El pasado mes de diciembre, en las postrimerías del año, recibía la noticia del fallecimiento del Prof. Caffesse, para mí siempre será Raúl. Conocía de su enfermedad y en las dos últimas semanas hablaba frecuentemente con su esposa Elena, que me iba contando las incidencias de la misma y lo mal que iba evolucionando.
Ha sido un gran golpe en lo intelectual y académico y en lo humano por la estrecha relación que teníamos. Y no era el único. Todos mis alumnos lo valoraban encarecidamente por su cercanía en el trato y sus conocimientos científicos. Durante los diez últimos años venía al máster, que yo dirigía, tres o cuatro veces al año, combinándolo con otras actividades en otros lugares de España. Todos querían tenerle cerca y aprender de su experiencia. Era tal el interés que ponía en su docencia que viajaba de manera continua a nuestro país, lo que significaba una cierta incomodidad por la distancia, pero él no le daba importancia a este problema. En mi Máster ha enseñado a muchas promociones tanto en lo aspectos teóricos como prácticos, ayudándoles en las cirugías y en la redacción de su trabajo final de Máster en inglés. Toda una personalidad.
Desde que me licencié he acudido a cantidad de conferencias y cursos dictados por él y siempre he salido con un sabor agridulce, por que acabó el curso y por lo que disfruté. Hace muchos años estuve con el Dr. José Monlleo en su casa de Ann Arbor y hace unos cuatro años hicimos los dos matrimonios un viaje a Roma a ver al Papa. Era argentino y tenía que estar allí. Fue una ocasión indeleble por compartir este viaje juntos, charlar informalmente y pasear por la ciudad eterna. Ha significado mucho en la ciencia periodontal y en la vida académica, donde logró los mayores honores, que no voy a relatar, pues estas palabras salen del sentimiento. No es el momento de desentrañar su curriculum que es conocido por todos. Tardará mucho tiempo en que surja una figura parecida. El mundo perdió su presencia, los alumnos su docencia, su esposa Elena un marido, sus hijos un padre y sus nietos un abuelo. Yo he perdido un gran amigo. Descanse en paz.