A propósito de un caso clínico
Introducción
Aunque se siga creyendo que la era digital es el futuro, no somos conscientes de que en nuestro entorno llevamos trabajando desde hace muchísimos años con infinidad de elementos digitales que nos facilitan la vida y nos aportan unos mejores y más rápidos resultados en los tratamientos de nuestros pacientes.
Solo tenemos que detenernos durante unos minutos y prestar atención en todo lo que nos rodea en nuestras clínicas dentales. Si empezamos a enumerar todos los objetos y «gadgets» digitales que utilizamos para el tratamiento de un paciente, nos daríamos cuenta de que realmente no estamos hablando del futuro, sino más bien del presente e incluso del pasado, habiendo muchos «juguetitos» que empleábamos en su día (ya digitales) y que vamos reemplazando por otros más novedosos que nos aportan mayores prestaciones.
Como miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Odontología Digital y Nuevas Tecnologías (SOCE) desde casi sus inicios, me gustaría con este pequeño artículo de un caso clínico hacer ver a todos compañeros de profesión lo acostumbrados que estamos todos al uso de toda esta tecnología digital que tenemos a nuestra disposición sin darnos cuenta.
Dicho tratamiento no ha sido nada complejo, pero sí bonito por el hecho de haber integrado prácticamente todas las disciplinas de la Odontología.