Los traumatismos dentales son muy frecuentes, sobre todo, entre la población infantil y adolescente. Entre el 25% y 30% de los traumatismos dentales suelen afectar a uno o varios dientes. Los dientes que con mayor frecuencia se fracturan son los incisivos centrales (1, 2). El tratamiento de este tipo de casos consiste en una restauración compleja que va a depender de la extensión de la línea de fractura (3). En los casos en que la fractura afecta a la raíz, la exodoncia es la única solución clínica.
La prótesis fija es la elección terapéutica más utilizada para reemplazar un diente pero no es la mejor manera de rehabilitarlo, ya que requiere que los dientes adyacentes sean tallados para apoyar la prótesis fija y la ausencia de la raíz dentaria provoca una reabsorción ósea por falta de estímulo intraóseo, modificándose así la proporción medular del hueso frente a su componente cortical a favor de este último (4).