Investigadores del Museo Nacional de Naturaleza y Ciencia de Japón han determinado, mediante análisis dentales, que el Homo Floresiensis no pertenecía a la misma especie que los humanos modernos.
El estudio, publicado en Plos One, describe el primer análisis exhaustivo de los restos óseos de nueve esqueletos, con 18.000 años de antigüedad, aproximadamente, y encontrados en la isla de Flores, en Indonesia. Los fósiles, de apariencia humana y tamaño infantil, comenzaron a ser conocidos en la comunidad científica como los restos de «Hobbits», porque pertenecían a individuos de estaturas pequeñas (0,90 metros) y fueron considerados primos extinguidos de nuestra especie.
En un primer momento se especuló sobre la posibilidad de que fuesen humanos modernos con microcefalia y cierto grado de retraso mental, pero, ahora, tras examinar 40 dientes de estos individuos y compararlos con 490 piezas de seres humanos modernos, los científicos rechazan la idea de que pertenezcan a nuestra misma especie y sugieren que se trata de un humanoide derivado de Homo Erectus, que fue de menor tamaño debido a que habitaba en una isla con recursos limitados.