Baleares promueve unas medidas para asegurar la salud oral de los isleños
Los dentistas están cada vez más preocupados por el incremento de personas obsesionadas con tener los dientes blancos. Ante esta emergente moda, el Colegio de Dentistas de Baleares ha redactado una serie de recomendaciones que pretenden alertar a la sociedad de los riesgos de un blanqueamiento no supervisado por profesionales.
Entre los profesionales de la Odontología está aumentando la preocupación en relación a la blancorexia, una patología que supone la obsesión por tener los dientes más blancos y que incide muy negativamente en la salud oral de los que la sufren al ponerse en manos de personas no cualificadas para realizarse los blanqueamientos o al tratarse, ellos mismos, sin la supervisión necesaria.
Ante esta tendencia el mercado ha puesto a disposición de la sociedad numerosos centros de blanqueamiento y productos que no cuentan con la supervisión y el control de profesionales cualificados. Por eso, el Colegio de Dentistas de Baleares hace un llamamiento a la población para que acudan a profesionales si desean realizarse un blanqueamiento para asegurarse de que realmente está indicado en su caso concreto. Únicamente los dentistas, por su cualificación, pueden garantizar el tratamiento más adecuado para cada paciente y menos perjudicial e invasivo para la boca.
Blanqueamiento dental
Los dentistas recuerdan que el color natural de los dientes no es blanco totalmente, es más cercano al marfil y está condicionado por cuestiones genéticas, hábitos de alimentación o incluso determinados medicamentos. El blanqueamiento supone un procedimiento con sustancias químicas, que aumentan la porosidad de los dientes para que determinadas sustancias penetren dentro de su estructura. Estos componentes, el peróxido de hidrógeno o de carbamida, son tóxicas en altas dosis y pueden dañar las encías y los dientes. Por ello, es fundamental que el paciente goce de buena salud oral y acuda a los profesionales adecuados o, en el caso contrario, se pueden producir severas irritaciones en las encías (gingivitis), daños en la matriz del esmalte (desmineralización) y en el interior de la pieza, penetrando en la pulpa dental de forma irreversible (necrosis pulpar) con la consecuente muerte y pérdida del diente. Entre los efectos adversos del abuso o uso no controlado de estas sustancias también se encuentran la alteración del sabor en la lengua o la hipersensibilidad dental.
Para evitar tener que recurrir de forma reiterada a los blanqueamientos, los dentistas recomiendan una buena higiene dental, evitar el tabaco, el té, el café, el vino, los refrescos carbonatados o con azúcar, las frutas y verduras de pigmentación intensa y determinadas salsas. En cualquier caso, los expertos aseguran que los blanqueamientos bajo control profesional no son perjudiciales para la salud oral o general.