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Tabaco y alcohol: los enemigos de tu salud oral

De sobra son conocidos los efectos que producen el tabaco y el consumo no moderado de alcohol en la salud en general (enfermedades respiratorias, patologías cardíacas, algunos tipos de cáncer o alteraciones durante la gestación, entre otros). Pero el alcohol y el tabaco también producen efectos nocivos en la salud oral. Su consumo se asocia a determinadas patologías como el cáncer oral o enfermedades periodontales. Y son la causa del fracaso de muchos tratamientos dentales.

¿Qué efectos tienen el alcohol y el tabaco en tu salud oral?

Tal y como nos presenta el Consejo General de Dentistas en esta infografía publicada en el número 11 de su revista “Consejos de tu dentista”, el consumo de alcohol y tabaco tiene los siguientes efectos en tu salud oral:

  • El alcohol y el tabaco producen manchas en las piezas dentales, son la causa de la enfermedad periodontal, predisponen a padecer cáncer oral y alteran la composición de la saliva.
  • El alcohol, por su parte, también produce sequedad de la boca, predispone a la erosión dentaria y aumenta el riesgo de traumatismos faciales.
  • El consumo de tabaco provoca la llamada halitosis o mal aliento, disminuye la percepción de olores y sabores, retrasa la cicatrización de las heridas en la boca, aumenta el dolor tras las extracciones, provoca el fracaso de los implantes y predispone a la infección por hongos.

¿Qué sustancias tóxicas contienen los cigarrillos?

Los cigarrillos contienen una gran cantidad de sustancias tóxicas que son nocivas para nuestra salud general y nuestra salud oral. Además de estas sustancias, no debemos olvidar la composición de los filtros, fabricados en acetato de celulosa (que retienen parte del alquitrán y del humo); y del papel que, cuanto más poroso sea, más aire permite pasar durante la combustión del cigarrillo.

Nicotina

Se trata de una sustancia química que provoca que las personas se vuelvan adictas al tabaco.

Arsénico

Este elemento químico, conocido por su alta toxicidad, se usa como compuesto en el veneno para ratas.

Metanol

Se trata de un disolvente industrial. Es más conocido como alcohol metílico y se utiliza para elaborar combustibles, disolventes y anticongelantes.

Amoniaco

Este gas incoloro, de olor muy penetrante, aumenta los niveles de nicotina libre.

Butano

Otro gas incoloro, utilizado como combustible de uso doméstico. También se encuentra en la gasolina, el líquido de los mecheros y algunos aerosoles.

Cadmio

Metal pesado tóxico que se utiliza en la fabricación de pilas.

Alquitrán

Tal y como describe el Instituto Nacional del Cáncer (NIH), se trata de una “sustancia química que se produce cuando se quema el tabaco. El alquitrán contiene la mayoría de las sustancias químicas que causan cáncer y otras sustancias químicas nocivas del humo de tabaco”.

Monóxido de carbono

Es un gas venenoso sin olor y sin sabor que impide que los glóbulos rojos lleven suficiente oxígeno a los tejidos y órganos, provocando la conocida como hipoxia.

Relleno

Se trata de trozos de tallos y otros desechos de la hoja del tabaco que se añaden al cigarrillo.

Azúcar

Quizá uno de los compuestos menos conocidos. Al arder, refuerza el efecto adictivo de la nicotina.

¿Qué sucede en tu cuerpo cuando dejas de fumar?

Los efectos positivos tras el abandono del hábito tabáquico son casi inmediatos y tu cuerpo comienza a experimentarlos apenas veinte minutos después de fumar el último cigarrillo.

  • 20 minutos: mejora la circulación periférica, la presión arterial y la frecuencia cardiaca.
  • 8 horas: bajan los niveles de nicotina y de monóxido de carbono en sangre.
  • 24 horas: la nicotina se elimina. Mejoran el olfato, el gusto y el aspecto de la piel.
  • 48 horas: se normaliza la cantidad de monóxido de carbono, disminuye la mucosidad bronquial y el riesgo de infarto.
  • 72 horas: se facilita la respiración y se relaja el broncoespasmo.
  • De dos a doce semanas: mejora la circulación.
  • De tres a nueve semanas: mejora la tos y la respiración.
  • Un año: se reduce el riesgo de infarto al 50%.
  • Diez años: el riesgo de cáncer de pulmón se reduce al 50%. El riesgo de infarto se iguala al de una persona no fumadora y se reduce el riesgo de otros tumores.
  • Quince años: el riesgo de accidente cerebro-vascular es igual que en una persona no fumadora.

Como ves, cesar el hábito tabáquico y el consumo de alcohol solo reporta beneficios a tu salud. ¿A qué esperas para intentarlo?

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