Con motivo de la celebración del Día Mundial de la enfermedad, la organización colegial canaria recomendó a familiares y cuidadores supervisar el cepillado diario, así como el uso de dispositivos de higiene interdental con mango largo para una manipulación más cómoda y acudir al dentista al menos cada seis meses.
Las personas que padecen la enfermedad de Párkinson sufren una mayor predisposición a padecer caries y enfermedades en las encías, entre otras dolencias bucodentales, al verse dificultado su capacidad para realizar la higiene dental diaria y por los efectos secundarios de los medicamentos que se suelen utilizar para el control de los síntomas. Por ello, el Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife recomienda a cuidadores y/o familiares que supervisen la correcta higiene bucal de la persona y lo acompañe al dentista, al menos una vez cada seis meses. Además, los dispositivos de limpieza interdental con mango largo pueden resultar de manipulación más eficiente y cómoda. También es recomendable que el paciente evite el consumo frecuente de alimentos altos en azúcar y carbohidratos.
El profesional puede, en función de su situación bucodental, recomendar revisiones y limpiezas bucales con mayor frecuencia. Esta patología puede originar, asimismo, discapacidad motora bucal, disfunción salival, boca ardiente o gusto alterado.
Otros efectos negativos sobre la salud bucodental en estos pacientes con la enfermedad de Párkinson son los patrones de masticación anormales, dolor o movimiento de la mandíbula, rechinamiento de los dientes, mordeduras en la lengua y en las mejillas o traumatismos dentales.
Dentaduras postizas
En el caso de que la persona que padece Párkinson utilice una dentadura postiza, es muy importante ayudarla en su manipulación y limpieza. Con frecuencia hay que colocar la prótesis en agua con solución higienizadora. La prótesis debe retirarse a la hora de dormir para que así las encías dejen de estar bajo presión en las horas de descanso.