a la Odontología?
— Soy la tercera generación de odontólogos de mi familia. Nací en la casa de mi abuelo Cayetano donde él tenía su propia consulta, y luego me crié correteando en la de mi padre Carlos. Desde aquellos tiempos hasta hoy he visto cómo ha evolucionado la Odontología y es evidente el aumento de los efectos nocivos del estrés en la consulta.
Hace 30 años, cuando estaba en la Facultad, ya me interesaba el funcionamiento del cerebro y cómo condiciona nuestras conductas, por lo que comencé a estudiar lo que unos años después se conoció como «Neurociencias». Me di cuenta de que el conocimiento de cómo funciona nuestro cerebro es fundamental, pero es algo que nos faltaba en la profesión.
Cuando hace unos 20 años empezaron a surgir diversos cursos sobre gestión de la clínica dental, comprobé que no había ninguno que profundizara lo suficiente en la tarea de mostrar a los odontólogos técnicas sobre la gestión de nuestro propio estrés o el de nuestros pacientes, precisamente cuando la profesión odontológica está en el «top ten» de las ocupaciones que más predisponen al síndrome de burnout o del trabajador quemado.
Comencé entonces a investigar, a aplicar lo aprendido en mi consulta y posteriormente se me dio la oportunidad de dar una serie de conferencias a colegas y amigos. Preparé unos cursos sobre el tema y la compilación de toda esa información, ha derivado en este libro. Esta obra recoge trabajos de numerosos neurocientíficos, psicólogos y psiquiatras que he adaptado a la dinámica del sector dental en la práctica diaria.
Este proyecto se engloba en tres cursos universitarios, Experto, Especialista y Diploma que, próximamente, se impartirán en la Escuela de Posgrado de la UCAM, Universidad Católica de Murcia. Es un proyecto muy interesante porque no solo los odontólogos y nuestros equipos lo necesitamos, sino todos los trabajadores de la salud en general.
— ¿Es posible eliminar el estrés de las consultas?
— En realidad, no se trata de conseguir la eliminación total del estrés porque siempre va a estar presente en nuestra consulta. Sería como anular el factor humano y eso es imposible. Se trata más bien de gestionarlo. Si tratas de reprimir el estrés, lo aumentas. Para ello, podemos actuar en tres campos de trabajo:
1. Gestionar el estrés propio. Podemos aprender a reconocer y manejar nuestras dinámicas cerebrales para poder enfrentarnos eficientemente a la resolución de las situaciones propias de nuestro trabajo. Porque cuando ponemos un pie en la clínica es para solucionar la problemática de nuestros pacientes. Un gran porcentaje de nuestra tarea consiste en enfrentarnos a problemas y eso no debería tomarnos por sorpresa.
2. Gestionar el estrés dentro del equipo de trabajo. En la Odontología de hoy, si no tenemos un equipo de trabajo eficiente, no seremos capaces de llevar adelante nuestros objetivos. Para ello, existen distintas dinámicas de grupo, destinadas a anticiparse y manejar, de manera colectiva, las situaciones más estresantes.
3. Gestionar el estrés del paciente. Conociendo cómo funciona mi mente y mi cerebro, también puedo comprender y detectar los indicadores de estrés en mi paciente y utilizar ciertas técnicas para gestionarlo como la escucha activa, «labeling» o etiquetado, «un post-it mental», entre otras.
En el libro van a encontrar muchas técnicas como, por ejemplo, la mencionada anteriormente como labeling o etiquetado, que consiste en detectar y diferenciar las diferentes emociones de los pacientes. No es lo mismo el paciente que tiene miedo, que aquel que viene desilusionado o cansado de pasar por varias clínicas…, son emociones diferentes que hay que aprender a etiquetar y a gestionar.
— A su parecer, ¿por qué se sufre tanto estrés en las consultas de Odontología y en la sociedad en general?
— El estrés y las enfermedades asociadas a mente y cerebro son los trastornos que más están aquejando a la sociedad actual. El Alzhéimer y la demencia senil cada vez se dan en pacientes más jóvenes porque, según los neurocientíficos, estamos haciendo un mal uso de nuestro cerebro.
Las neurociencias han demostrado que el cerebro no puede trabajar en modo «multitarea o multitasking», no puede hacer muchas cosas a la vez, de manera eficiente y con un desgaste razonable. Aquellos profesionales que trabajan en su consulta y a la vez gestionan la casa, los hijos, organizan equipos de trabajo, ponencias en congresos, etc., están en continuo modo de multitarea, lo que acelera el deterioro cerebral.
Si no se conoce el funcionamiento del cerebro, se empieza a utilizar mal esta máquina perfecta y como efecto secundario, comienza a generar adrenalina y cortisol en exceso que mantienen en tensión todo el tiempo a tu organismo. Además, no solo provocan que seas menos feliz en tu profesión, sino que además puedes enfermarte, que suba tu tensión arterial, y según algunos estudios, se pueden alterar parámetros como la glucosa en sangre y el colesterol… y todo, en gran parte, porque no se sabe cómo gestionar esto de manera adecuada. Este libro está orientado precisamente a esta tarea, a enseñarnos cómo podemos utilizar la mente para cambiar el cerebro, para reducir el estrés en la clínica y ser más felices en nuestra profesión.
el conocimiento de cómo funciona nuestro cerebro es fundamental, pero es algo que nos faltaba en la profesión
— ¿Para quién está dirigida esta publicación?
— Este no es un libro solo para dentistas, sino para todos los que están trabajando en el entorno de una clínica porque los mecanismos del estrés son iguales para todos. Una recepcionista no tiene por qué saber de Odontología, pero sí de técnicas para reducir el estrés, muy útil para cuando los pacientes llegan a una cita o llaman y cuentan un problema que tengan, y puedan ayudarlos sin que eso los altere.
En el libro encontrarán dinámicas que se aplican a todo el equipo, no solo a los odontólogos. «La Neurociencia aplicada a la Odontología» es un libro que todo el mundo puede leer y entender. Y si, a medida que lo vamos leyendo, lo vamos poniendo en práctica, pondremos también orden en todos los aspectos de nuestra vida, no solo el plano laboral.
— En su libro habla de «Odontología emotiva», ¿a qué se refiere?
— No se trata de la emoción usada como herramienta publicitaria, sino puntualizar el hecho de que el paciente no sabe de Odontología, pero sí está expuesto al temor, a la ansiedad, y a la felicidad de lucir una sonrisa bonita o poder comer…
En el libro se habla de una serie de técnicas para conectar con esa parte emocional del paciente. Porque, además de tratar los dientes y las encías, también debemos tratar esa parte emotiva y no dejarla de lado. Por lo tanto, cuando hablamos de Odontología emotiva consiste en organizar nuestras dinámicas de trabajo referidas a la parte de la comunicación con el paciente, dedicarle tiempo suficiente para explicar lo que se debe hacer, planificar las visitas, en definitiva, la Odontología emotiva es estar muy centrados en la parte emocional del paciente, lo cual es muy importante en cuanto a la receptividad y eficacia de un tratamiento odontológico.
— ¿Qué podemos hacer ya para gestionar el estrés?
— Los neurocientíficos han detectado tres hábitos que nos ayudan:
1-Hacer menos tareas a la vez. Centrarnos en una tarea, dejar el «multitasking». Conviene determinar cuáles son las tareas más importantes o urgentes que tienes que hacer en cada momento y conscientemente, no agregar otras. Ocuparte de una sola cosa.
2-Dedicar más tiempo a cada una de tus tareas. Hacer cada tarea con más tiempo, con más consciencia y dedicación, aumentará la efectividad en nuestro desempeño y nos otorgará calma.
3-Tener menos cosas. Tenemos muchas posesiones que cuidar o sostener con nuestra atención, que nos insumen mucha energía y no nos dan felicidad. Esto sucede en todos los ámbitos de la vida, y la consulta odontológica no es la excepción. Si no usas algo, deshazte de eso, porque las posesiones e ideas que no aplicas, consumen recursos neuronales que restas a otras tareas.
Estos tres puntos han generado diversos movimientos a nivel mundial. Los tres principales son los que llamo las «Tres M». El primero es el «Mindfulness», llevar deliberadamente la atención al momento presente, no estar en el pasado ni adelantarte al futuro. Una técnica de meditación desarrollada por el Dr. Jon Kabat-Zin, que trata de centrar nuestra atención al aquí y el ahora, mejorando nuestro desempeño y nuestra salud.
El segundo es el «Movimiento Slow». Hacer menos tareas, pero con mayor calidad, como desde hace años viene demostrando el Dr. Primitivo Roig y su equipo de colaboradores, abanderando la Slow Dentistry: «más Odontología en menos pacientes» con mejores resultados, menos estrés y más productividad.
El tercer movimiento es el «Minimalismo». Consiste en quitar de nuestra vida todas las cosas que no nos traen felicidad, que generan una carga neuronal y que no nos hacen ser más eficientes.
Este no es un libro solo para dentistas, sino para todos los que están trabajando en el entorno de una clínica dental
— Desde el punto de vista de la Neurociencia, con tanto estrés en el presente, ¿qué nos espera en el futuro?
— Hay mucha gente yendo muy rápido hacia ninguna parte, llevando una vida totalmente inconsciente. Nuestra profesión no escapa a la regla. Compramos cosas que no necesitamos, hacemos técnicas porque lo hemos visto en un anuncio, o lo dijo alguien en las redes sociales, o nos lo ha dicho un colega… No hay tiempo para contrastar la información y corroborar las fuentes.
Parte de la humanidad ya se ha detenido a pensar, más aún con esta pandemia, y poco a poco se van uniendo a estos movimientos que he comentado. Las personas que paren el ritmo, redacten sus objetivos y tracen una ruta, tendrán éxito. El resto corre el riesgo de colapsar. Porque nuestro sistema nervioso no puede aguantar esta cantidad de información, que es lo que los psicólogos denominan «infoxicación», intoxicados de información. Vivimos en ese ritmo automático y sin dirección. Está en cada uno de nosotros hacer lectura de todo esto.
Menos estrés, más productivo
Si quieres reducir el estrés en la consulta, ser más creativo y, por tanto, más productivo, o si necesitas conocer técnicas para poder resolver situaciones tomando las decisiones más eficientes, «Neurociencia & Odontología. Manejo del estrés en Odontología» es para ti.
Hay muchas publicaciones a nivel mundial sobre Neurociencias, pero este libro del Dr. Stancampiano es el único centrado en el ámbito de la Odontología y fácilmente comprensible por todos aquellos que nunca se hayan adentrado en la Neurociencia y quieran conocer cómo funciona el cerebro y la mente para trabajar de forma mucho más productiva.
Ficha Técnica
Título: «Neurociencia & Odontología. Manejo del estrés en Odontología».
Autor: Dr. Diego Stancampiano.
160 páginas. Tapa dura.
Tamaño: 23 × 17 × 2 cm.
ISBN: 978-84-120868-0-5
¡Consigue tu ejemplar!