Eugenio Grano de Oro – Mª Dolores Oteo – Mª Luisa Somacarrera, Medalla de oro al mérito científico (COEM)
Con motivo de la celebración de Santa Apolonia 2020, el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM) celebró una serie de actos entre los que se encontraban el reconocimiento a diversos profesionales del sector de la Odontología. Entre ellos, destacaron las Medallas de Oro otorgadas al Mérito Científico a los Dres. Eugenio Grano de Oro, Mª Dolores Oteo y Mª Luisa Somacarrera. Aprovechamos la ocasión para conocer sus sensaciones ante dicho galardón, así como la realidad tanto de la Odontología actual y futura, como la de cada una de sus áreas de especialización: Endodoncia, Ortodoncia y Medicina Oral, respectivamente.
—¿Qué ha supuesto para ustedes recibir el reconocimiento de la Medalla de Oro al Mérito Científico otorgado por el COEM?
—Eugenio Grano de Oro: Es, sin duda, un honor que recibo con mucha alegría y agradecimiento a la Junta de Gobierno del COEM que confió en mí durante estos años y que me ha apoyado incondicionalmente. También ha sido un auténtico placer recibirla junto las Dras. Oteo y Somacarrera, y que me la entregue Antonio Montero porque somos compañeros de promoción, de Endodoncia y amigos, es lo más parecido a mi ‘hermano endodóntico’.
—Mª Dolores Oteo: Yo la he recibido con muchísima ilusión, la voy a llevar en mi corazón porque es muy emocionante cuando es un reconocimiento de tus compañeros. Me sentí muy bien.
—Mª Luisa Somacarrera: Para mí es una satisfacción, una emoción y una alegría, porque no me la esperaba, todavía estoy nerviosa y muy emocionada.
—¿Cómo han sido sus experiencias como presidente y vocales de la Comisión Científica del COEM?
—E. G. O.: Ser el presidente de la Comisión Científica del COEM ha sido una experiencia muy positiva porque he contado con profesionales fantásticos, muy bien relacionados, gracias a los cuales hemos podido tener a ponentes de todas las áreas de un nivel altísimo. Me he sentido siempre muy bien rodeado y ayudado por todos. Y desde el COEM también, todo su personal funciona fantásticamente bien. Para mí es un equipo estupendo de profesionales.
—Mª. D. O.: Mi balance es muy positivo, me ha parecido una experiencia muy gratificante. Hemos tenido la ocasión de tener dos presidentes, tanto del Colegio como de la Comisión Científica, fabulosos. Aunque después de ocho años también está bien que entre gente nueva.
—Mª. L. S.: Coincido completamente. El presidente de la Comisión, tanto de esta legislatura como en la anterior, nos ha sabido llevar de maravilla. Te sientes como si estuvieras en tu casa, con compañeros de un nivel muy alto y un ambiente en las reuniones muy divertido y ameno. Es muy gratificante. Te das cuenta que de verdad hacemos muchas cosas, es un Colegio muy activo.
—¿Cuáles dirían que son, a día de hoy, las principales tendencias y desafíos en cada una de sus áreas de especialización?
—E. G. O.: El objetivo y el desafío a día de hoy en Endodoncia, y en todas las disciplinas, es conservar al máximo posible el tejido dentario, es decir, conseguir nuestros objetivos quitando la menor cantidad de diente, tanto a nivel de corona, como a nivel de raíz. Y por encima de eso, lo más conservador, que sería el no llegar a hacer la Endodoncia en casos en los que se pueda recuperar el tejido pulpar. Por ahí van los tratamientos de regeneración pulpar con materiales que nos permiten proteger y estimular la pulpa. Sobre todo en pulpas jóvenes, en pacientes infantiles o jóvenes. Que se pueda seguir manteniendo la pulpa vital y que no haya que quitarla, ese realmente sería el mayor reto posible.
—Mª D. O.: Desde que empecé hace 30 años en Ortodoncia, realmente el cambio ha sido impresionante, sobre todo en lo referido a la tecnología que nos está ayudando mucho, aunque al mismo tiempo te tienes que ir adaptando. A lo largo de este tiempo hemos visto cómo cambia, cómo mejora absolutamente todo, en cuanto a la aparatología y, cómo ha mejorado también la industria, con la investigación. Además, la tecnología digital nos está ayudando en todo lo referido a la recogida de registros de datos como son los CBCT, los escáneres, la tecnología 3D…, que en el caso de la Ortodoncia está dando unos frutos impresionantes, nos está ayudando a ser más precisos en el diagnóstico y el plan de tratamiento. Es una revolución, pero también es un reto bonito. Y, por otro lado, a nivel interdisciplinario, que hoy en día es absolutamente imprescindible también, tener esta relación con todas las demás disciplinas ayuda muchísimo a comunicarte, a mejorar la planificación y a conseguir un éxito infinitamente mejor.
—Mª. L. S.: Todo forma parte del mundo de la Odontología, pero sí que es verdad que la Ortodoncia tiene su mundo y la Medicina Oral el suyo, nos mezclamos porque el paciente es único, pero cada una tiene su desarrollo. En Medicina Oral, los pacientes, los alumnos y los profesionales vamos por el buen camino en el conocimiento de lo que es la patología de mucosa de tejidos blandos y el diagnóstico precoz del cáncer oral, que es, digamos, el punto en el que todavía tenemos que inculcar su importancia a los pacientes. Todavía muchos se preguntan que si existe el cáncer oral, a pesar de las campañas que se realizan desde el COEM y la Universidad. Hace falta llegar más a la población general porque es fundamental el diagnóstico precoz. Desde la universidad tenemos una llave importantísima para ir haciendo que cale esa información. El desarrollo de nuevas tecnologías, la biología molecular… todo lo que nos facilita que seamos capaces de diagnosticar un cáncer antes de que dé la cara clínicamente, que ya muchas veces es demasiado tarde, nos está ayudando mucho.
—En la actualidad, y con las características propias de cada disciplina, existe una amplia oferta formativa, ¿la consideran adecuada?, ¿qué habría que mejorar?
—E. G. O.: Hay una oferta muy amplia en formación en Odontología, por lo que aquellos que se quieren formar lo tienen complicado, ya que les cuesta seleccionar cuál es lo mejor. En Endodoncia hay una oferta variada, desde postgrados de dos o tres años donde se forman especialistas, a cursos en los que se imparten unas nociones básicas, pero que, en muchos casos, son suficientes para mejorar lo que estás realizando o para que te pique el gusanillo de la Endodoncia y termines haciendo un postgrado. En general, pienso que sí hay una formación de calidad.
—Mª. L. S.: La formación siempre se puede mejorar. En mi opinión, habría que aumentar el número de créditos en la formación especializada, en concreto en Medicina Oral, ya que se queda un poco corto para estudiarlo desde todos los ámbitos que requiere la patología. Todo lo que ves o no ves clínicamente tiene por debajo unos hallazgos histopatológicos que hay que enseñarle al alumno.
— Mª. D. O.: Yo veo el tema de la formación con cierta preocupación. En Ortodoncia, lo que se puede enseñar a nivel de Grado son una serie de tratamientos, pero lo que son sus desarrollos hay veces que tienen sus limitaciones. Lo que sí existe es, como en la mayor parte de áreas de hoy en día, la formación específica a nivel de másteres. Lo que ocurre es que un tratamiento de Ortodoncia dura una media de entre uno y tres años y si estudias un Máster de seis meses o un año, no puedes ver la evolución de principio a fin de un paciente. La Ortodoncia requiere de estudios de tres años y, bajo mi punto de vista, a tiempo completo. Hay muchos cursos de fin de semana en los que no es posible adquirir todos los conocimientos necesarios. El problema es que no hay diferenciación entre los que han hecho un máster de tres años, para los que las plazas son, además, escasas, y los que han realizado dichos cursos de fin de semana o de seis módulos durante un año.