InicioSin categoríaExperiencia americana

Experiencia americana

No recuerdo cómo conocí a un excelente profesional de entonces en Madrid, el Dr. J.M. Losada. Sería porque me casé con una de sus pacientes, mi esposa Julia, y él fue quien nos animó para que fuéramos a Estados Unidos.

Hicimos las maletas y nos fuimos recién casados. Una aventura; con muy poco inglés y sin razón aparente, nos fuimos a Nueva York, era el año 1963. Si lo comparamos con la actualidad, con la plétora de odontólogos y la crisis económica, el viaje entonces era simple y llanamente para aprender. Y también era poner un pie en Estados Unidos.

Llegamos a Nueva York y, después de vivir unas semanas con una familia amiga, conseguimos un apartamento en la 71E, de una habitación, un pasillo-cocina y un baño. En planta calle, interior y desde donde no veíamos el sol.

Mi lugar de trabajo estaba detrás, en el calle 72 Este, la Guggenheim Dental Clinic, establecida para tratar a niños de condición humilde, adonde llegaban en autobús, estaban una hora en la clínica y, durante este tiempo, les limpiábamos una o dos caries y colocábamos una obturación de amalgama de plata. Autobús-niños-autobús: todo el día, toda la semana, durante un curso; más práctico que teórico, pero fue una gran experiencia.

Al principio, agosto de 1963, solo sabía decir en inglés a los niños: “Abre y cierra la boca”. Nueva York era entonces muy agradable, la calle 14, donde comprar alguna cosa española; vivimos nevadas como las últimas de este invierno; la muerte de Kennedy en Dallas; los Beatles en el Ed Sullivan Show; el pabellón español en la Feria Mundial de Nueva York y las Naciones Unidas, fueron lugares donde pudo trabajar Julia, pero se quedó embarazada y terminaron sus sueños. Así estuvimos todo el curso, con mi sueldo y bastante apurados.

Mientras, aplicamos a otros lugares. Había que volver sabiendo Endodoncia, como nos decía el Dr. Losada, y la forma de hacer currículum era formarse mejor para aplicar al lugar adecuado.

Me aceptaron en el Jewish Hospital de San Luis, en San Luis, Missouri; allí compaginé estudios y formación clínica-hospitalaria. El sueldo era mejor y el apartamento también, pero no nos llegaba para tener coche. Nació nuestro primer hijo en el mismo hospital y meses después Julia encontró trabajo como vendedora en una tienda de ropa de señora, muy cerca de nuestra casa. Mientras trabajábamos una muchachita nos cuidaba el niño, aunque a mí me tocaba los sábados que no trabajaba en el hospital y a Julia los miércoles. Me pidieron quedarme un año más y acepté; mucha cirugía, pacientes externos, urgencias, etc. Era como un internado-residencia, pero estábamos muy bien y contentos.

Un segundo año y con un único objetivo: volver a aplicar a la Forsyth Dental Clinic de Boston, afiliada a la Universidad de Harvard, donde se enseñaba Endodoncia, en un curso no reconocido todavía por la Asociación Dental Americana. Y así fue. Me aceptaron y, por fin, después de dos años, respirábamos el olor a mar y llegábamos a cumplir el objetivo del Dr. Losada: aprender Endodoncia.

Fue un año bonito. Durante el verano hasta comenzar el curso en septiembre estuve trabajando con la máquina de difracción a Rayos X el flúor en los dientes de tiburón. Una experiencia bonita. El centro era famoso por sus estudios sobre el flúor y pastas dentífricas; Periodoncia y los cursos de higienistas dentales que emergían entonces. Y años después, en Endodoncia, con alumnos tan brillantes como los doctores A.Tamse, M. Torabinejad, Cris Ruddle o P. Wesselink, conocidos internacionalmente.

Fue un gran año: clases, pacientes, revisión de la literatura, fue el embrión de lo que sería un postgrado de Endodoncia de tres años, o sea Harvard contra Boston U. y el Dr. Schilder o Tufts U. con Goldman y otros.

La familia está bien. Una joven cuida de nuestro hijo y Julia sigue trabajando en la misma tienda que en San Luis, pero en Boston. Dos sueldos, ¡qué bien!. La ciudad es caminable; no es necesario coche y el apartamento es mejor, cerca del Fenway Park y del estadio de béisbol de los Red Shocks. Amigos, excursiones, paellas, playas y mejor inglés-mejor comunicación. Y Endodoncia.

artículos relacionados

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!