Introducción
La pérdida dental prolongada en la zona posterior de la mandíbula produce reabsorción ósea, lo que dificulta la colocación de implantes. Si el paciente ha llevado una prótesis removible sobre esta zona, muchas veces la reabsorción es tan severa que dificulta la colocación de implantes. Si además de haber portado durante un tiempo prolongado una prótesis removible, el paciente pierde implantes debido a periimplantitis, entonces la reabsorción ósea es tan severa que la colocación de implantes de manera convencional muchas veces se torna imposible.
En casos en que hay solamente 4 mm. o menos de altura ósea entre el límite coronal de la cresta y el nervio dentario inferior, una alternativa de tratamiento es la regeneración ósea guiada vertical. En la literatura científica se acepta que dicha solución es la situación más exigente en Implantología desde el punto de vista biológico (1), ya que presenta una serie de limitaciones (2, 3):
• Menor fuente de células osteogénicas y menor vascularización.
• Mayor dificultad para lograr el cierre primario con la sutura y riesgo de dehiscencia de la herida.
• Es necesario usar hueso autógeno como material de relleno o mezcla de éste con un biomaterial.
• Período de cicatrización largo (entre 9 y 12 meses).