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«Es difícil prever las condiciones futuras de la profesión ante la avalancha de titulados que se nos viene encima»

Cuando se cumple un año de su mandato al frente del Colegio de Dentistas de Córdoba repasamos con su presidente, el Dr. Rafael Roldán, el fruto del trabajo realizado en estos doce meses y nos adentramos en los problemas más acuciantes que padece la profesión. Desde el exceso de dentistas, pasando por la necesidad de crear especialidades, hasta el intrusismo o la precariedad laboral que sufre el colectivo de profesionales al que representa en esa provincia andaluza.

—¿Qué balance hace usted de su primer año como presidente del Colegio de Dentistas de Córdoba?

—Quizás sea pronto para hacer un balance, sin embargo, diría que el año que ha trascurrido ha sido positivo, extraordinariamente positivo. Al tomar posesión, la nueva Junta de Gobierno inició un camino de transición entre la anterior junta y la nueva. Actualmente hemos regularizado este periodo con reformas en la gestión colegial y si bien es verdad que hemos realizado muchos cambios y seguiremos haciéndolos, también lo es que estamos dedicando numerosos esfuerzos para hacer mejor lo que ya se venía haciendo.

—Todos los colegios poseen características propias, ¿cuáles diferencian al de Córdoba?

—El ser un Colegio con un relativo número no muy alto de colegiados es un rasgo diferenciador que le convierte y le facilita tener un trato más cercano con el colegiado. De esta cuestión también se benefician los ciudadanos, cuyas preguntas, dudas, reclamaciones sobre el resultado de los tratamientos, o informaciones sobre cualquier asunto de la profesión son siempre atendidas y mediadas por la Comisión Deontológica con bastante celeridad. Sin embargo, me gustaría insistir que desde el punto de vista colegial, la proximidad y el conocimiento de la mayoría de los colegiados, nos posibilita igualmente que sea más fácil mantener una actitud constante de respeto a todas las opiniones y un clima de concordia y tranquilidad en el funcionamiento colegial.

—¿Qué objetivos prioritarios se ha marcado en su mandato?

—La mayoría de nuestro trabajo se está centrando en elevar el nivel de compromiso del Colegio con los colegiados y viceversa. Pretendemos, por un lado, garantizar una información en tiempo real sobre todo lo que acontece en nuestra profesión, desde los diferentes ámbitos de la misma, y por otro, organizar actividades institucionales, lúdicas, culturales y, sobre todo, cursos de formación continuada que supongan una oferta atractiva para que los colegiados asistan a la misma sin necesidad de desplazarse fuera de su provincia. Tampoco olvidamos que el principal déficit de nuestro Colegio es la falta de una sede social adecuada.

—En muchos colegios hay quejas de la abundancia de titulados en Odontología que sale cada año de las universidades. ¿También en Córdoba se aprecia ya el problema del exceso de dentistas?

—Indudablemente. Si bien en Córdoba no existen universidades privadas donde se imparte la titulación de Odontología, somos receptores de esos nuevos licenciados venidos de universidades de otras provincias españolas. Actualmente, ya existe plétora profesional y esto está suponiendo, y va a suponer, un gran impacto en el ejercicio de la odontoestomatología, y más si tenemos en cuenta que somos una provincia con un contexto socioeconómico muy definido por el sector servicios y agrario, y una alta tasa de desempleo. Un claro ejemplo es que las nuevas incorporaciones del recién egresado de la universidad se hacen mediante colegiación sin ejercicio, sin trabajo, o por cuenta ajena.

—¿Estaría de acuerdo en crear numerus clausus en las universidades?

—El establecimiento de un número limitado en el acceso a las Facultades de Odontología o al ejercicio de la profesión es un tema de enorme trascendencia, y no sólo para la profesión sino también para la sociedad en general y los ciudadanos en particular. Para mí es absolutamente necesario hacerlo. Si no es así, puede suceder lo que aconteció en los años 80 con el colectivo de médicos, cuando la falta de planificación en la creación de Facultades de Medicina y en el acceso a las mismas, dio lugar a una bolsa de paro de licenciados en Medicina de proporciones inmensas, que provocó situaciones tan esperpénticas como que muchos médicos tuvieran que trabajar como auxiliares de clínica. El legislador debe comprender que es absolutamente imprescindible regular la entrada de alumnos a las facultades de Odontología, cuando tenemos un nivel de paro actual elevado y creciente, y que apunta a ser de una descomunal proporción, a tenor del descontrol en la creación de Facultades de Odontología. Los colegios profesionales tenemos la responsabilidad de alertar a nuestros gobernantes sobre los efectos indeseables y el impacto socioeconómico y laboral que la falta de planificación va a determinar y está determinando, en la incorporación al mercado laboral de los jóvenes dentistas. El escenario posterior que ya está emergiendo no es nada alentador: incremento de dentistas en paro, exportación de facultativos a otros países, subcontrataciones, abandono de la profesión o bien retomar y volver a los estudios universitarios, pero esta vez en Medicina u otra carrera universitaria distinta. Por nuestra parte, hemos adoptado el acuerdo por el cual los colegiados que se encuentren en desempleo tendrán entrada gratuita a los cursos de formación continuada que se organicen dentro de nuestro colegio profesional.

—¿Cuántos dentistas hay en Córdoba y cuántos más podría absorber a corto plazo?

—Actualmente, somos algo más de 325 colegiados, con una incorporación muy alta de mujeres dentistas en los primeros años de colegiación. La respuesta a la segunda parte de la pregunta es difícil de contestar, dado que intervienen varias variables que, al menos para mi, ya son difíciles de valorar por sí mismas y al margen del entorno donde se implementen. Realmente no me es posible prever cuáles serán las condiciones futuras de la profesión ante la avalancha de profesionales que se nos viene encima. Un mayor número de dentistas en relación con el número de habitantes no es malo, siempre y cuando la exigencia en la calidad de la asistencia bucodental sea excelente.

—¿Se dan casos de precariedad profesional en Córdoba, como ya ocurre en otros colegios?

—La situación de crisis financiera y el alto nivel de desempleo que vive el país, también nos afectan y, por tanto, no somos ajenos a ella. Y si bien no tenemos estudios ni existen investigaciones sobre las incidencias en el mercado laboral de dentistas en Córdoba, sí detectamos un creciente nivel de desempleo y que quizás el exceso de requisitos burocráticos para que un dentista pueda establecerse por cuenta propia hace que, sobre todo los más jóvenes, tengan mayores dificultades de inserción en el mercado laboral. Al Colegio también le llegan informaciones de que existen colegiados que trabajan para clínicas en circunstancias donde el criterio de ajenidad de su trabajo y de dependencia en la ejecución del mismo son claramente contratos de trabajo sometidos a la legislación laboral y, sin embargo, los empresarios pretenden el amparo legal con el alta en el RETA por parte del dentista. Un claro ejemplo, y no es el único, lo hemos tenido con el cierre de las consultas de la franquicia Dentaline. En los casos de contratación por cuenta ajena, tenemos intención de reivindicar un nivel retributivo digno, puesto que por las informaciones que tenemos no es siempre así.

—¿Existe intrusismo o es un mal erradicado?

RafaelRoldan

—El intrusismo existe y, por desgracia, sigue siendo una lacra social no sólo para nuestra profesión sino que abarca y afecta a todas las profesiones. Para mí lo más lamentable es que a determinadas personas con responsabilidad corporativa, pongamos como ejemplo la presidenta de los protésicos de Murcia, no les importa alardear y causar graves perjuicios a los ciudadanos y en algo tan importante como es la salud. El arrogarse funciones de nuestra profesión, simplificando actos clínicos, diagnósticos y terapéuticos tales como exploración previa, anestesia locorregional, tallar dientes, tomar impresiones, esterilizar todo el material e instrumental, montar en articulador, entre otros, no sólo va en contra de nuestro ordenamiento jurídico, si no que es un desprecio al derecho constitucional que los ciudadanos de este país tenemos respecto de la protección de nuestra salud. Pero ya se sabe, la ignorancia es atrevida.

—¿Cómo está afectando la crisis al sector dental de su región?

—Obviamente el desempleo y la falta de recursos económicos está impactando sobre la salud bucodental. La información que recogemos desde el Colegio nos indica inequívocamente que existe una reducción importante en la prestación de la asistencia odontológica en las consultas privadas y, por consiguiente, una merma de los ingresos. Al mismo tiempo, se está produciendo un incremento de la demanda de pacientes en el sector público como consecuencia de la crisis, y cuyos tratamientos esperemos no nos hagan recordar a las amputaciones dentales masivas de tiempos pretéritos. Esta situación hace necesario que desde el Colegio se realicen acciones propias y que volvamos a insistir ante las autoridades, que es necesario como actividad preventiva más importante, informar a la población de que el recurso más valioso y económico en salud bucodental es conservar los dientes propios.

—¿Y cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta el sector?

—Sin duda, la plétora profesional. Existen otros problemas emergentes, pero el incremento de profesionales activos que se está produciendo y se va a producir en un tiempo muy corto, exige, aunque probablemente ya sea tarde, una planificación de los recursos profesionales. Es una falacia entender que cuantos más profesionales tengamos menos coste tendrá la asistencia odontológica y mayor posibilidad de acceso de los ciudadanos a los tratamientos más costosos en condiciones de excelencia clínica.

Con inundar la sociedad de dentistas no vamos a provocar que los ciudadanos con menos poder adquisitivo acudan a los servicios de Odontología. Antes al contrario, lo que debemos reivindicar ante nuestras autoridades es que se realicen acciones y se destinen recursos para que no se siga dependiendo de factores sociales y económicos, a la hora de recibir una asistencia óptima en salud bucodental.

—¿Cómo ve el futuro de la profesión en el plazo de su presidencia?

—Con la prudencia y reserva de hacer un pronóstico, quizás tres años sea un tiempo corto para el abordaje de los nuevos cambios que se nos avecinan dentro de la profesión. Sin duda, los valores que han de guiar nuestra presidencia y las exigencias en la toma de decisiones vendrán dados por el seguimiento y el cumplimiento de las nuevas normativas que se nos van a presentar en los próximos años, tales como el cumplimiento del real decreto sobre receta médica y órdenes de dispensación, la aprobación de las especialidades odontológicas, la normativa sobre la carrera profesional y, cómo no, la evaluación de los efectos, sin duda indeseables y negativos, de la alta tasa de desempleo que nos espera.

—El Programa de Asistencia Dental Infantil (PADI) ha sido campo de batalla en otros colegios de dentistas. ¿Cómo se ha abordado este tema en Córdoba?

—Actualmente, y según la información de la que disponemos, sobrepasa ligeramente el 20% de los colegiados de Córdoba que están adscritos al plan de atención dental infantil, aunque pensamos que en los próximos años va a existir una avalancha de nuevas incorporaciones como consecuencia de la crisis que padecemos. Por nuestra parte, seguimos echando en falta intervenciones conjuntas con la Administración Pública, que sirvan para optimizar todos los recursos profesionales y técnicos de las consultas de dentistas, sean públicas o privadas, y todo en bien de la ciudadanía. Las acciones colectivas y conjuntas sobre cuestiones tan esenciales como la promoción, la prevención y la protección de la salud bucodental redundarán en una mejoría de la salud en general de la población. El hermetismo de la Administración condiciona que nos falte información sobre la eficacia en términos de salud dental de este programa. Los gestores del plan tienen la información que, muy de vez en cuando, hacen pública en prensa, pero que no comparten ni permiten el acceso, y de esta manera es difícil valorar su resultado, que, en todo caso, debería de venir por una reducción considerable de la necesidad de tratamientos dentales en los siguientes años de la cobertura, que aún no se está produciendo.

—¿Qué servicios ofrece el Colegio de Córdoba a sus afiliados?

—Desde nuestra toma de posesión estamos trabajando para modernizar todos los servicios que se prestan al colegiado, poniendo un especial interés en mejorar ostensiblemente la comunicación intercolegial, por medio de un sistema permanente de comunicación a través de la página web y de los mensajes mediante correo electrónicos. Al mismo tiempo, queremos una financiación transparente, entendiendo que esta decisión es un valor que nos acerca al colegiado. Por otro lado, es de especial interés de toda la Junta de Gobierno que cualquier necesidad de nuestros colegiados pueda ser atendida en tiempo real. A todo ello, hay que sumar una atención personalizada en todo lo que conlleva el ejercicio profesional.

—¿Qué se ha empeñado en conseguir la junta directiva que preside?

—De cara a la sociedad cordobesa intentaremos cambiar y mejorar la imagen social desarrollada en los últimos años y, al mismo tiempo, procurar engrandecerla como profesionales cualificados y responsables de la salud bucodental. Ante nuestros colegiados, pretendemos ser un ejemplo de conducta ética, con respeto absoluto a los mismos y a nuestra organización. Queremos dar respuesta a los retos que se derivan de los nuevos y continuos cambios legislativos que se vienen produciendo. Sin duda, tendremos la capacidad para reorientar, cuando sea necesario, todas las estrategias que supongan una mejor defensa y garantía del ejercicio profesional en condiciones de igualdad y de excelencia clínica.

PERFIL RAFAEL ROLDÁN VILLALOBOS

Nacido en… Córdoba.

Estado civil. Casado. Dos hijos

Aficiones. Lectura

Deportes. Vela de crucero y tenis.

Un libro… La luz de la noche. Pietro Citati.

Música preferida… Réquiem de Mozart, no me canso de escucharla.

Viajes en cartera… A París este próximo febrero con unos buenos amigos. Aunque hay un castillo muy hermoso en Sintra, anclado en una hermosa sierra, que me gustaría volver a visitar. Tengo que volver allí, y seguro que recordaré que es el futuro refugio, espero que no muy lejano, de un buen amigo con el que he tenido recientemente la fortuna de compartir una agradable, amable y sincera conversación.

Gonzalo Alvarado

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