InicioNoticiasProtagonistas«El contacto entre dentistas y neurólogos beneficia a la salud del paciente»

«El contacto entre dentistas y neurólogos beneficia a la salud del paciente»

Dres. Yago Leira y José Vivancos, coordinador y miembro del grupo de trabajo SEPA-SEN, respectivamente

Las personas con periodontitis pueden tener casi el doble de riesgo de padecer Alzheimer y el triple de sufrir un ictus isquémico. Estas son las principales conclusiones que se extraen de un riguroso y exhaustivo informe de consenso llevado a cabo por el grupo de trabajo conjunto de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) y la Sociedad Española de Neurología (SEN). De esta colaboración y de sus beneficios para los profesionales, nos hablan en esta entrevista los Dres. Yago Leira y José Vivancos, coordinador y miembro del grupo de trabajo SEPA-SEN, respectivamente.


Dr. Yago Leira, periodoncista y coordinador del grupo de trabajo SEPA-SEN

—¿De dónde nace la colaboración entre SEPA y SEN?

—La creación del grupo SEPA-SEN tiene su origen en el año 2019 tras una larga charla entre un padre (Dr. Rogelio Leira, neurólogo) y su hijo (un servidor). Recuerdo que le estaba explicando a mi padre las colaboraciones que estaba realizando SEPA con otras sociedades científicas médicas como la SED (Sociedad Española de diabetes) o la SEC (Sociedad Española de Cardiología), y que creía que quizás ahora podría ser una buena idea empezar lo mismo con la SEN.

Nos pusimos en contacto con mi mentor y jefe en la Universidad de Santiago, el Prof. Juan Blanco (expresidente de SEPA), para organizar una reunión con Javier García de SEPA. Fruto de esa reunión, se empezó a tejer el grupo SEPA-SEN. En los primeros pasos fue crucial el apoyo del por aquel entonces presidente de la SEN, el Dr. José Miguel Laínez, al que nos une una gran amistad y, por supuesto, de los Dres. Antonio Bujaldón y José Nart (por entonces presidente y vicepresidente de SEPA, respectivamente) junto con Miguel Carasol (coordinador de los grupos de trabajo de SEPA y actual miembro del grupo SEPA-SEN).

A este último tengo que agradecerle su gran ayuda para constituir y organizar el grupo SEPA-SEN, ya que sin su experiencia y afán desinteresado por ayudar este proyecto no hubiera visto la luz. También, me gustaría hacer referencia al resto de integrantes del grupo: los neurólogos Prof. Ana Frank y José Vivancos, y el médico estomatólogo Prof. Pedro Diz, pues es un placer contar con gente tan cualificada y, a la vez, tan humilde en este grupo.

—¿Qué beneficios puede aportar la colaboración entre dentistas y neurólogos a la salud de la población?

—El estar en constante contacto con nuestros colegas neurólogos es clave para ofrecer a nuestros pacientes la máxima calidad para cuidar de su salud (tanto bucal como general). Cada vez, de manera más frecuente, nos encontramos a pacientes periodontales con enfermedades neurológicas como el ictus o la demencia (sobre todo la de tipo Alzheimer).

Para un correcto manejo de los mismos, la colaboración por parte de los neurólogos es fundamental. Por otro lado, debido a la potencial relación que existe entre la periodontitis y el ictus o la enfermedad de Alzheimer, el neurólogo podría tener un rol importante para cribar y, posteriormente, derivar pacientes con posibles problemas periodontales al odontólogo.

—Prevención, diagnóstico, tratamiento… ¿en todas las fases de la atención sanitaria a pacientes con enfermedad neurológica el dentista puede tener un papel destacado?

—Realmente a todos los niveles. Desde la consulta dental, se pueden desarrollar protocolos de detección precoz, por ejemplo, de deterioro cognitivo a través de cuestionarios fácilmente realizables en nuestras clínicas.

Además, la enfermedad cerebrovascular (en especial el infarto cerebral) y algún tipo de demencia presentan factores de riesgo vasculares (como la hipertensión o la diabetes), que también pueden ser detectables en la consulta dental a través, por ejemplo, del protocolo Promosalud liderado por Miguel Carasol.

En cuanto a si el tratamiento periodontal puede tener un efecto beneficioso en los pacientes con patología neurológica, todavía no existen datos científicos al respecto. Lo que sí sabemos es que el tratamiento periodontal puede actuar positivamente en el control glucémico, incluso, en la tensión arterial.

Por lo tanto, en pacientes con un alto riesgo vascular es recomendable que su estado periodontal sea óptimo y, en caso de necesitar tratamiento periodontal, que sea realizado con la mayor brevedad posible.

—Después de este documento de consenso firmado por SEPA y SEN, ¿cuáles son los siguientes pasos a seguir? ¿Se estudia la posibilidad de desarrollar conjuntamente algún protocolo?

—Ya hemos dado el primer paso, que es dar a conocer el documento de consenso. Posteriormente, en el marco de la reunión anual de la Sociedad Española de Neurología, se tiene previsto la organización de un seminario sobre la relación entre la periodontitis y las enfermedades neurológicas.

Además, se tiene pensado realizar un informe divulgativo del consenso para que tanto nuestros colegas odontólogos como médicos, así como nuestros pacientes puedan estar al día de los principales hallazgos del mismo. Una vez finalizada esta primera etapa, el grupo valorará los siguientes pasos a tomar y uno de ellos podría ser la de poner en marcha un protocolo de actuación conjunta entre odontólogos y neurólogos para aplicar tanto en la consulta dental como en las unidades especializadas de neurología.

—¿Cómo trasladar a sus colegas su papel clave en la salud, mucho más allá de la salud oral?

—Creo que esto se está logrando poco a poco. Una de las sociedades científicas pioneras en la promoción de la salud bucal y general es SEPA. Ha hecho y está haciendo un trabajo maravilloso a través de sesiones específicas en su congreso anual así como de la formación continua para profesionales del ámbito odontológico sobre la relación entre periodontitis y enfermedades sistémicas, así como sobre el papel del odontólogo como promotor de salud general desde la clínica dental. Además, ha puesto en marcha el proyecto al que he hecho referencia previamente: Promosalud.

—Asimismo, ¿cómo conseguir hacer llegar a la población el mensaje que si se descuida la salud oral, las consecuencias pueden ir más allá de un problema en la boca?

—Se podría empezar por llevar a cabo campañas de sensibilización para que la población general conozca la relación que existe entre la periodontitis y otras enfermedades crónicas no comunicables.

Una buena manera de hacer esto sería organizar puestos informativos en diferentes ciudades españolas los días en los que se celebra cada una de estas enfermedades como, por ejemplo, la diabetes y la hipertensión, así como de condiciones neurológicas como el ictus y la enfermedad de Alzheimer; sin olvidarnos del día de la Periodoncia.


Dr. José Vivancos, neurólogo y miembro del grupo de trabajo SEPA-SEN

—¿Cuál es la situación de la patología neurológica en España?

—Tanto la patología cerebrovascular como los diferentes tipos de demencia son dos áreas de la neurología muy prevalentes. Hoy en día en Neurología, el primer motivo de consulta y de derivación de pacientes, fundamentalmente de Atención Primaria, es por deterioro cognitivo o enfermedad cerebrovascular. El ictus es la patología neurológica grave más frecuente. Es y será en los próximos años un motivo de preocupación importante: una de cada seis personas va a tener un ictus a lo largo de su vida.

Además, es una enfermedad que, aunque se ha avanzado mucho tanto en su prevención como en su tratamiento, sigue teniendo una alta tasa de mortalidad -es la primera causa de mortalidad entre las mujeres en los países desarrollados-, es la primera causa de discapacidad grave del adulto y es la segunda causa de demencia.

Son enfermedades que están, incluso, relacionadas, con lo cual son problemas de salud de primera magnitud y lo van a ser en los próximos años. Todo lo que hagamos en prevención y para mejorar la asistencia a nuestros pacientes muy bien hecho está.

—¿Por qué esta elevada prevalencia de estas enfermedades?

—Son enfermedades que están muy ligadas al envejecimiento y cada vez vivimos más. El segundo factor añadido es que hay determinados factores de riesgo que los precipitan. En el caso de la enfermedad cerebrovascular es muy claro. El primer factor de riesgo para el ictus es la hipertensión arterial, también otros como las arritmias cardiacas, la diabetes, el sedentarismo, la obesidad, el tabaquismo, el excesivo consumo de alcohol…

Además, estos factores de riesgo también lo son para el desarrollo de determinadas demencias. Aunque las más frecuentes como la enfermedad de Alzehimer tiene un origen neurodegenerativo, en su producción también juegan un papel importante los factores de riesgo vascular. De tal forma que esto sí que es modificable. Es decir, la edad de momento no la podemos modificar, pero todos estos factores de riesgo sí.

Después existen otros factores de riesgo que han propiciado la colaboración entre SEPA y SEN y que son aquellas circunstancias que promueven estados de inflamación crónicas como la enfermedad periodontal, que también es un factor de riesgo para el desarrollo de estas enfermedades neurológicas.

—¿Qué se puede hacer en las consultas dentales por los pacientes neurológicos?

—La recomendación genérica que haría a los odontólogos es la que le haría a cualquier profesional sanitario: promocionar entre nuestros pacientes la salud. En este caso consistiría en promover hábitos de vida saludables y el control de circunstancias de riesgo que pueden favorecer estas enfermedades. Por ejemplo, una
breve historia clínica para saber si el paciente tiene la tensión alta, si es diabético, si tiene el colesterol alto…

Además, el paciente antes de ser atendido por el dentista está en la sala de espera. El hecho de que ahí se le pueda facilitar información para que pueda leer antes de ser atendido, que se hable de salud… todo eso hace que podamos mejorar la prevención de estas enfermedades. Y, por supuesto, su labor específica que es el control y tratamiento de las enfermedades que condicionan una inflamación crónica como es la enfermedad periodontal.

También muchos pacientes de ictus están en tratamiento con antitrombóticos y la
recomendación sería establecer con precisión a qué pacientes sería adecuado retirar
temporalmente esos anticuagulantes porque la actuación sobre su dentadura así lo precise. A veces los retiramos alegremente y sometemos al paciente al riesgo de una recurrencia de estas graves enfermedades.

En cualquier caso, lo que hay que hacer es promover la comunicación entre profesionales sanitarios. Estamos encantados de hablar con nuestros compañeros para hacer consultas y ver si hay que retirar o no la medicación, si hay que iniciar algún tratamiento sustitutivo… Todo esto es muy relevante y se puede hacer en las consultas de Odontología.

En el caso de los pacientes con demencias lo que añadiría es que, a veces, son pacientes difíciles de atender en una consulta dental. Las recomendaciones que nosotros le podemos hacer cuando se le va a hacer un procedimiento dental probablemente no las atienda o entienda, son pacientes que están intranquilos e inquietos cuando salen de su entorno habitual.

A veces se necesita administrar algún tipo de sedación. La comunicación con su neurólogo para establecer el mejor escenario para que se pueda hacer el procedimiento dental que precise es relevante. A veces hago recomendaciones en consulta sobre premedicación o qué tiene que hacer el paciente con un deterioro cognitivo en situación moderada o avanzada para que el dentista pueda realizar su trabajo. La comunicación en este sentido también es relevante.

—¿Qué beneficios puede aportar la colaboración entre neurólogos y dentistas a la salud de la población?

—Los dos somos profesionales sanitarios y el beneficio es la promoción de la salud. Cada uno hacemos nuestro trabajo lo mejor posible y en coordinación. Tenemos que trabajar en la misma dirección. En el caso de enfermedades prevenibles, como el ictus, yo siempre digo que el mejor tratamiento para un ictus es el que no ocurre. La prevención del ictus es el mejor tratamiento que podemos hacer hoy en día.

—¿Cuáles son los pasos a dar por ambas sociedades?

—En noviembre, en el congreso anual de la SEN en Valencia tenemos pensado hacer un simposium donde daremos a conocer este consenso a los neurólogos. Después nos queda una labor de divulgación entre nuestros compañeros, tanto neurólogos como dentistas. Y después está en nuestra mente hacer una publicación científica al detalle, con toda la bibliografía revisada por la que se ha alcanzado este consenso para quienes tengan interés en revisarlo más en profundidad.

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