Tras la acusación del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM) y del Ministerio Fiscal, tres personas que actuaban en un establecimiento situado en la zona de la Plaza de Castilla de Madrid han sido condenados penalmente por el Juzgado de lo Penal nº 22 de la capital, por la comisión de un delito de intrusismo. Los condenados, un protésico dental y los otros dos sin titulación conocida, realizaron un tratamiento de blanqueamiento a una paciente (detective del COEM). Así, tomaron las medidas para realizar una férula y ajustaron la misma, una vez confeccionada, directamente en la boca de la paciente. A continuación, los acusados suministraron un producto blanqueador cuya composición presenta un 22% de peróxido de carbamida.
Respecto al protésico dental y los tratamientos realizados, la sentencia dice sobre su titulación que «no le habilita para realizar tratamientos odontológicos de ningún tipo sin la prescripción y supervisión de un médico odontólogo o estomatólogo».
El proceso acumulaba una importante demora, dado que los hechos se remontan al año 2011, por lo que el Ministerio Fiscal planteó la atenuación de la pena por dilaciones indebidas del procedimiento, lo que finalmente ha determinado que se haya impuesto una pena de multa por la comisión de los hechos delictivos.
Al hilo de esta condena, el COEM se adhiere al comunicado emitido por el Consejo General de Dentistas, ofreciendo su apoyo al presidente, el Dr. Óscar Castro, sobre las declaraciones realizadas por José Manuel Urbano (miembro de la Comisión de Defensa Profesional del Consejo General de Protésicos Dentales). Urbano afirmó, tal y como informamos en el número de diciembre de Gaceta Dental, que «cuando se coloca la prótesis no se manipula la boca; lo único que se manipula es la prótesis».
