A pesar de su juventud el Dr. Mario Pérez-Sayáns ha conseguido hacerse un nombre en el panorama de la investigación odontológica, donde destaca los avances que se han producido en el campo de los materiales dentales y en las áreas de osteointegración y patología oral.
—¿Cómo surge su faceta investigadora? ¿Podemos decir que lo suyo con la investigación es vocacional?
—Mi objetivo vocacional fue, y todavía es, la docencia. El interés por la investigación surgió por ser un área estrictamente necesaria en el camino hacia la docencia, pero a medida que me sumergía en el universo de la ciencia, mi interés fue creciendo exponencialmente y, hoy en día, es una de las actividades que más satisfacciones me aporta. Por supuesto, mi jefe y amigo Abel García, dedicado desde hace tiempo a la investigación, tiene mucho que ver en todo esto, pues consiguió despertar en mí el interés y el placer que ahora encuentro en esta actividad.
—A lo largo de su carrera, ¿en qué campos se han centrado sus esfuerzos investigadores?
—Aunque inicialmente me centré en temas relacionados con la cirugía y la implantología oral (áreas que todavía seguimos abordando en nuestro grupo de trabajo), rápidamente descubrí que lo que realmente me apasionaba eran los aspectos relacionados con la biología y patología celular y molecular de las enfermedades de la boca, sobre todo el cáncer y el precáncer oral.
—Recientemente, durante el XII Congreso de la SEMO ha pronunciado una ponencia de las patologías óseas en relación al consumo de bifosfonatos. ¿Existe desconocimiento entre los profesionales sobre esta relación?
—Nuestro grupo de investigación lleva varios años trabajando sobre el efecto de estos fármacos en los huesos de la boca. Inicialmente, los efectos y potenciales riesgos de estas drogas, tras actos quirúrgicos en la boca, eran absolutamente desconocidos por la mayor parte de la comunidad odontológica. Actualmente estamos consiguiendo que los odontólogos sean conscientes de todos los posibles problemas derivados de estos fármacos, aunque todavía queda mucho trabajo de investigación, para conseguir establecer unas guías de práctica clínica basadas en la evidencia.
—¿Qué papel juega, a su juicio, la investigación en el campo de la Odontología? ¿Ocupa el lugar que se merece?
—Por desgracia no. La Odontología ha pasado de ser un arte a ser una ciencia, pero todavía le queda mucho camino por recorrer para ocupar el lugar que se merece. Sin embargo, no podemos obviar los grandes avances científicos nada desdeñables que se han producido en el terreno de los materiales dentales, áreas como la osteointegración o la patología oral.
—¿Qué investigaciones actuales son las más prometedoras en la Odontología?
—Todos y cada uno de los avances y descubrimientos en el campo de la Odontología son, o pueden llegar a ser, prometedores. Sin embargo, y como ocurre en muchas otras áreas, los más prolíficos serán, sin duda alguna, aquellos en los que las empresas encuentren un posible interés comercial.
—¿Qué países o grupos son espejos donde mirarse?
—Creo que España no tiene absolutamente nada que envidiar, científicamente hablando, a otros países como EE.UU., Alemania o Suiza, sin embargo, es evidente que la actual crisis económica está azotando de una manera devastadora a la comunidad científica nacional e internacional, lo que indirectamente provoca una merma en la producción científica por falta de financiación. Esto se traduce en un deterioro de los aspectos traslacionales a la clínica diaria. Todos esperamos que la «fuga de cerebros» deje de ser una realidad y España pase a ser un espejo donde mirarse.
—¿Qué le diría a un joven odontólogo que acaba de iniciar sus estudios para animarle a «hacer carrera» en el campo de la investigación odontológica?
—Además del beneficio que indudablemente supone para la sociedad, la investigación puede ser un medio de vida que proporcione grandes satisfacciones. Sí me gustaría subrayar tres consideraciones, la primera, por supuesto, es que sea una decisión personal, consensuada y no dirigida, lo que evitará el abandono ante el primer revés. Segundo, intentar rodearse de profesionales que amen la investigación sin conflictos de interés, lo que asegurará el buen funcionamiento del grupo. Y tercero, paciencia, esfuerzo, dedicación y constancia, que hará que la satisfacción por los resultados sea no sólo un trabajo o una vocación, sino un estilo de vida.
Perfil de Mario Pérez-Sayáns
Doctor en Odontología por la USC. Obtuvo el Primer Premio Nacional Fin de Carrera y los Premios Extraordinarios de Licenciatura de la USC, de la C.A. de Galicia y de Doctorado. Asimismo, es miembro del Grupo Consolidado de Investigación en Epidemiología del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS), miembro del grupo de investigación GI-1319 adscrito al Departamento de Estomatología de la Universidad de Santiago de Compostela y Profesor Asistente del Máster de Medicina Oral, Cirugía Oral e Implantología de la USC.
Es autor de más de 25 publicaciones indexadas en el JCR, cuatro libros, cinco capítulos de libros y múltiples comunicaciones orales, pósteres científicos, cursos y conferencias en congresos nacionales e internacionales.
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Bonache/Rojas