Introducción
Después de ya medio siglo del nacimiento de la terapéutica implantológica en Odontología de la mano de Branemark y Albrektsson, de una forma reglada y predecible, son numerosísimos los tratamientos realizados mediante esta disciplina los que muestran esta opción terapéutica como esencial en la rehabilitación oral.
No obstante, también es cierto que, como consecuencia de esta gran cantidad de tratamientos implantológicos realizados a lo largo de muchos años, los odontólogos nos encontramos ya obligatoriamente inmersos en el estudio y análisis de los problemas y/o complicaciones que esta terapéutica, como cualquier otra, genera a medio y largo plazo.
Se ha podido comprobar, a lo largo de todos estos años, cómo la estrecha unión implante-hueso puede ser progresivamente «degradada» por el deterioro gradual del sellado biológico de la mucosa periimplantaria, siendo esta la principal responsable del adecuado mantenimiento a medio y largo plazo del tratamiento implantológico.