Dra. Rocío Cerero, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Oral (SEMO)
¿Cómo se está viviendo en SEMO la actual crisis sanitaria?
Desde SEMO, compartimos el dolor de las familias que han perdido algún ser querido, y nos unimos al aplauso diario a los sanitarios que están haciendo una labor titánica en estas circunstancias, aún a costa de su propia salud.
Por otra parte, al haber constatado la inmensa cantidad de publicaciones respecto al SARS-COV 2 de muy diversos orígenes y calidad, en la página web de SEMO hemos creado un apartado con una selección de información, seria y de calidad, sobre la pandemia.
Por lo que a nuestra especialidad se refiere, parece que se están observando diferentes manifestaciones orales en los pacientes afectados. De momento son lesiones inespecíficas sobre las que sabemos muy poco. En breve, se va a publicar en una prestigiosa revista del área de Medicina Oral, un artículo pionero sobre estas lesiones y precisamente firmado por socios de SEMO como la Dra. Carmen Martín, entre otros.
Como Sociedad Española de Medicina Oral, nos preocupa el infradiagnóstico que puede estar ocurriendo actualmente sobre patología de la cavidad oral, y en especial, sobre cáncer oral precoz. Sin lugar a dudas, hasta ahora la prioridad ha sido el COVID-19; no obstante, todas las lesiones sospechosas de cáncer oral también deben ser revisadas y valoradas.
¿Cambiará mucho la práctica odontológica a raíz de esta pandemia?
No solo cambiará la práctica odontológica sino que cambiarán muchas otras cosas más, de las que probablemente aún no seamos conscientes.
Pero, sin duda, nuestra profesión es de las que más se tiene que adaptar a la nueva situación ya que el trabajo odontológico conlleva un importante riesgo y requiere implementar una larga lista de medidas de aislamiento y barreras para llevarlo a cabo con total seguridad para el paciente y el profesional.
Una reflexión que nos hacemos es que quizá este enorme esfuerzo de los odontólogos por cumplir todas las modificaciones necesarias en su rutina de trabajo no va a estar suficientemente valorado por la sociedad.
¿Aprenderemos o sacaremos algo positivo de esta situación tan complicada?
Desde luego a nivel sanitario y político seguro que se tienen que sacar conclusiones para poder enfocar otra situación parecida de forma más eficaz.
Como personas, podemos aprovechar esta situación para reubicar los valores importantes. En primer lugar, que sin salud lo demás no tiene sentido. Además, no todos nos habíamos dado cuenta de lo importante que nos resulta la libertad de movimientos, el sol, el aire, la naturaleza y las relaciones con los demás. Como antes no se planteaba que nos faltara por razones ajenas a nuestra voluntad, quizá no le dábamos el valor que realmente tiene para nuestra vida.
Un aspecto positivo de esta crisis ha sido el desarrollo de la vida “on-line”, que, si bien en lo social no sustituye al contacto persona a persona, es una vía más que puede ampliar las relaciones de las personas de todas las edades y no solo de los jóvenes como hasta ahora. En esa línea, la formación on-line también ha experimentado un desarrollo muy importante y hemos desarrollado unas habilidades que antes no teníamos.
Pero, sin ninguna duda, lo más positivo ha sido comprobar la solidaridad y generosidad de muchísimas personas. En circunstancias como ésta es cuando aparece lo mejor de nosotros.
¿Qué mensaje quiere transmitir a sus socios y al resto de colegas de profesión sobre el futuro más a corto plazo que espera a la profesión?
Un mensaje positivo: nos recuperaremos, y volveremos a trabajar con el mismo entusiasmo y calidad que lo hacíamos antes. Seguramente con más solidaridad y colaboración. Y aunque sea un eslogan tan utilizado: las crisis se superan mejor unidos.