El Colegio de Dentistas de Sevilla considera fundamental que los padres inculquen en sus hijos hábitos de higiene y salud bucodental desde que estos son muy pequeños. Solo así se reduce el riesgo de que los pequeños tengan caries o enfermedades periodontales y favorece que en la edad adulta continúen con estas pautas.
Por ello, los progenitores deben ser ejemplo y modelo en cuanto a salud oral y alimentación. A la hora de elegir el dentífrico para los más pequeños, el dentista puede ayudar a escoger el más adecuado para los niños de entre 0 y 2 años. De 2 años en adelante, se elegirá una pasta de dientes con una concentración de flúor adecuada a su edad y a su riesgo de caries.
Tal y como recomienda el colegio sevillano, la cantidad de dentífrico que se debe colocar en el cepillo es similar al tamaño de un grano de arroz o guisante. Es muy importante, además, que los padres supervisen el cepillado de los niños, asegurándose de que estos llegan a todos los espacios de la boca. Asimismo, recuerda que el cepillado de antes de acostarse es el más importante.
Aconsejando la visita al dentista, al menos, una vez al año
El Colegio de Dentistas sevillano aconseja que los niños visiten a su dentista desde el segundo año de vida, al menos, una vez al año. Además, insisten en que el primer contacto con la clínica dental es fundamental porque marcará la conducta futura, ya que tiene como objetivo detectar y prevenir patologías, caries tempranas u otras anomalías.
Por otra parte, y en lo que se refiere a la alimentación, empezar de forma temprana con hábitos de dieta saludable ayudará a una correcta salud oral, tanto en la dentición de leche como en la dentición permanente futura. Para ello, hay que tener en cuenta la cantidad de azúcar que se ingiere al día. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no más de cinco cucharaditas al día; las etiquetas «bajo en azúcar» o «sin azúcar añadido» no significan que no lleven azúcar; para el picoteo entre horas, mejor frutas, vegetales, yogur, queso o pan y el agua o la leche son las bebidas más saludables para los dientes.
Además, recuerda que una dieta baja en azúcar, sal y grasas y alta en verduras y frutas reduce las enfermedades bucodentales y contribuye a una buena salud general.
El peligro de obsesionarse por unos dientes blancos
El Colegio de Dentistas de Sevilla quiere alertar también a la población del peligro que supone el uso de productos blanqueantes dentales, que aumenta considerablemente durante los meses de verano, sin seguir en muchas ocasiones un control por parte de un dentista. La «blancorexia» u obsesión por los dientes blancos puede llevar en situaciones extremas a la pérdida de piezas dentales.
La institución colegial quiere recordar que las concentraciones superiores al 0,1% de peróxido de hidrógeno o superiores a 0,3% de peróxido de carbamida deben utilizarse bajo la supervisión directa y prescripción de un odontólogo o médico estomatólogo, como consecuencia de los problemas que se pueden derivar de la alta concentración de este componente.
Además, el colegio sevillano advierte de que el blanqueamiento no está recomendado en pacientes con gingivitis u otras enfermedades periodontales, ni antes ni inmediatamente después de haber realizado un tratamiento de restauración dental. El profesional también deberá tener en cuenta otros condicionantes externos como el consumo de tabaco o alcohol, ya que pueden potenciar los posibles efectos tóxicos del peróxido de hidrógeno. «El tratamiento no consigue blanquear dientes que tienen coronas o carillas de porcelana, por lo que si no se tiene en cuenta esta situación el resultado final podrían ser dientes con distintos colores», aseguran desde la institución. Tampoco blanquea los empastes blancos de los dientes, por lo que sólo se blanquearía la parte del diente sin empaste blanco, quedando de nuevo dos colores.