¿Brackets o alineadores?
Aunque actualmente conviven los tres sistemas habituales: brackets convencionales, alineadores y Ortodoncia lingual, lo cierto es que cada vez más el paciente impone la técnica del alineador por motivos estéticos.
Pero la preferencia por uno u otro sistema depende de varios factores. Como aseguró el Dr. Alamán, «varía según el diagnóstico, la mecánica a emplear y el tipo de paciente. No es lo mismo un paciente que no ha llevado Ortodoncia nunca a uno que ya ha llevado brackets y que no los quiere de nuevo. Estos, en la mayoría de los casos, se decantan por lo más estético y cómodo, es decir, por los alineadores. Pero los brackets están ahí y muchas veces hay casos que los requieren».
Para el Dr. Faus, excepto los tratamientos que necesitan un componente exclusivo o de mucho movimiento radicular en los que optaríamos únicamente por los brackets, prácticamente todos los casos, conjugándolos con otras técnicas auxiliares como microtornillos, podemos hacerlos de manera indiferente con alineadores o con aparatología fija».
Por su parte, el Dr. Romero afirmó que «el ortodoncista siempre va a tender más a utilizar aparotología fija. El mundo de los alineadores ha tenido tanto auge, más por parte de la demanda del paciente, que ha recibido una publicidad directa de ese tipo de tratamiento, que de la del profesional. Creo que todo ortodoncista, en el 90% de los casos, trataría con brackets. Los alineadores son un arma muy buena, pero hay que hacer un estudio muy minucioso de los casos en los que pueden estar indicados. El futuro pasa por una mejora en la investigación de los materiales y de los pacientes para que, poco a poco, vaya creciendo ese tipo de tratamientos complejos en los que también se puedan emplear alineadores dentales».
Del mismo modo, el Dr. García Garma, que reconoció ser «un gran detractor de los alineadores dentales», aseguró que «la superioridad técnica de los brackets hace que sean un tratamiento en sí mismo mejor, otra cosa es que los alineadores sean más bonitos. No obstante, no podemos obviarlos, la Ortodoncia invisible ha llegado hasta aquí para quedarse. Además, son una buena herramienta para pacientes que demandan una solución estética. Se está mejorando en el desarrollo de los alineadores, sobre todo con el uso de ataches. Creo que la mayoría de los ortodoncistas que usamos pocos alineadores deberemos empezar a pensar que es algo que, en breve, vamos a tener que utilizar mucho más».
Según el Dr. Alamán, «el uso de alineadores está creciendo exponencialmente. Los resultados han cambiado en los últimos cinco años muchísimo y vemos casos de extracciones antiguos con la mecánica que se hacía con alineadores que no tienen nada que ver con los casos que se pueden terminar ahora. Ha mejorado el material, han mejorado las técnicas, pero todo eso requiere formación, no únicamente poner el alineador y que trabaje el aparato solo, sino saber diseñarlo, saber Ortodoncia, realizar un buen diagnóstico y dirigir los movimientos. Actualmente sí que se pueden conseguir muy buenos resultados con alineadores».
Tiempo al tiempo
El Dr. Cacho quiso precisar que «hay cierto grado de injusticia si queremos comparar los alineadores con los brackets, ya que estos llevan un siglo desarrollándose. En un futuro cercano, el alineador va a ser el principal instrumento para corregir las maloclusiones porque seguirá mejorando, se complementará con otra serie de aditamentos y desbancará poco a poco a los brackets, ya que tienen unas ventajas indudables. El bracket es todavía una herramienta más poderosa que los alineadores, pero estos tienen ya alguna ventaja que no tienen los brackets. La principal, que no mueven ciertos dientes. Con los brackets evitar el movimiento absoluto es muy difícil. Como conclusión, insisto en que es algo injusto compararlos porque los alineadores no tienen todavía la suficiente vida para ello», concluyó.
El ortodoncista psicólogo
Otro de los desafíos a los que el ortodoncista se enfrenta en la consulta es un nuevo rol al que, según el Dr. Guillermo García Garma, no estaban acostumbrados, que es el de poseer un alto grado de psicología con el paciente. «Esto es algo que no se explica en ningún máster, pero que la experiencia te va dando poco a poco debido a la enorme disparidad de pacientes existente. No es fácil explicarle a un paciente los límites de la Ortodoncia». Para la Dra. Martínez-Barruchi, «a medida que pasan los años, sobre todo las mujeres, piensan que por ponerse Ortodoncia, van a estar diez años más jóvenes. Tienen unas expectativas que tenemos que ser capaces de explicar si son o no posibles de cumplir y transmitirles la realidad de la que partimos». Según el Dr. Romero «hay que consensuar las metas con el paciente porque, a veces, no se pueden alcanzar unos objetivos ideales con cierta aparatología y lo único que tienes que hacer es hablar muy bien con el paciente, previo estudio de Ortodoncia serio y llegar a un acuerdo con él».
El adulto, un paciente concienciado y riguroso
Más allá de las diferencias propias del estado de salud bucodental de un paciente infantil o adolescente con respecto a uno adulto, otros aspectos que caracterizan a este último en lo que al tratamiento de Ortodoncia se refiere son su concienciación y nivel de exigencia. «El paciente adulto es complicado porque cada vez demanda más información y es más exigente», asegura la Dra. Mª Mar Martínez-Barruchi. Así lo confirmó el Dr. Alamán para quien «los adultos son pacientes muchísimo más estrictos, ya que están pendientes de cada detalle». Del mismo modo, el Dr. Cacho quiso constatar que estos «consumen mucho más tiempo que un paciente infantil. Tienen mayores demandas de éxito y de información». Por su parte, el Dr. Guillermo García Garma aseguró que esta mayor exigencia «hay que asumirla como parte de la normalidad, pero evidentemente es mucho mayor a la que los ortodoncistas, por lo menos de hace unos años, estaban acostumbrados». A este respecto, el Dr. Faus quiso puntualizar que también depende del tipo de paciente, «los que utilizan brackets son, generalmente, menos exigentes que los que llevan alineadores, mientras que los que se decantan, por ejemplo, por Ortodoncia lingual, a nivel estético son muchísimo más exigentes que los que utilizan brackets metálicos, probablemente porque el coste de su tratamiento en mucho mayor», concluyó.
Regulación necesaria
Uno de los factores de los que se habló a la hora de decantarse por la opción de la Ortodoncia fue el precio, si bien, para la mayoría es un factor secundario. No obstante, este puede ser para el Dr. Cacho una técnica de captación por parte de las cadenas dentales. «Otra es la publicidad y las técnicas agresivas de los comerciales para cerrar un tratamiento. Este tipo de clínicas es una de las lacras que tiene la Odontología». Por su parte, para el Dr. Faus, «la competencia es buena y nos hace mejorar, pero llega un momento que si se cruza la línea se entra en la guerra del ‘todo vale’. Los cardiólogos están bien vistos porque no hacen ofertas en televisión de dos por uno en operaciones del corazón, pero en el caso de los dentistas se tiende a una degradación de la profesionalización. En Francia está prohibida la publicidad exterior de las clínicas dentales». Por eso, según el Dr. Alamán «se requiere una regulación, que no acaba de salir adelante, para poner límites a esta devaluación».
Los invitados, uno a uno
- Dr. José María Alamán. Licenciado y doctor en Odontología por la UCM.
- Dr. Guillermo García Garma. Doctor en Odontología por la Universidad Alfonso X el Sabio.
- Dr. Alberto Cacho. Médico estomatólogo. Doctor en Medicina y Cirugía.
- Dr. Ignacio Faus. Licenciado en Odontología y especializado en Ortodoncia por la Universidad de Valencia.
- Dra. Mª Mar Martínez-Barruchi. Graduada en Odontología por la Universidad Católica de Valencia.
- Dr. Tomás Romero. Licenciado en Odontología. Máster Especialista Europeo en Ortodoncia por la Universidad Alfonso X el Sabio.
- Severino Gómez. Director de Desarrollo Corporativo de Geniova.
- Raquel Sánchez. Responsable de Atención al Cliente y Ventas de Geniova.
- Carlos Arroyo. Director de Marketing de Geniova.
Patrocina