Resumen
La oxidación electrolítica con plasma es una técnica avanzada de anodizado que permite ajustar en una sola etapa tanto la composición como la morfología y topografía de implantes basados en titanio y sus aleaciones. En el presente trabajo se describen algunas de las características de estos recubrimientos fabricados en titanio de grado I, IV y V, así como los primeros resultados de su comportamiento in vitro que demuestran su capacidad para mejorar la bioactividad y resistencia frente a la corrosión en fluido corporal.
Abstract
Plasma electrolytic oxidation (PEO) is an advanced surface treatment technique for implants based on titanium and its alloys. This anodizing-like process enables simultaneous modification of the surface composition, morphology and topography. The present work describes the characteristics of the PEO coatings generated on titanium of commercial grades I, IV and V and some of the aspects of their bioactivity and corrosion resistance in vitro.
Introducción
El titanio y sus aleaciones son unos excelentes candidatos para el desarrollo de implantes dentales y prótesis en la industria biomédica debido a su excelente biocompatibilidad con el tejido celular, su buena estabilidad mecánica y su elevada resistencia a la corrosión (1,2). Sin embargo, el titanio es un material inerte, por lo que su oseointegración, es decir, la bioadhesión entre el tejido óseo y el implante está limitada, siendo necesario realizar tratamientos superficiales (3-5). El ataque químico y el granallado o chorreado con partículas cerámicas (arena, alúmina o zirconia) son algunos de los métodos utilizados habitualmente para aumentar la rugosidad superficial del titanio con el objetivo de facilitar la adhesión celular. Sin embargo, estos métodos únicamente afectan a la topografía y no a la composición de la superficie.
Otras alternativas que se suelen emplear consisten en el anodizado convencional y la formación de recubrimientos de hidroxiapatita por métodos de proyección térmica. El primero de ellos produce una capa barrera de TiO2 amorfa de 20-100 nm de espesor y que se puede modificar con tratamientos térmicos posteriores, consiguiendo un recubrimiento cristalino de anatasa y/o rutilo de mayor bioactividad. Sin embargo, la adición de varios pasos al proceso de fabricación, alarga y encarece el producto final. En cuanto a la hidroxiapatita depositada por métodos de proyección térmica, presenta como principal inconveniente una pobre adhesión con el sustrato.