El difícil panorama laboral al que se enfrentan actualmente los odontólogos animó a la Junta de Gobierno del Colegio de Dentistas de la 1ª Región a crear el Departamento Internacional Profesional (DIP), un órgano de apoyo a los colegiados interesados en desarrollar su carrera laboral y formativa en el extranjero. La iniciativa, que ha tenido una gran acogida entre la profesión, está dando sus primeros pasos, explorando las oportunidades existentes tanto en países europeos, como en Estados Unidos, Canadá o Australia. Y a la espera de tiempos mejores, uno de los objetivos del DIP es facilitar y apoyar la repatriación del profesional que haya optado por esta experiencia internacional para, de este modo, aprovechar sus conocimientos en beneficio de la Odontología española.
—¿Qué es el DIP?
—Es un nuevo Departamento creado en el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la 1ª Región con el fin de responder a las necesidades de empleo y formación de los colegiados fuera de España, proporcionándoles datos reales y objetivos que les ahorren tiempo y penalidades y les permita acceder a ello de una manera eficaz y rápida.
Es una tarea agridulce ya que se trata de facilitar el acceso a mercados laborales extranjeros de colegiados nuestros, que deberían poder ejercer aquí su profesión, pero, en estos momentos, es muy complicado, si bien el retorno a nuestro Colegio creemos que será mayoritario y estos compañeros aportarán un nuevo caudal de conocimientos enriquecedores para toda la profesión.
La parte más atractiva es la de la formación postgraduada, que permite traer a España conocimientos amplios de técnicas y culturas que redundan en un importante desarrollo científico.
—¿Por qué se decidió crear este departamento?
—La idea surge en la candidatura del Dr. Soto–Yarritu al recoger la realidad de numerosos compañeros que están yendo a trabajar al extranjero como alternativa a la falta de empleo o subempleo que hay en España y específicamente en el ámbito de la 1ª Región, y también con la finalidad de facilitar el acceso a la formación postgraduada fuera de España, que si bien ha sido una constante desde hace tiempo, también se quiere hacer más sencillo.
—¿Cuál es su funcionamiento?
—El departamento está integrado dentro de la estructura del Colegio, dependiendo directamente de la presidencia, con el control de la Junta de Gobierno y coordinado por el gerente. La dirección del mismo fue encargada por la Junta y el equipo está integrado por el Dr. Antonio de la Plaza, que ha colaborado desde el principio del proyecto, aportando la preocupación y el sentir de los nuevos colegiados, junto con los Dres. Abdul Nasimi, Estefanía Moreno, Rocío Hernández San Juan, Miguel Ángel Martín, Rebeca Bartolomé, Juan Gervás, Blanca De Las Heras, María Gómez y Elena García.
Quiero señalar en este apartado que el DIP está abierto a todos los compañeros que quieran participar en él, ya que sus preocupaciones y aportaciones son la base para el crecimiento de este nuevo servicio.
Somos un departamento pionero tanto a nivel de la profesión odontológica como de otras profesiones sanitarias y, por ello, estamos en una fase de crecimiento y desarrollo. Es nuestra función y finalidad poder adquirir los conocimientos y bases necesarias para responder a las necesidades que van surgiendo, y más en un entorno tan actual y cambiante como es el escenario internacional.
—Sabemos de la situación laboral difícil actual que hay en España. ¿Cómo es el panorama en concreto en el sector dental?
—El panorama laboral no es fácil. Por una parte, partimos de un problema de plétora profesional que se venía señalando y avisando desde hace mucho tiempo, pero al que han sido insensibles las diferentes Administraciones, y esto causa grandes dificultades para conseguir empleo por los odontólogos, tanto recién titulados como aquellos con más experiencia.
Por otro lado, nos encontramos en situaciones cada vez más frecuentes de subempleo al considerar al odontólogo como un simple recurso humano dentro de la clínica dental, barato y fácilmente sustituible ya que ante cualquier intento de mejora de situación laboral, la respuesta por parte del empresario es la sustitución del dentista. Es importante hacer notar que un gran grupo de los empresarios-propietarios de clínicas dentales no son dentistas, por lo que la insensibilidad frente a los problemas y situación de unos titulados universitarios, perfectamente formados y cualificados en la mayoría de los casos, es importante.
Finalmente, y como consecuencia de la importante crisis económica que padecemos, están apareciendo nuevas formas y sistemas de atención dental en los que las grandes corporaciones van a tener un papel más importante que el actual y en el que el dentista no tiene un papel fundamental, como sería lógico, sino una función secundaria relegada, como ya he comentado, a un recurso humano fácilmente gestionable.
De cualquier manera, el desempleo por exceso de profesionales es un mal común en este momento en la mayoría de titulaciones universitarias o profesiones tituladas, pero que pueden orientarse hacia otras alternativas laborales diferentes de su formación. En el caso del odontólogo, este reciclaje o reorientación profesional es más difícil que en otras, ya que la formación es muy específica y especializada.
En este momento, las ofertas de trabajo han descendido más de un 75% con respecto a 2007-2008, tanto a nivel de primer empleo como a nivel de odontólogos especialistas, y desde el punto de vista económico las perspectivas no son halagüeñas, ya que por lo general una importante parte del salario del odontólogo va en función de su actividad, que en estos momentos y, parece que también a plazo medio, es menor.
—¿Cuáles son los países dónde se han detectado mayores oportunidades profesionales para los odontólogos?
—Estamos en una etapa inicial, por lo que los datos de que disponemos no son completos, pero en general en Europa la situación no es mala.
Reino Unido ha sido uno de los destinos clásicos de los dentistas españoles, pero últimamente está muy saturado de dentistas españoles y, por ello, la facilidad de encontrar trabajo no es tanta como antes ni las condiciones son tan buenas.
Los países francófonos y Holanda tienen buenas oportunidades, pero el principal inconveniente es el idioma. Alemania y Austria tienen posibilidades, más en Austria, aunque es necesario un buen dominio del idioma. Suiza es un destino más complicado.
Los países nórdicos tienen unas posibilidades importantes, si bien el idioma es una importante complicación, pero parten todos ellos de unos inicios en inglés y luego el Estado facilita el aprendizaje de su idioma. Fuera de Europa hemos trabajado sobre Estados Unidos y Australia. En Estados Unidos los requisitos para la homologación del título (necesidad de estudiar 2 años en una universidad estadounidense), al igual que en Canadá, y la dificultad para obtener un permiso de trabajo y residencia, hace que sea muy difícil ejercer allí.
Australia parece un destino más aceptable y asequible, sobre todo por tener un sistema de puntos sencillo para acceder al mercado laboral, ya que es un país que necesita y favorece la inmigración.
—Desde que se anunció su creación, en la candidatura del Dr. Soto–Yarritu a las elecciones del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la 1ª Región, ¿esta iniciativa ha tenido buena respuesta en el sector?
—Por ahora, esta iniciativa está limitada a la 1ª Región, aunque otros colegios ya han manifestado su interés por acceder a la información disponible. De todas maneras, en el Colegio de la 1ª Región hemos tenido numerosas llamadas de compañeros que se han interesado por ello y en la presentación del DIP, el pasado día 30 de noviembre, la sala del Colegio estaba completa. La información va saliendo en la revista Profesión Dental y en la web del Colegio y el número de accesos a la misma ha aumentado considerablemente desde que el DIP está funcionando.
—¿Cuáles son los objetivos que se han marcado con la creación del DIP?
—El DIP tiene unos objetivos bastante bien delimitados. En primer lugar, en el aspecto laboral, informar de las condiciones y posibilidades de trabajo fuera de España; facilitar la tramitación de la documentación necesaria; apoyar en el conocimiento de los idiomas necesarios para desplazarse; ayudar en el establecimiento inicial del dentista una vez llegue a su destino; mantener la comunicación entre el Colegio y el dentista que trabaja en el extranjero y, finalmente, en una etapa más avanzada, establecer acuerdos y contactos con otras organizaciones colegiales extranjeras para el acceso al mercado laboral de esos países.
En segundo lugar, en relación a la formación postgraduada, informar de las posibilidades de las mismas, facilitar el acceso a las Instituciones de formación y conseguir buenas condiciones económicas.
En tercer lugar, la función más importante del DIP será la de facilitar y apoyar en el regreso o repatriación del profesional que ha ejercido o se ha formado fuera de España.
El capital humano y de conocimientos que va a regresar es muy importante y se debe mantener y aprovechar para el beneficio de nuestros pacientes y, en general, de la Odontología española.
—¿Qué tiene que hacer el colegiado interesado en el DIP? ¿Cómo puede beneficiarse de sus servicios?
—Cualquier colegiado de la 1ª Región tiene acceso a los servicios del DIP al igual que a cualquier otro servicio colegial sin ningún tipo de restricciones. Como ya he comentado, otros colegios se han dirigido al nuestro pidiendo información y, desde luego, estamos dispuestos a colaborar con ellos en los términos que sean posibles.
También quiero hacer un llamamiento a todos aquellos colegiados que estén interesados en colaborar con el DIP en cualquiera de nuestros objetivos.
El DIP está abierto a ellos y sus preocupaciones, intereses, información y necesidades. Son la causa de la existencia del DIP en sí mismo.
G. B.