La pandemia ha afectado a casi todos los aspectos de la vida cotidiana, desde el trabajo, pasando por la educación y el ocio. Sin embargo, uno de los efectos más significativos puede darse en la práctica de la asistencia sanitaria, incluida la odontología.
Sin embargo, no solo la práctica de la odontología se ha visto afectada por el distanciamiento social. Los hábitos de salud bucodental de los pacientes también han sufrido importantes cambios.
A continuación, se enumeran algunas de las repercusiones del distanciamiento social en la salud bucodental.
Consultas virtuales
¿Y si la atención odontológica práctica no es una opción para el paciente? En este sentido, hablamos de pacientes de alto riesgo, aquellos que no pueden salir o los que no quieren exponerse al virus.
Algunos procedimientos no pueden realizarse de forma virtual, pero las revisiones básicas y rutinarias de salud bucodental no se encuentran entre ellos. De hecho, la teleodontología es una opción ideal para garantizar la continuidad de la atención a los pacientes. Y ya no solo en tiempos de pandemia, sino incluso en el mundo pospandémico.
Las revisiones y consultas a distancia pueden garantizar un tratamiento más eficaz para los pacientes que pueden tener dificultades para acudir a las citas en persona, especialmente cuando se requiere un seguimiento frecuente, como ocurre con la ortodoncia.
Además, las consultas virtuales pueden mejorar la calidad y la eficacia de la atención al paciente en la consulta. Los dentistas podrán clasificar a los pacientes a distancia, lo que contribuye a la eficacia de la programación. Por ejemplo, los profesionales podrán evaluar con mucho mayor alcance el problema y el tiempo estimado para tratarlos al programar las visitas en la consulta. Esto reducirá los tiempos de espera de los pacientes y evitará aglomeraciones en las salas de espera.
Un aspecto importante de la teleodontología es transmitir a los pacientes que la atención a distancia no es simplemente una medida provisional para evitar el virus. Por el contrario, hacer que los pacientes reconozcan las ventajas de la teleodontología permitirá que tanto el odontólogo como el paciente se beneficien de diversas ventajas como la comodidad, la accesibilidad y la eficiencia.
El distanciamiento social y la salud bucodental del paciente
Aunque la práctica de la teleodontología tiene importantes beneficios, también ha supuesto un impacto negativo en el paciente, ya que la vida en el ámbito digital puede conducir fácilmente a una percepción sesgada de la realidad.
Estudios recientes han demostrado, por ejemplo, que el predominio de las reuniones en Zoom ha dado lugar a importantes problemas de salud mental. Entre los más frecuentes se encuentra lo que los psicólogos han denominado Dismorfia de Zoom. Se trata de un trastorno caracterizado por una imagen física de sí mismo muy distorsionada (y negativa), provocada por una cantidad desproporcionada de tiempo dedicado a verse en videollamadas.
Dismorfia de Zoom
La Dismorfia de Zoom es una forma de trastorno dismórfico corporal (TDC). Al igual que los que sufren TDC, los pacientes con Dismorfia de Zoom pueden fijarse en los defectos percibidos. A menudo, una persona con TDC se obsesiona con “corregir” un defecto que en realidad no existe o que es mucho menos importante de lo que percibe.
Se podría pensar que el TDC afecta únicamente a la percepción que el paciente tiene de su cara y su cuerpo. Pero esta dismorfia afecta también a la percepción que los pacientes tienen de sus dientes y encías. Este hecho se agudiza en la Dismorfia de Zoom como consecuencia de ver la propia cara proyectada en la pantalla de vídeo durante largos períodos de tiempo. Estos pacientes pueden fijarse en sus rasgos faciales, especialmente en la boca y los dientes, lo que los lleva a insistir en procedimientos «correctivos» innecesarios e incluso agresivos.
Sin embargo, el deseo de los pacientes de tener una sonrisa bonita no tiene por qué convertirse en un trastorno dismórfico. Por ejemplo, algunos pacientes recurren a trucos que han leído en Internet para blanquear los dientes, como el uso de carbón desactivado como agente blanqueador. Los dentistas incluso están observando una tendencia alarmante entre sus pacientes adolescentes de limar sus dientes o añadir pedrería y rejillas caseras basándose en vídeos que han visto en Internet.
Por ello, ofrecer una atención dental de calidad tras la COVID significará no solo aprovechar las ventajas de la teleodontología, sino también revertir los daños potenciales que los pacientes se han podido infligir.
Fuente: Oral Health Group