COLECCIONISTA DE PREMIOS. Inmaculada Jiménez es una dentista formada en las últimas hornadas de la Universidad de Sevilla, que empieza a tener la estantería de su habitación llena de premios y reconocimientos. El último del que se tiene noticia es el que le otorgó el pasado mes de marzo el Ayuntamiento de la capital hispalense por ser dueña del Mejor Expediente Académico. Pero antes ya había coleccionado el Premio Extraordinario Fin de Estudios, que le fue concedido por la propia universidad donde cursó los estudios de Odontología, y el Premio de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla por ser poseedora del mejor expediente académico de su carrera. Desde que los creara en 1965, esta Hermandad Caballeresca sufraga la dotación de los Premios Universitarios a los Mejores Expedientes Académicos de la Universidad Hispalense, en apoyo siempre de la excelencia en todas las disciplinas, premios que se entregan cada año en un solemne acto. Porque la hoy doctora Jiménez acumuló a lo largo de sus estudios de grado 20 matrículas de honor de 32 asignaturas, un brillante expediente que la hizo merecedora, también, del Premio a la Excelencia Académica Odontológica en su cuarta edición, de 2015, que otorga la firma Proclinic y entrega el presidente de la Conferencia de Decanos de las Facultades de Odontología, a la sazón, José Carlos de la Macorra, como se aprecia en la foto, en la que posan junto a Amparo Jiménez Planas, secretaria de la citada conferencia, y Laura Moya, relaciones públicas de la empresa patrocinadora.
INTRUSISMO SUBMARINO. Lo que faltaba, un bicho marino que se dedica a limpiar los dientes a cuantos sean capaces de soportar la inmersión en las aguas de su dominio. Parece ser que al animalejo le da por utilizar sus apéndices externos para eliminar la placa bacteriana de la cavidad oral. Un intruso más entre los profesionales dentales.