Nuevos tiempos, nuevas necesidades formativas
Siempre con la vista puesta en la atención al paciente, los odontólogos postpandemia deben reunir un conjunto de cualidades que determinarán su éxito profesional. Destreza motora, habilidades interpersonales y comunicativas, y ¿por qué no?, un «toque artístico» son solo algunas de ellas. De estos y muchos más asuntos de interés para los profesionales presentes y futuros podrás encontrar información práctica y detallada aquí y en la nueva edición de la Guía de formación de Gaceta Dental, ya a tu disposición.
No solo de conocimientos viven los profesionales de la Odontología. Eso es algo que cualquier alumno o alumna descubrirá desde sus primeros meses de estudio. Un gran dentista no necesita tener únicamente un amplio nivel de educación, el conocimiento y la experiencia para llevar a cabo una multitud de procedimientos, sino que también precisa desarrollar otras características, cualidades y habilidades.
A diferencia de otros profesionales de la salud, los dentistas deben dominar los aspectos más científicos o médicos de su profesión y mucho, mucho, más. «Buenas personas, buenos empresarios y buenos artistas». Los conocimientos médicos se sobreentienden. La clave reside en el ejercicio de la profesión, ya que muchos abren su propio negocio, convirtiéndose en empresarios, con todo lo que esto conlleva.
Rasgos principales de un dentista de éxito
Centrados en la atención al paciente, los odontólogos postpandemia deben reunir un conjunto de cualidades que determinarán su éxito profesional. La American Dental Education Association (ADEA) ha definido los rasgos principales con los que debe contar un profesional de éxito en nuestros días.
Destreza manual
Esencial para la actividad diaria de estos profesionales es la capacidad de realizar movimientos precisos en la boca, manteniendo, en todo momento, la concentración y atención. El dentista debe tener habilidades motoras finas y una gran capacidad para manipular herramientas con precisión y mano firme en un espacio pequeño.
Cómodo en relaciones personales muy cercanas
No hace falta ahondar demasiado en el concepto. Físicamente, el dentista pasa la mayor parte de su tiempo con su cara y manos extraordinariamente cerca de sus pacientes. Obviamente, la falta de distancia no debe ser un impedimento para desarrollar su trabajo en las condiciones más adversas.
Un paso más allá, el paciente debe sentirse muy cómodo pese a la ruptura de su espacio de seguridad. En este punto es el dentista quien debe lograr que desaparezcan todos los prejuicios y miedos de sus pacientes y hacer de la experiencia en su clínica un momento lo más relajado posible.
EL DENTISTA DEBE TENER HABILIDADES MOTORAS FINAS Y UNA GRAN CAPACIDAD
PARA MANIPULAR HERRAMIENTAS CON PRECISIÓN Y MANO FIRME EN UN ESPACIO PEQUEÑO
Psicología y asertividad
El trabajo de un odontólogo comienza cuando el paciente abre la boca para mostrarle sus necesidades, pero, analizadas éstas, debe decidir qué tratamiento es el mejor para esta persona y sus condiciones físicas y económicas. Conocer esas circunstancias en poco tiempo es algo esencial. En apenas unos minutos deben ser capaces de reconocer ante qué tipo de paciente están y analizar sus rasgos personales esenciales.
La ADEA señala que «los dentistas con más éxito intentan aprender todo sobre sus pacientes a un nivel más personal antes de comenzar el tratamiento para que así los pacientes se sientan más cómodos. Eso les tranquiliza, les hace sentir que el dentista realmente se preocupa por ellos como personas, no solo por sus bocas».
Confianza
Este es un rasgo esencial, por trivial que parezca. Los dentistas trabajan con objetos metálicos afilados en la boca, un área muy sensible del cuerpo y, en ocasiones, tienen ante ellos a pacientes cargados de miedos y ansiedades. En este difícil contexto, la seguridad y confianza que sepan transmitir a sus pacientes es vital. Brindar una experiencia libre de dolor es una tarea importante y uno de los pilares para construir una relación profesional duradera.
Ser capaces de transmitir serenidad, confianza y tranquilidad es un paso más para ganar credibilidad y mejorar la experiencia de paciente.
EL DESEO DE APRENDER Y DE DOMINAR TODAS LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS Y TÉCNICAS ES ESENCIAL PARA DESTACAR EN UN MERCADO ENORMEMENTE COMPETITIVO
Habilidades interpersonales
Muy unidas con el punto anterior, estas habilidades permitirán crear un vínculo médico/paciente. Así, mostrar su cara más personal a los pacientes, hablar con ellos y ser amable y compasivo son habilidades esenciales en el día a día. Y esto pasa por tomar en serio sus quejas sobre el dolor y sentir una gran empatía. Estas habilidades marcan la diferencia en la experiencia del paciente. La primera impresión telefónica, la llegada al consultorio, la sala de espera, el trato de la recepción… Estos son los detalles que hacen pensar que estamos ante un profesional «diferente».
Personas orientadas a los detalles
Trabajar en un espacio extraordinariamente pequeño no es fácil, por eso es esencial que estos profesionales sean capaces de percibir la más mínima desalineación en la boca, el más mínimo detalle diferente, algo que puede causar estragos en la mordida y la salud del paciente.
Un toque artístico
Aunque para los profanos resulte algo llamativo, la Odontología tiene en sí misma una parte artística porque requiere a la vez dominio y técnica. La Odontología no se basa en mantener una salud bucal adecuada, sino que también es una práctica muy enfocada hacia el bienestar y la estética. Una gran parte tiene como fin restaurar los dientes y devolver a los pacientes una sonrisa hermosa y con ella, su confianza.
Ganas de aprender
La Odontología es un campo en constante evolución. Todos los días se introducen nuevas tecnologías que hacen que los procedimientos dentales sean más cómodos, más efectivos y más asequibles. El deseo de aprender y de dominar todas las nuevas tecnologías y técnicas es esencial para destacar en un mercado enormemente competitivo.
Fuerte liderazgo
La mayor parte de los dentistas debe liderar un equipo de higienistas, técnicos y asistentes dentales; gestionando, además, su propio trabajo y la dirección de otros empleados. Asimismo, deberán tomar decisiones financieras y de marketing, además de dar un nuevo impulso tecnológico al negocio.
Pasión por la profesión
«Los dentistas exitosos disfrutan del trabajo que realizan todos los días y están fascinados con la boca y todas las conexiones que tiene con el resto del cuerpo», explican desde la ADEA. No se entiende esta profesión, como otras relacionadas con la Sanidad, sin un fuerte componente vocacional que permite superar las vicisitudes del día a día.
Carácter social
En esta profesión hay un componente asistencial importante. Preocuparse por la salud de los demás, por sus problemas, es un rasgo innato de todos los profesionales sanitarios y los dentistas no van a la zaga. Así, muchos odontólogos participan en proyectos sociales, acercando la atención a colectivos desprotegidos o en riesgo de exclusión.
Empático o preocupado por los sentimientos de los pacientes
Debido a que los dentistas trabajan en un espacio muy pequeño y sensible del cuerpo, un buen profesional se comunica con su paciente durante cada paso de un procedimiento, asegurándose de que entienda el tratamiento, que todo esté bien y que no experimente dolor.
Buen comunicador
«Un dentista exitoso tiene una gran capacidad para resumir procedimientos y procesos complejos en un lenguaje simple para que el paciente pueda comprender cualquier procedimiento que el dentista sugiera», añaden los responsables de la ADEA.
Orientación al paciente
Este debe estar situado en el primer plano. El dentista tiene que velar por su paciente, por su salud, pero también debe ajustarse a sus realidades. Existen muchos componentes en la ecuación y a veces hay tratamientos eficaces que sabemos que esa persona no va a poder asumir. Hablarle con confianza y con sinceridad siempre será lo mejor. No olvidar abordar el futuro: la situación personal de cada paciente cambia a lo largo de su vida por lo que las puertas deben quedar abiertas de par en par para tratamientos posteriores.
NO SE ENTIENDE ESTA PROFESIÓN SIN UN FUERTE COMPONENTE VOCACIONAL QUE PERMITA SUPERAR LAS VICISITUDES DEL DÍA A DÍA
Habilidades comerciales
Tener buenas habilidades comerciales puede ser realmente útil para estos profesionales. La mayoría de los dentistas comienzan su propia práctica inmediatamente después de completar sus residencias y su capacitación. Esto significa que están a cargo de la administración de su propio negocio, incluida la contratación y capacitación del personal, la revisión de los gastos, los asuntos legales y las medidas necesarias para fidelizar pacientes y atraer a nuevos.
+ TOP 10 HABILIDADES 2021
Según la escuela de negocios IEBS, las 10 habilidades más demandas por el mercado laboral en 2021 son:
- Resiliencia o capacidad de adaptación a entornos nuevos.
- Pensamiento crítico para lograr nuevas ideas.
-
Compromiso con la misión y visión de la empresa.
- Flexibilidad para adoptar nuevas formas de trabajo.
- Trabajo en equipo y colaboración con los compañeros.
- Mentalidad de crecimiento o en desarrollo constante.
- Aprendizaje constante e independiente para incorporar nuevas tecnologías, programas y sistemas.
- Creatividad no solo entendida como habilidad artística, sino como la capacidad de salir de la zona de confort.
- Toma de decisiones en base a datos o Big Data.
- Habilidades digitales que nos permitan ser 100% productivos de forma remota.
+ DENTISTAS
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay 39.764 dentistas colegiados, lo que supone un 2,5% más que en 2019. Los profesionales de la Odontología son los colegiados sanitarios que más han aumentado en el último año.
Asimismo, el Consejo General de Dentistas de España ha publicado su Informe Técnico sobre la Demografía de los dentistas en España 2021, en el que analiza varios parámetros como la ratio habitantes/dentista y reparto de los profesionales por grupos de edad y género. El presente estudio revela que entre 2010 y 2020 se ha producido un incremento del 43% en el número de dentistas en España, situando la ratio habitantes/dentista en 1.192.