La Enfermedad Periodontal (EP) es la causa más frecuente de pérdida de dientes en sujetos mayores de treinta y cinco años.
En su desarrollo intervienen factores tanto individuales como ambientales. Esta enfermedad está producida por una serie de bacterias específicas. La ruptura del equilibrio entre la acción de estos microorganismos y la capacidad de respuesta del huésped desencadena EP (1).
La relación de la Enfermedad Periodontal con las enfermedades sistémicas ya estaba contemplada en la antigüedad desde las tablillas sumerias (S. VII a.c) o el clásico Hipócrates (S.V a.c). Cardano (S. XVI) también nos habla de esta conexión, pero, sin duda, el antecedente histórico más destacable es Hunter, que a principios del pasado siglo estableció la teoría de la infección focal. Esta teoría cayó en desuso a mediados de siglo y sólo con los avances de la Medicina a finales del siglo XX se volvió sobre ella con fundamentos más sólidos (1).
Cada vez son más los investigadores que a través de sus artículos resaltan la importancia de la Periodoncia dentro de la práctica médica general relacionándola directamente con patologías sistémicas como en enfermedades cardíacas, diabetes mellitus, infecciones respiratorias, parto prematuro y bajo peso al nacimiento, accidentes cerebrovasculares y otras, sobre las que se están haciendo investigaciones actualmente para establecer esta posible relación (2,3).