La Federación Dental Internacional (FDI) ha publicado una guía práctica sobre ergonomía para profesionales dentales. Dentro de su proyecto Health & Safety in the Dental Workplace, hacen hincapié en la importancia de mantener una buena higiene postural en el trabajo desarrollado en la clínica.
Enmarcado en el Día Mundial de la Salud y la Seguridad en el trabajo, la FDI ha compartido su «Guía de ergonomía y buena postura para profesionales dentales». En ella resaltan la importancia de encontrar el equilibrio entre la salud del clínico y la atención esmerada al paciente.
Las consecuencias de no mantener una buena postura para profesionales dentales
La boca, como zona de trabajo principal en la clínica, plantea unos retos que invitan a adoptar posturas poco óptimas. Con el objetivo de dar el mejor trato al paciente y llegar a todos los recovecos, se sacrifica la ergonomía al trabajar. Y esto tiene como consecuencia el desarrollo de trastornos musculoesqueléticos, provocando lesiones que ponen en riesgo no solo su salud, sino también la calidad de su trabajo.
Entre las molestias más comunes, según una encuesta realizada para el proyecto, están el dolor de cuello y en la espalda baja, que además es más habitual en mujeres. Y si se continúa desatendiendo su tratamiento y prevención, pueden derivar con los años en lesiones más graves. La primera recomendación para prevenirlas se puede trasladar a cualquier entorno laboral: moverse de manera regular y no mantener una misma postura durante mucho tiempo.
Posiciones y posturas de trabajo del odontólogo y del auxiliar
Tres factores a tener en cuenta para un trabajo más ergonómico: postura, visión e instrumental
Cómo mantener una buena postura al trabajar
Una buena postura para profesionales dentales pasa por controlar la posición de la cabeza, el torso, los brazos y los pies. Todo interviene a la hora de trabajar cómodos con una postura ergonómica que permita atender adecuadamente al paciente si poner en riesgo su salud.
La posición del asiento es fundamental
Debe estar colocado a la altura de las rodillas y ligeramente inclinado hacia delante, para que al sentarse las caderas estén ligeramente más elevadas. Los pies deben apoyarse por completo en el suelo, creando ángulos de 90º entre el pie y el tobillo, y en las rodillas. El reóstato debe estar cerca de los pies, intentando que el ángulo de la rodilla no sobrepase los 100º al usarlo. El objetivo es mantener el peso adecuadamente repartido y no poner más presión en alguno de los lados del cuerpo.
La cabeza y el torso correctamente alineados
El torso se proyectará ligeramente hacia arriba para respetar la curvartura natural de la espalda y colocar los hombros atrás y abajo, relajados. Estos deben mantenerse sobre las caderas. Si es necesario, se puede recurrir al respaldo para proporcionar apoyo lumbar. Por su parte, la cabeza se debe inclinar ligeramente hacia adelante, pero siempre alineada con los hombros. Y la línea interpupilar estará en línea con el horizonte con una variación menor de 20º.
Los brazos pegados al cuerpo
Los brazos han de caer relajados a los lados del cuerpo, ayudados por la fuerza de la gravedad. Los codos se colocarán pegados al cuerpo, extendiendo los antebrazos y muñecas hacia delante. Para cuidar de estas últimas, lo más recomendable es mantenerlas rectas siempre que sea posible, ubicando los dedos en la zona de tratamiento a una altura que sea cómoda y no entorpezca la visibilidad.
Con estos puntos bajo control, y si no hay circunstancias especiales que así lo indiquen, se colocará al paciente a una altura que permita al clínico realizar el tratamiento sin ningún impedimento a nivel físico.
Cuidando la visión y la iluminación
Según las recomendaciones del FDI, lo principal es encontrar un equilibrio entre la luz directa y la indirecta a través del uso de espejos dentales. Para poder trabajar tener una visión lo más amplia posible de la cavidad bucal sin sacrificar una buena postura, el profesional dental deberá indicar al paciente cómo colocar la cabeza para facilitarle el acceso.
Además, se puede ayudar de lentes o microscopios que le permitan tener una vista más en detalle sin modificar las directrices posturales que cuidan de su salud. Por los que hacer uso de estos materiales así como de los espejos es fundamental para realizar un trabajo de calidad sin perder la forma.
Elegir el instrumental adecuado y colocarlo apropiadamente
El uso del instrumental también puede afectar a la fatiga muscular, especialmente aquellos que requieren de una mayor fuerza de pinza para sujetarlos. Lo ideal es elegir material ligero y cómodo, que no requiera más esfuerzo que sujetar un bolígrafo. En este caso, el FDI ha identificado la silicona como el material más confortable para los profesionales del sector ya que facilita el agarre de los mismos. Además, posicionar correctamente los instrumentos en la bandeja puede facilitar su utilización y la coordinación con el personal auxiliar a la hora de realizar el tratamiento.
Cuidar de todos estos factores resultan en una mejora de la salud postural de los profesionales dentales. De esta manera se previenen lesiones que puedan poner en riesgo su desarrollo laboral o imposibilitarles para llevar a cabo determinados tratamientos.