Un estudio británico investigará esta forma de reducir la ansiedad en los más pequeños. Para ello, tratarán a los menores en sus casas en lugar de recurrir a servicios hospitalarios para recibir sedación o anestesia general para someterse a tratamientos dentales a consecuencia de su temor.
Investigadores de la Universidad de Sheffield en Reino Unido han anunciado el inicio de una investigación basada en analizar si la terapia cognitivo-conductual puede ayudar a los niños que tienen miedo a acudir al dentista. Según los autores de este estudio, la ansiedad provocada por este temor les puede producir a medio y largo plazo complicaciones en su salud bucodental.
En el estudio participarán 600 niños de 30 clínicas dentales de Inglaterra y Gales. La investigadora principal, la profesora de la Facultad de Odontología de la Universidad de Sheffield, Zoe Marshman, afirma que, a consecuencia del miedo al dentista, «la ansiedad es muy común en los niños y puede provocar una mala salud bucal con más caries y extraciones de piezas dentales».
En este sentido, añade que «tradicionalmente los dentistas han derivado a los niños con ansiedad dental a servicios especializados en sedación o anestesia general. Este enfoque no es eficaz para reducir su miedo y es posible que se pasen toda la vida evitando ir al dentista. Se necesita desesperadamente una forma sencilla y rentable de ayudar a los más pequeños para que no padezcan esa ansiedad».
De este modo, Zoe Marshman y su equipo investigarán la terapia cognitivo-conductual con recursos especialmente diseñados para comprender por qué el niño está ansioso y brindar a los dentistas información y opciones sobre los procedimientos que deben adoptar para paliar este problema.