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«En este campo pocos pacientes demandan tratamiento o acuden al profesional adecuado»

Dra. Mª Carmen Benito, nueva presidenta de la SEDCYDO (Sociedad Española de Disfunción Craneomandibular y Dolor Orofacial)

Mejorar la formación en el área de la Disfunción Craneomandibular y el Dolor Orofacial y acercarse a otras organizaciones médicas y odontológicas son dos de los objetivos que se ha marcado la Dra. Mª Carmen Benito al frente de la SEDCYDO, sociedad a la que lleva vinculada más de veinticinco años.

—¿Qué supone para usted asumir la presidencia de la SEDCYDO?
—Para mí supone un honor y un privilegio, al mismo tiempo que una gran responsabilidad. Lo afronto con mucha ilusión y con ganas de poder aportar algo a esta sociedad que tanto me ha dado y a la que tanto quiero.

—¿Cuándo empieza su vinculación con esta sociedad?
—Desde 1991, año que asistí a la II Reunión anual de la Sociedad, antes de terminar mi licenciatura. Decidí que era el área que me interesaba y, en cuanto terminé, comencé a asistir al Postgrado de Patología de la ATM y Dolor Orofacial en el Hospital Universitario Gregorio Marañón, con el Dr. Guillermo Casares. En 1992 me hice socia y, desde entonces, no he faltado a ninguna reunión de la sociedad. Soy una asistente incondicional.

—¿Cuáles son los puntos principales que figuran en su agenda como presidenta de la SEDCYDO?
—En estos próximos tres años a mi junta y a mí, porque aquí yo no estoy sola, nos gustaría centrar nuestros objetivos en intentar mejorar la formación en la Disfunción Craneomandibular y el Dolor Orofacial tanto en grado, donde creemos que se ofrece una formación insuficiente y que está poco reconocida en la mayoría de los centros docentes universitarios, como mejorar el conocimiento de estos problemas a nivel de Atención Primaria. También nos gustaría acercarnos a otras sociedades profesionales tanto médicas como odontológicas para darnos más a conocer y, por supuesto, nos encantaría conseguir más socios, pero, sobre todo, motivar a los que ya lo son a participar más en su sociedad. No son objetivos fáciles, pero creemos que merece la pena luchar por cada uno de ellos.

—¿Conoce bien el profesional de la Odontología la sociedad que usted preside?
—Llevo en esta sociedad 25 años, así que debería decir que sí, pero es más complicado de lo que parece. Conozco al grupo de profesionales enamorados de esta articulación y del dolor orofacial, que acudimos de forma regular a los congresos y eventos que realizamos; profesionales comprometidos con esta patología, que luchan para conseguir una mayor difusión del conocimiento a este nivel, que se preocupan por los pacientes y que han sido capaces de avanzar y adaptarse conforme han ido evolucionando los conocimientos. Desconozco a los socios que no vienen de forma asidua y que, de algún modo, se han quedado estancados en conceptos que hoy en día consideramos obsoletos o no han querido avanzar hacia dónde lo hacía la sociedad.

—¿Se poseen datos de cuántas personas están aquejadas en España de problemas de Disfunción Craneomandibular y Dolor Orofacial?
—Es muy complicado de cuantificar porque es una patología que ven muchos profesionales diferentes: dentistas, cirujanos maxilofaciales, otorrinos, médicos de atención primaria, neurólogos y no hay un banco común de recogida de datos. Todos los que nos dedicamos a esto, creemos que es una patología muy frecuente, pero pocos pacientes demandan tratamiento o acuden al profesional adecuado. La última encuesta publicada por el Consejo General de Dentistas, en junio de 2016, habla de una presencia del 13% de síntomas en la ATM y un 30% de signos en una población de edades comprendidas entre 35-45 años y de un 11% en poblaciones mayores. A estos datos faltaría añadir la presencia de otros cuadros de dolor orofacial que nos competen como son la patología de los músculos masticatorios, dolores neuropáticos… que no están debidamente recogidos.

—Los «especialistas» en este campo de la Disfunción Craneomandibular y Dolor Orofacial tratan, pues, a muchos pacientes derivados por otros profesionales.
—Sí, en la mayoría de los casos, porque desafortunadamente el clínico general no está preparado para diagnosticar y tratar adecuadamente a este tipo de pacientes.

Lamentablemente, en estos tiempos de crisis profesional, junto con la falta de conocimiento a este nivel, a muchos compañeros les cuesta derivar estas patologías, retrasando el diagnóstico adecuado y cronificando la patología, con lo cual es más difícil la resolución del proceso.

—¿Cómo avanza el estudio de estas patologías?
—Uno de los avances más importantes es la creación de criterios diagnósticos que tipifican cada epígrafe y nos permiten hablar a todos el mismo «idioma», así como comparar los diferentes estudios. Es muy importante la creación de protocolos de tratamiento específicos para cada diagnóstico. Hasta hace unos años todas estas patologías se metían bajo el mismo epígrafe «Dolor disfunción» y se trataba a todos los pacientes por igual. Lo más importante es que se han clasificado en diferentes cuadros, que se están estudiando los factores etiopatogénicos específicos de cada uno para conseguir el mejor tratamiento y se están echando para atrás falsos, que no tenían una buena evidencia científica. Hoy, gracias al estudio Oppera, conocemos mucho más todas estas patologías.

—¿Qué investigaciones o avances técnicos han resultado más determinantes para el diagnóstico y tratamiento de estas patologías?
—Hoy, gracias a los estudios epidemiológicos, genéticos y avances en las diferentes técnicas de imagen, conocemos mucho más estas patologías y en los últimos años se está avanzando mucho más deprisa.

—¿Qué formación debe tener un profesional para realizar un correcto diagnóstico y tratamiento de problemas de Disfunción Craneomandibular y Dolor Orofacial?
—Creo que debería haber una formación básica de calidad en Grado y luego, el profesional que le guste o que quiera profundizar en este tema, debería hacer un postgrado oficial, al que dedique el tiempo suficiente.

La Dra. Benito lamenta que no haya consenso en la formación que se imparte sobre Dolor Orofacial y Disfunción Craneomandibular en las distintas universidades españolas.
La Dra. Benito lamenta que no haya consenso en la formación que se imparte sobre Dolor Orofacial y Disfunción Craneomandibular en las distintas universidades españolas.

—¿Cómo está presente este área odontológica en la formación de Grado?
—En muchos de los Grados de Odontología de toda España no hay una asignatura que agrupe esta patología y que le dedique el tiempo que se merece. La mayoría del conocimiento está repartido en diferentes asignaturas y cada una le da un punto de vista diferente, no habiendo un consenso entre ellas y ya no digamos entre universidades, sobre lo que se tiene que enseñar y el modo de afrontarlo. Uno de mis sueños sería que los conocimientos que obtuviera un alumno sobre este tema fuera similar independientemente de la ciudad de España donde estudiase y eso, hoy por hoy, está muy lejos de ser cierto. Yo contemplo con envidia que esto no pasa en otras áreas de la Odontología como en Conservadora, Endodoncia o Prótesis. En estas hay un consenso, evidentemente con matices, pero no difiere mucho lo que se enseña entre unas y otras. En el estudio de esta patología no existe tal consenso.

—¿Qué caracteriza a este campo odontológico?
—Es un campo muy diferente de la Odontología, más cercano a la Medicina: mucho menos intervencionista que cualquier otra especialidad, en el que necesitamos ampliar mucho nuestros conocimientos acerca de la neurofisiología del dolor, farmacología, fisioterapia, psicología y alejarnos un poco de nuestra visión odontológica de la patología. Estoy convencida de que el dentista es uno de los protagonistas en esta patología, y que juega un papel fundamental en el diagnóstico y el tratamiento así como en la coordinación de un equipo multidisciplinar. Solo necesitamos que el odontólogo general lo asuma y lo comprenda.

—¿Qué retos debe afrontar el campo de la Disfunción Craneomandibuar y el Dolor Orofacial de cara al futuro?
—Formar a los alumnos de Grado para que asuman esta patología como suya, mejorar y difundir los protocolos de diagnóstico y tratamiento. En España, un reto sería intentar la formación de centros multidisciplinares que consigan un manejo integral de los pacientes y que sirvan de centro de referencia a todos los profesionales que detecten este tipo de problemas, para que los pacientes eviten el recorrido infructuoso de un profesional a otro hasta conseguir la resolución de su cuadro.

Más personal

– Nacida en… Madrid.
– Estado civil… Casada.
– Aficiones… Lectura, pasear, hacer deporte…
– Deportes… Pádel.
– Un libro… La catedral del mar, Los Pilares de la tierra…. Hay tantos libros preferidos.
– Música… Coldplay, Sergio Dalma, etc.
– Viajes en cartera… Estados Unidos, Canadá, Australia…

Trayectoria profesional

• Licenciada en Odontología. UCM (1992).
• Doctora en Odontología (1997).
• Miembro de SEDCYDO desde 1992.
• Postgrado en Patología de la ATM y Dolor Orofacial en el H.U. Gregorio Marañón (1992-95).
• Profesora Titular de la Universidad Europea de Madrid desde 1998.
• Profesora del Máster de Dolor Orofacial. Universidad San Pablo CEU desde 2008.
• Profesora colaboradora en el Máster en Dolor Orofacial y Trastornos Temporomandibulares de la Universidad del País Vasco.
• Colaboradora en los cursos de formación continua de SEDCYDO.
– Miembro del comité científico del COEM en el área de ATM y Dolor Orofacial.
• Dictante de varios artículos, capítulos de libros y ponencias.
• Clínica privada propia desde 1995.

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