XV Congreso de AAMADE
La Asociación de Anomalías y Malformaciones Dentofaciales (AAMADE) consiguió reunir en la decimoquinta edición de su congreso a más de 150 profesionales.
En España, uno de cada 600 niños tiene problemas de malformaciones dentofaciales, según se puso de manifiesto en el XV Congreso Nacional de la Asociación de Anomalías y Malformaciones Dentofaciales que, bajo el título «Nuevas tecnologías en el tratamiento de las malformaciones faciales» y con un enfoque multidisciplinar, tuvo lugar en la Universidad Europea de Madrid.
Ante un auditorio de más de 150 profesionales, el doctor Jesús Fernández Sánchez, presidente de AAMADE y catedrático del Departamento de Odontología de la Universidad Europea de Madrid, destacó que «además de las alteraciones morfológicas y funcionales, las malformaciones dentofaciales generan problemas de fonación, alimentación, audición y relación, con implicaciones psicológicas profundas tanto para el afectado como para sus familiares. De hecho, constituyen una experiencia dramática para los padres desde el nacimiento del bebé, la cual se acrecienta con los diferentes problemas que aparecen en el niño y que se agravan en el periodo escolar, debilitando su autoestima y alterando sus relaciones sociales».
Abordaje multidisciplinar
Esta reunión tuvo como principal objetivo formar a los odontólogos menos acostumbrados a estas patologías, unificando criterios «en los protocolos de actuación de los profesionales que, perteneciendo a diferentes especialidades médicas y áreas odontológicas, tratan las anomalías y malformaciones dentofaciales», explicó el presidente de AAMADE. No en vano, una de las principales premisas para el correcto abordaje de estas alteraciones es el acercamiento y la actuación coordinada de los distintos miembros del equipo implicados en su diagnóstico y tratamiento.
Dicho abordaje se realiza a través de un grupo multidisciplinar que incluye un amplio abanico de profesionales (Enfermería, Psicología, Pediatría, Cirugía plástica y Fonoaudiología, además de todas las áreas odontológicas) que crean las condiciones necesarias para la rehabilitación del afectado y procuran un tratamiento global.
También para los padres, estas patologías constituyen una experiencia dramática desde el momento del nacimiento que se acrecienta con los diferentes problemas que aparecen en el niño, agravándose en el periodo escolar, debilitando su autoestima y alterando sus relaciones sociales.