La mayoría de los coaches aprovechan su experiencia laboral anterior para hacer su incursión en el mundo del coaching. Nada que objetar si la práctica de esta herramienta para la mejora personal o profesional se realiza con pasión y preparación. Los usuarios deben conocer, como decíamos en artículos anteriores, que no todo lo que se nombra como coaching lo es. Técnicas y disciplinas distintas al coaching, se presentan como tal. Se asevera que el coaching online o por videoconferencia existe y, lo que es peor, se vende. Profesionales de algún área de la gestión empresarial se presentan como expertos en coaching, en muchos casos sin ningún tipo de formación específica en este campo. Aparecen coaches con formación escasa, de escuelas no reconocidas por entidades de prestigio o habiendo realizado cursos online de pocas horas. Quizás, en el mejor de los casos, con formación en una entidad de prestigio, pero con una falta de práctica sobrevenida, en ocasiones, por la juventud de la profesión. Esto hace que termine habiendo tantas variedades de coaching como nichos de mercado haya. Coaches especializados en medio ambiente, familia, imagen, en manejo del tiempo, finanzas personales o en déficit de atención.
En el ámbito dental la situación no cambia respecto de la general en el campo del coaching. Cada día aparecen nuevos coaches provenientes de labores de supervisión de una o varias macro-clínicas dentales que, habiendo pasado por la venta de presupuestos, ascienden a «directores de clínica» por vender mucho y de ahí, como premio, a supervisar la gestión de varias clínicas. Los avatares de la vida les llevan al desempleo y, en ese punto, la salida laboral es el coaching.
Se hace necesaria una autorregulación para no esperar a que el sector madure a base de descalabros y sinsabores. Deberíamos evitar llegar a ese punto por iniciativas éticas y no, a través de una selección natural de lo que el cliente acepta porque se lo venden a un precio inferior de mercado, o comprar pensando que lo más importante es coaching al menor precio posible, sea de la calidad que sea.
A continuación desarrollamos una definición de 10 tipos de coaching según su metodología. Sin duda, después de leer este artículo, podrá sondear a su coach sobre qué metodología utiliza, en qué entidad se formó, durante cuánto tiempo, el número de procesos de coaching que ya ha realizado y, sobre todo, qué garantía ofrece sobre sus servicios.
1. Coaching Ontológico: es un tipo de coaching que se utiliza sobre todo en procesos de cambio personal. Se basa en el lenguaje y las emociones y utiliza preguntas, conversaciones y el movimiento corporal para provocar el cambio.
2. Coaching sistémico: es ideal cuando el objetivo es el autoconocimiento, es idóneo para saber cómo superar situaciones complejas. Se basa en las teorías de sistemas, que señalan que el ser humano vive inmerso en diferentes tipos de sistemas en los que influye y que le influyen. Esta metodología se nutre de estrategias y disciplinas diferentes.
3. Coaching a través de PNL (Programación Neuro-Lingüística): es un método que permite el cambio en ciertas conductas. Analiza cómo se interpreta «la realidad» para ayudar a modificar ciertas conductas.
4. Coaching con Psicología Positiva: es una metodología de reciente creación, apenas unos ocho años en Estados Unidos, y que empieza a conocerse en Europa. Basa su concepción en el estudio de la resiliencia, que es la capacidad de reponerse de tragedias, frente a los paradigmas clásicos en la psicología que estudian los factores que causan las tragedias (patológicos y humanos). La psicología positiva ofrece una nueva perspectiva tanto a nivel personal como empresarial. Su mayor exponente es el doctor Martin Seligman y puede encontrarse una referencia a sus trabajos en Authentic Happiness.
5. Coaching Co-Activo: es el que sostiene que la gente es naturalmente creativa, llena de recursos y completa. Absolutamente capaz de encontrar sus propias respuestas a cualquiera de los retos a los que se enfrenta. El trabajo del coach coactivo, en vez de instruir o aconsejar al cliente, consiste en articular preguntas poderosas, escuchar y empoderar al cliente para invocar las herramientas y creatividad que éste ya posee. El coaching coactivo se compone de tres principios fundamentales, que juntos sirven para aumentar la calidad y los resultados del coaching experimentado en la vida y trabajo del cliente:
–Plenitud: obteniendo un profundo significado y satisfacción de la vida.
–Equilibrio: mirando el mundo desde una perspectiva potente haciendo elecciones poderosas y tomando una acción efectiva.
–Proceso: experimentando totalmente la riqueza de cualquier momento de la vida o el trabajo.
6. Coaching con Inteligencia Emocional: quizás no es tanto un modelo de coaching, sino un conjunto de técnicas efectivas para aplicar a distintas situaciones de coaching tanto al entorno personal como empresarial. Se fundamenta en aprender a reconocer las emociones en los demás y en uno mismo, y saber aplicar el pensamiento y el razonamiento para comprender esas emociones y controlarlas de manera adecuada y así poder adaptar la situación para que sea favorable. Uno de los autores más conocidos es Daniel Goleman.
7. Health Coaching o Coaching de Salud: es el que proporciona la estructura necesaria para crear una base del bienestar duradero, consiguiendo integrar, de forma eficaz, hábitos saludables, mejorando, paso a paso, la salud. Ofrece un apoyo y guía necesarios para conseguir la excelencia en diferentes ámbitos como la salud física, mental o espiritual.
8. Coaching según modelo Tavistock: es un modelo que está basado en la escuela Tavistock, con arraigo fuerte en el psicoanálisis. Basa sus experiencias en el subconsciente del individuo, y una de sus máximas en el entorno de empresa es que no puede ayudarse al individuo de forma aislada, sino que es necesario conocer el contexto, su pasado y su entorno.
9. Coaching según modelo de CoachVille: parte de la idea de que el coaching puede existir siempre y cuando haya una diferencia entre la situación actual y su situación deseada (la meta). Para acompañar al cliente desde su presente hacia su futuro, el coaching sigue un modelo de conversación con cinco pasos:
– El asunto de la conversación.
– El objetivo de la conversación.
– La realidad de la situación presente.
– Las opciones que existen para lograr el objetivo.
– El compromiso hacia la acción.
El modelo de coaching creado por Thomas Leonard, padre del coaching moderno, incorpora las habilidades esenciales del coach, junto con los cinco pasos de la conversación. La maestría y la «magia» del coach consiste en fusionar las dos partes.
10. Coaching según modelo GROW: es un modelo muy estructurado y orientado a resultados, de corte directivo y basado en tareas y retos, utiliza la confrontación y el diálogo con su modelo de preguntas y análisis de las situaciones, muy orientado al entorno empresarial. Uno de sus mayores exponentes es John Whitmore.
El modelo GROW es justamente uno de los más reconocidos y exitosos para la mejora personal y profesional que se ofrece en la industria del coaching. Utilizando un marco aparentemente simple, el modelo GROW proporciona una poderosa herramienta para destacar, obtener y maximizar el potencial interno a través de una serie de conversaciones de coaching secuencial. El modelo GROW es mundialmente conocido por su éxito tanto en la resolución de problemas y establecimiento de objetivos, ayudando a maximizar, como manteniendo los logros personales y la productividad.
El modelo GROW es actualmente uno de los principales pilares utilizados, no sólo en el trabajo de los consultores internacionales de rendimiento, sino dentro de la comunidad de coaching internacional en su conjunto debido a los excelentes resultados alcanzados. El modelo GROW es un acrónimo de (G) OAL (meta), (R) eality (realidad), (O) ptions (opciones) y (W) ill (plan de acción), destacando los cuatro pasos clave en la implementación del modelo GROW.
Al trabajar a través de estas cuatro etapas, el modelo GROW aumenta la conciencia de las propias aspiraciones del individuo, una mayor comprensión de su situación actual, las posibilidades que se le abren, y las acciones que podría llevar a cabo para alcanzar sus metas personales y profesionales. Mediante el establecimiento de metas específicas, medibles y alcanzables, y un calendario realista para su logro, el modelo GROW promueve con éxito la confianza y la automotivación, lo que lleva a una mayor productividad y satisfacción personal.