César Calvo Rocha, presidente del Colegio Profesional de Higienistas Dentales de Madrid
Vinculado al Colegio Profesional de Higienistas Dentales de Madrid desde su creación en 2002, César Calvo Rocha asume ahora su presidencia con la ilusión del primer día y la intención de continuar luchando por el desarrollo de una profesión, la del higienista dental, cada vez más relevante dentro del sector odontológico. Calvo Rocha desgrana en esta entrevista las próximas líneas de actuación de un organismo que cuenta, en la actualidad, con más de 2.700 colegiados.
—Tras su salto a la presidencia del Colegio Profesional de Higienistas Dentales de Madrid ¿con qué objetivos ha asumido el nuevo cargo?
—Mi obligación como presidente es seguir trabajando en el desarrollo de la profesión del higienista dental y seguir concienciando a la sociedad y al sector odontológico de la importancia del gabinete de Higiene Bucodental, por lo que supone de mejora en la calidad de la salud de la población e incluso de rentabilidad para las clínicas dentales.
—¿Considera que su larga experiencia en el seno de esta organización es una ventaja para el desempeño de su función?
—Sin duda alguna. Además, desde su creación, en el Colegio de Higienistas de Madrid siempre se ha fomentado y facilitado que todas las personas con inquietudes corporativas o profesionales se incorporen a las tareas directivas de esta corporación, bien sea participando en la Junta de Gobierno, o a través de las distintas comisiones que existen. En mi caso particular, vengo colaborando con el Colegio desde su creación en el año 2002.
—¿Cómo definiría al equipo que le acompaña durante su mandato? ¿Hay caras nuevas?
—Tanto a nivel técnico como a nivel directivo es perfecto. Hay incorporaciones en la Junta de Gobierno e igualmente habrá caras nuevas en las Comisiones de Trabajo. Y lo que es realmente ilusionante es comprobar el compromiso y el trabajo, tanto de los que llevan tiempo trabajando por la profesión, como de las nuevas personas que se incorporan.
—¿Cómo valora la situación actual del colectivo de higienistas dentales en nuestro país? ¿Y más concretamente en la Comunidad de Madrid?
—Todos los agentes sociales, incluida la Administración, están descubriendo la importancia de la prevención en la salud dental y de la figura del higienista dental. Esta percepción, ha sido igualmente captada por las principales compañías aseguradoras de salud dental, de modo que, para realizar funciones propias de higienista dental se verifica que solo se contrate a personas debidamente titulados, y colegiados, con su correspondiente póliza de responsabilidad civil. Por lo que respecta a Madrid, a nivel profesional es un reflejo de lo expuesto anteriormente. Y si lo centramos a nivel laboral seguimos teniendo una baja tasa de paro entre el colectivo, y ello, a pesar de la creación de nuevos centros de formación privados, lo que conlleva la aparición en el mercado de un mayor número de higienistas dentales, pero que, aparentemente, está siendo absorbido por la oferta laboral existente.
—¿Cuáles serían, en su opinión, los retos pendientes para la mejora de la profesión?
—Aunque los higienistas dentales están cada vez más incorporados en los equipos multidisciplinares odontológicos, y es una realidad que los cuidados dentales en España han mejorado significativamente, es necesario proporcionar mayor autonomía y funciones a los higienistas dentales con el fin de mejorar los hábitos de la población e impedir llegar a fases de patología o enfermedad. En consecuencia, también se mejoraría la eficacia y calidad de los equipos multidisciplinares odontológicos.
—En este sentido, ¿cómo contribuye el Colegio de Higienistas Dentales de Madrid para ello?
—Solo hay una manera: formación, formación y formación. Apostamos por mejorar la formación académica de los higienistas solicitando un mayor número de horas de estudio o de prácticas y tras esta etapa de formación reglada, el Colegio realiza un esfuerzo enorme por ofrecer la mejor oferta de formación continuada en Higiene Dental y en disciplinas transversales de apoyo.
—Pero, en concreto ¿cómo se plasma este esfuerzo por la formación continuada desde la organización?
—La Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias, entre las que nos encontramos, establece que todos los profesionales sanitarios tienen la obligación legal y ética de mantenerse en constante aprendizaje. Además, sabemos que en la salud dental vivimos en permanente actualización y cambio, por lo que estamos obligados a mantenernos en constante formación. Un ejemplo de la preocupación del Colegio de Madrid por la formación continuada es que durante el pasado año organizó 51 cursos, tanto presenciales como e-learning, por los que pasaron más de 1.700 higienistas dentales.
—¿Cómo calificaría el nivel formativo actual español en el marco de la Higiene Dental? ¿Cree que estamos cerca de alcanzar el anhelado nivel universitario?
—Es una evidencia que el ejercicio de las profesiones es cada vez más complejo y, más aún, en las sanitarias. Se tiende más a la especialización en todas las materias y continuamente surgen innovaciones técnicas y aparecen nuevas patologías o nos presentan innovadores avances tecnológicos que nos obligan a un mayor volumen de horas de formación y de práctica. Por ello creo que, dada la evolución que está siguiendo la profesión, las autoridades educativas y sanitarias deben plantearse la adaptación de los actuales estudios del higienista dental, de forma que los actuales 120 créditos ECTS del título de Técnico Superior se conviertan en un Grado universitario de 240 créditos.
—Recientemente, se ha creado la Unión de Colegios Profesionales de Higienistas Dentales de España que preside su antecesora Soledad Archanco. ¿Qué le aporta al colectivo esta institución?
—Los actuales Colegios Profesionales de Higienistas Dentales han trabajado, desde su creación, por velar, tanto por los derechos de sus colegiados, como por los derechos de los pacientes y usuarios, y en ese ámbito de intereses comunes se crea la Unión de Colegios Profesionales de Higienistas Dentales de España. Sus fines específicos son los de colaborar, junto con los Colegios, en la promoción de la función sanitaria de la profesión del higienista dental; coordinación de actuaciones de los Colegios en materias de interés común y la colaboración con la Administración estatal y autonómica, en las acciones educativas y sanitarias que procedan.
Querría hacer una mención especial a Sol Archanco, sobre la que recae el mérito, junto a su equipo, de haber creado el primer Colegio Profesional de Higienistas Dentales de España; haber sido pionera en la lucha contra el intrusismo en nuestra profesión habiendo logrado sentencias condenatorias en todas las querellas interpuestas; haber participado en una realidad tan sólida, sostenible y con una proyección como la que representa el Colegio de Higienistas Dentales de Madrid, con más de 2.700 colegiados y, por todo ello, es una satisfacción y orgullo reconocerle y agradecerle expresamente su trabajo durante 16 años como presidenta de esta corporación y un aliciente a tomar el relevo de su trabajo por nuestra profesión.
—¿Qué demandan al colegio los higienistas dentales de la capital española?
—Como en todas las profesiones colegiadas el profesional le pide a su colegio el mayor número posible de servicios y la menor cuota colegial posible, y ese es un dogma que ha inspirado a este colegio desde su nacimiento en el 2002.
—¿Qué servicios son los más utilizados?
—Gracias a una gestión eficaz y transparente, orientada exclusivamente al interés del colegiado, y aprovechando todas las oportunidades de colaboración con los agentes económicos y profesionales de la sociedad, el Colegio de Higienistas Dentales de Madrid ofrece servicios gratuitos como la póliza de responsabilidad civil obligatoria para el ejercicio de la profesión, un seguro personal de accidentes, asesoramiento jurídico gratuito en materia laboral y profesional, plataforma de búsqueda de empleo y, por supuesto, una oferta formativa de altísima calidad, con un mínimo coste y, todo ello, con la cuota colegial más baja de todos los colegios profesionales existentes.
—¿De qué manera el colegio busca la cercanía con los profesionales, sobre todo, los jóvenes?
—El colegio es una institución abierta a sus colegiados. Constantemente se les anima a incorporarse a las actividades y trabajos de desarrollo de la profesión. Cualquier profesional, sea joven o no, que se desee colaborar y proponer iniciativas o ideas es bien recibido e inmediatamente le ofrecemos la posibilidad de desarrollar esas inquietudes; una oferta que los higienistas aprovechan y que hace que el Colegio cuente con 11 comisiones de trabajo que aportan, continuamente, actividades e iniciativas para el desarrollo de nuestra profesión.
—¿Qué necesita el colegio para seguir evolucionando y creciendo?
—La evolución y crecimiento del Colegio de Madrid creo que no tiene parangón alguno con ningún otro colegio profesional. De los 79 colegiados iniciales en el momento de su constitución hemos pasado a más de 2.700 colegiados, en la actualidad, y con una presencia cada vez mayor de higienistas de otras Comunidades Autónomas, en las que no existe aún colegio profesional, que desean estar amparados por el Colegio de Madrid.
—¿Existe intrusismo profesional en el campo de la higiene?
—La Ley 10/1986 de 17 de marzo creó esta profesión y permitió diferenciarla de los auxiliares de clínica, de manera que solo el higienista dental está legalmente capacitado para realizar determinadas funciones, por ello para ejercer como higienista dental es necesario cursar los estudios correspondientes, que, en la actualidad, se corresponden con el de Técnico Superior de Higiene Bucodental. Y para poner cerco al intrusismo de aquellos que ejercen como higienistas sin la titulación adecuada, el Colegio de Madrid mantiene acuerdos con la Consejería de Sanidad. Además, el Colegio está presentando continuamente querellas penales contra intrusos obteniéndose, afortunadamente, sentencias condenatorias en todas ellas.
—¿Considera que el papel del higienista está lo suficientemente valorado por el resto de los profesionales odontológicos?
—El sector odontológico ha descubierto la importancia del higienista dental en la mejora de la salud de la población y en la calidad y rentabilidad de las clínicas dentales. Usando un símil podríamos decir que somos un valor en alza.
—¿Qué papel juegan los higienistas en la educación, prevención y lucha contra las enfermedades orales?
—El papel del higienista en este sentido es fundamental. Es una función que el legislador le asignó cuando aprobó la Ley y, por eso, hemos pasado de ser una profesión poco conocida a ser muy visibles y me atrevería a decir que, incluso, a «ser buscados», tanto por la Administración, como por los principales agentes del sector odontológico privado para colaborar en proyectos de salud.